Hooked on a feeling
El arco de redención de Eidos Montréal con Guardianes de la Galaxia es un acontecimiento que nadie vio venir. Y mira que por oportunidades no fue. Durante cada presentación que tuvo lugar en los últimos meses, todos bostezábamos cuando este título ocupaba la pantalla. Mirar el móvil, consultar las redes sociales e incluso dejarlo en un segundo plano era la tónica común. Tras el desastre de Marvel’s Avengers, la confianza en el proyecto era escasa. De hecho, más que escasa, nula. Y aún así, tan solo hizo falta utilizar ese recurso clásico que nunca falla: ser fiel a la identidad de la marca.
Una historia llena de One-hit wonder
Crecí entre discos de los setenta, ochenta y noventa. AC/DC, U2, Phil Collins, Queen, Héroes del Silencio… son tantas las “figuras divinas” que conforman la religión de mi padre que podría escribir miles de palabras y no acabaría. Por eso, por aquellas tardes en el sillón viendo DVDs de conciertos en vivo o disfrutando de discos en un equipo de música de casi 2 metros de alto, el comienzo de Guardianes de la Galaxia es como un cálido hogar para gente como yo. Tumbado en la cama, a bordo de la Milano o en medio de un combate, cualquier ocasión es buena para que Peter Quill y su banda disfruten de una selección de clásicos que no deja lugar a la casualidad.
El término One-hit wonder hace alusión a aquellos músicos, en solitario o conformando una banda, que pueden “presumir” de solo una canción. La banda sonora de este juego, como no podía ser de otra manera, está llena de temas con esa característica. Bobby McFerrin, Soft Cell, a-ha y otros muchos artistas, presentes en la elección musical del juego, representan esta idea. Sí, instituciones como Wham!, Culture Club, Def Leppard o KISS también forman parte de la selección, pero la salsa sonora está en esos temas que representan a un grupo. Un único éxito que resume toda una carrera, una especie de categorización injusta que traza paralelismos con la identidad del equipo de héroes.
La aventura espacial de Eidos Montréal está llena de menos “la unión hace la fuerza”. Mientras exploramos, necesitamos comprender y dominar al máximo cada habilidad de nuestros compañeros. Drax destroza el entorno y crea puntos de apoyo, Gamora abre caminos y llega a dónde el resto no alcanza, Rocket piratea cualquier dispositivo y Groot es ese puente que nos salva de una caída al vacío con tintes trágicos. En el campo de batalla, este conocimiento también es crucial para sobrevivir. Sincronizarnos con nuestros compañeros será la clave para superar cada reto. Además, la personalidad de cada uno va a acorde a lo que ofrece a la hora de luchar. Drax y Gamora son la agresividad y la disciplina personificadas. Rocket y Groot, amigos antes que compañeros, juegan las cartas de su baraja y lo dan todo por su equipo.
La idea de elegir éxitos imperecederos es una decisión acertadísima del equipo canadiense. En el lore de Guardianes de la Galaxia, pese a sus numerosas hazañas son pocos los que respetan a este grupo. Es una historia de redención constante, una demostración sin descanso de su valor más allá de algún episodio aislado por el que se le recuerda. Los paralelismos con los One-hit wonder y la propia Eidos Montréal son, citando al titán loco, “inevitables”.
Entiende a tu público si quieres lo que hay en su cartera
La jugada de Marvel’s Avengers no podía repetirse. Lo que empezó como un proyecto ilusionante terminó con una debacle que le costó a todas las compañías implicadas pérdidas de cientos de millones de dólares. Y porque solo tenemos constancia de lo que sucede de puertas para afuera, porque no soy yo quién quisiera estar dentro de esas reuniones de accionistas (y menos mal, porque, desde luego, no se me antoja como una situación en la que me gustaría estar). Cuando decepcionas a un público tan amplio como lo es de Marvel, solo un milagro puede devolver la confianza. Un milagro que, como hemos comprobado ahora, llegó en forma del equipo más divertido de toda la galaxia.
Para volver a convencer a la gente de que la desarrolladora tras Deus Ex (ojo, como si este no fuera crédito suficiente) seguía valiendo para esta industria decidieron tocar lo mínimo posible. Para muchos, entre los que me incluyo, una de la parte esencial de los videojuegos es que estos sean divertidos. Guardianes de la Galaxia, en su concepto, premisa y desarrollo, es una de las tiras más cómicas de la Casa de las Ideas. Diría que es la que más, pero en esta casa somos de Deadpool. O de Masacre, aquí no hacemos ascos a las traducciones.
Marvel’s Avengers aludía a contenido constante en forma de “tiempo infinito”. El público adulto, por desgracia, no tiene toda la libertad que quisiera para disfrutar de ratos largos frente a la consola. Por tanto, la jugada parecía clara. Si sumas dos y dos, si coges la fórmula que más funciona y la película más taquillera de la historia, los billetes deberían llegar solos. Por desgracia, el juego de los Vengadores fue un quiero y no puedo que se ahogó entre dos aguas. El de los Guardianes, por suerte, supo aprender de sus errores y hacer una cosa muy sencilla: limitarse a adaptar lo visto en cómics y películas al mundo de los videojuegos.
Pocas veces me he reído tanto como a los mandos de esta obra. Rocket es tan ingenioso como en sus otras adaptaciones, por no hablar del tosco humor de un Drax que no pierde un ápice de comicidad. Gamora, la voz más sensata del grupo, también tiene algún que otro chascarrillo divertido, e incluso podríamos decir que Groot también se une a la fiesta (siempre que Rocket no nos engañe con la traducción). Y Peter Quill, en su papel protagónico, consigue ser carismático sin resultar cargante. Es una fusión de ideas perfecta, una representación y una demostración de cómo tienen que hacerse las cosas. Además, que las voces en español (a excepción de Starlord) sean las originales de las películas ayuda, y mucho, a favorecer la inmersión.
Con Lobezno (A todo gas, Don Pepe y los Globos) en el horizonte
El presente de Marvel en la industria que analiza y crítica este portal es satisfactorio. El futuro, por suerte, ilusionante. Insomniac Games demostró su buena mano con Marvel’s Spider-Man y Miles Morales, el regreso por todo lo alto del trepamuros. Gracias a esto, el gigante norteamericano lo vio como la mejor opción para adaptar, al fin, una de las múltiples odiseas de Lobezno. Con Guardianes de la Galaxia, Eidos Montréal ha convencido a la crítica y al público de que sabe muy bien cómo manejarse si le dejan ser fiel a un concepto. La música es parte de la identidad de este equipo, y desde la elección de la misma hasta la personalidad de cada integrante han conseguido conformar una de las sorpresas del año. Sí, es un AAA de un equipo millonario que trabaja con una franquicia reconocida y un público muy fiel, pero esta misma empresa demostró, hace algo más de un año, lo mal que se podían hacer las cosas. Por eso, termino esta opinión con unas líneas que, de verdad, nunca creí que fuera a escribir: Eidos Montréal, lo has bordado. Aunque Charlie opine lo contrario.