Si siempre lo están haciendo
En esta vida hay pocas cosas que son siempre constantes, y una de ellas es que las declaraciones de [inserte nombre de la cúpula directiva de Nintendo] nunca dejan indiferente a nadie, sea el contexto que sea y sin importar las conclusiones que se extraigan. En esta ocasión, y a través de varios artículos publicados por VGC, desde la compañía se ha trasladado que ya se encuentran mirando hacia el futuro (en otras palabras, preparando la sucesora de la familia Nintendo Switch) y que preparan una inyección monetaria adicional para diversos productos.
Lo que a nadie tendría que pillarle por sorpresa es la situación, más que el anuncio en sí. Nintendo (y cualquier empresa tecnológica) siempre están investigando con nuevas opciones y posibilidades, vean la luz del día o no. De ahí que cada cierto tiempo aparezcan imágenes de prototipos descartados de diferentes plataformas y consolas que, aparte de dejar bien claro que no están en producción, dejan entrever conceptos curiosos que pueden aplicarse (o no) en las versiones finales de las mismas.
La tendencia de Nintendo de lanzar revisiones de sus consolas se remonta a los tiempos de Game Boy cuando los juegos eran aún en blanco y negro, y con mayor o menor cantidad de las mismas, ha llegado hasta Nintendo Switch, y no influye en ningún momento la longevidad de la misma de cara a plantear una nueva generación. Pasó con Wii Mini y Wii U, con New Nintendo 2DS y Nintendo Switch, y pasará con la enésima revisión que reciba la consola híbrida y su sucesora. Y que lo reconozcan abiertamente no es negativo, de hecho, debería ser algo natural y de lo que el público debería ser consciente en todo momento.
Lo que no es normal es que ahora, apoyándose en el éxito de ventas que está siendo Nintendo Switch, con el correspondiente rédito económico que supone, anuncien a bombo y platillo una inversión extra de 900 millones de dólares como si antes no hubiera efectivo para gastar, o la compañía tuviera tradición de estrecheces económicas, cuando es todo lo contrario, habiéndose anunciado como sorpresa y cataclismo que hubiera un año en números rojos (cuando en una multinacional de su tamaño, no es lo más raro del mundo, solo hace falta mirar a Sony). Pero no, Nintendo, como suprema benefactora de la humanidad, ahora puede hacer un desembolso extra gracias a Nintendo Switch. No lo hizo en la época de Game Boy, no lo hizo tampoco en la de Nintendo DS y Wii (que eran literalmente máquinas de imprimir billetes), pero ahora sí puede. Por lo que sea.
No tendrá nada que ver que tecnológicamente siga desfasada respecto a su competencia directa (solo hace falta mirar Leyendas Pokémon: Arceus), pero por si supusiera hacer las cosas bien, tranquilos. Nintendo ha mencionado de forma explícita que, en su afán por la diversificación de su negocio, esta inversión no recaerá de forma íntegra en el sector de los videojuegos, sino que irá (también) enfocada a películas, parques de entretenimiento y propuestas similares.
Si la cúpula de Nintendo quería ganarse la confianza de sus inversores, desde luego la jugada es perfecta. Ahora bien, filtrar estas comunicaciones al exterior, donde su influencia se ejerce de forma prácticamente total en torno a la industria del videojuego, transmitiendo que no va a ser la prioridad total, me parece una manera elegante de pegarse un tiro en el pie de cara a sus usuarios. Después de la rebaja de lanzamiento de Nintendo 3DS ante las bajas ventas, sin previo aviso y con una compensación cuanto menos mediocre, ¿Qué usuario debería confiar en Nintendo a medio plazo? Total, van a invertir dinero en desarrollar nuevos juegos, ni que sus propios emuladores funcionasen mal…