Necesitamos piratear más videojuegos

Necesitamos *jugaaaarrrrr*

Hace más o menos un mes, la Fundación de la Historia del Videojuego (o VGHF en inglés) junto a la red de Preservación de Software, revelaron en un estudio que el ochenta y siete por ciento de todos los videojuegos lanzados antes del 2010 se han perdido en el tiempo. Siendo 2010 el año pivotal, dado que fue el año en que se lanzó la distribución de juegos digitales (mayormente gracias a la Play Store y la tienda digital de Microsoft).

Así lucía Another Metroid 2 Remake… Por un instante, fue una bonita realidad.

Esto no quiere decir que necesariamente todos los juegos incluidos en este estudio se hayan perdido para siempre, convirtiéndose en lost media, sino que ya no están disponibles para comprarse de manera legal en ninguna plataforma, ya sea a través de consola o de PC. Para más inri, los grandes estudios claramente no quieren tampoco que accedamos a sus antiguos títulos por mucho tiempo que lleven inactivos, pues siempre preferirán tener la opción de lanzar remasters o remakes y así seguir exprimiendo unos cuantos dólares de ellos.

También hay casos extremos como Nintendo, que liberan sus juegos clásicos a cuentagotas a través de su servicio de Nintendo Switch Online o incluso que persiguen hasta los confines del mundo a quienes se atrevan a distribuir ilegalmente sus propiedades intelectuales, aunque tengan decenas de años de antigüedad y que para todos los propósitos sean abandonware. Y ni hablar de remakes no oficiales de sus obras (véase Another Metroid 2 Remake, quizás mejor conocido como AM2R).

La piratería como solución

¿Así que cuál es la única opción que nos queda? ¿Perder casi el noventa por ciento de la historia de los videojuegos para siempre? Pues claro que no. Ya es suficientemente doloroso que hayan juegos lost media como P.T., siendo uno de los casos más infames o que hayan cientos, sino es que miles, de juegos online que no hay manera de resucitar por falta de servidores que proporcionen el medio para jugarse. No, como comunidad debemos recurrir a los medios que sean necesarios para mantener la historia del videojuego a flote como sea, y urge cada vez más considerando que los sitios web que se dedican a mantenerla viva están siendo más atacados que nunca para que las cierren o impedir la distribución de software, como lo ha sido este último tiempo Internet Archive.

Así que queda como responsabilidad de nosotros el almacenar los videojuegos que amamos, descargarlos y preservarlos por nuestra cuenta. Ya se ha demonizado lo suficiente la piratería, cuando ésta es mala sólo cuando se trata de distribuirlos como reemplazo de comprar juegos que aún se pueden adquirir de forma legal. Incluso en éste caso nunca estará demás preservarlos fuera de las plataformas donde se hayan conseguido. Y premiar a Good Old Games o itch.io y otras distribuidoras que permiten la compra de videojuegos sin DRM –Digital Rights Management, que básicamente son softwares anti piratería- tampoco es mala idea.

Y en la actualidad, cuando preservar el videojuego físico cada vez es menos viable dado que la gran mayoría de los títulos requieren descargas de parches del día uno o que incluso no vienen con todo el contenido del juego, se necesita la distribución digital más que nunca. El que las tiendas digitales cerrarán en algún momento es un hecho. Ya ha pasado con PlayStation 3 y la eShop de Wii y de 3DS y seguirá ocurriendo a medida que las plataformas sigan avejentándose y terminen convirtiéndose en un gasto innecesario para las empresas. Entonces no hay juego físico que termine manteniéndose en el tiempo, sin hablar del desgaste de los discos, el principal medio en el que están hechos.

Preservación ante todo

Incluso plataformas que parecen eternas como Steam terminarán cerrando en un momento u otro. Entonces, si amamos un videojuego, lo mejor que podemos hacer es preservarlo por nosotros mismos, nada de obedecer las reglas de compra abusivas que prácticamente terminan convirtiéndose en un arriendo con un tiempo ilimitado de regreso y, si hay un juego antiguo que queramos probar, no esperemos tanto a descargarlo y conservarlo, pues el día de mañana será muy tarde.