(Para acabar siendo "otra cosa")

los exclusivos nintendoLa mística de la expectación es algo con lo que Nintendo siempre ha sabido jugar, especialmente con sus sagas más veteranas, conociendo además que la respuesta de sus fans (incondicionales, o simplemente nostálgicos) va a ser positiva, mostrando prácticamente cualquier cosa. El ejemplo más claro en la actualidad es la saga Metroid, que estrena Dread esta misma semana tras anunciarlo por sorpresa este mismo E3. Sin querer desmerecer a lo nuevo de Mercury Steam, a cualquiera que se le hubiera preguntado sobre anuncios relacionados con Samus para la feria de Los Ángeles, hubiera respondido “Metroid Prime“. Bien remasterizaciones de los originales como aperitivo para la nueva entrega, o novedades sobre la misma. Y en esta línea es en la que han apuntado los insiders de la industria esta misma semana.

Según esta información, Nintendo llevaría desde 2018 trabajando en una nueva versión del Metroid Prime original con “grandes ambiciones”. Y ahí es donde, para mí, deberían empezar a surgir las dudas. En primer lugar, por lo prolongado del desarrollo, y el desconocimiento hasta la fecha del equipo responsable. Públicamente se ha dado a conocer que Retro Studios ha tenido otros proyectos entre manos, por lo que esa “esencia” del original quedaría fuera de la ecuación.

Metroid Prime invertido

También había un mundo abierto mucho menos lineal que él (Mark Pacini) proponía y que entusiasmaba al equipo. No pudimos hacer muchos prototipos porque eran muy grandes. Teníamos algunos prototipos de naves, pero el de mundo abierto era mucho más grande.Bryan Walker, exdirector de desarrollo de Retro Studios

Si asumimos que es un equipo interno de Nintendo, que básicamente es la otra opción si no acudimos a sorpresas, ¿por qué llevan tanto tiempo sin dar señales de vida? Vale que Metroid Prime fuera un giro interesante a la fórmula de la licencia, pero llevar tres años y no haber mostrado nada lleva a pensar que queda aún un largo camino por recorrer (véase el reinicio que desvelaron en enero de 2019, y a través del cual el título pasó de las manos de Bandai Namco a las de Retro Studios). Y si se destinan tanto tiempo y recursos, ¿por qué a un remake y no a un título original, que probablemente resultaría más interesante para todas las partes? Nintendo siendo Nintendo, conservadurismo ante todo.

Y lo peor, es que tampoco es la primera vez que, al menos en el plano interno, han querido apostar por cambios radicales. Este fue el caso de Metroid Prime 3: Corruption, la primera entrega de la subserie desarrollada exclusivamente para Wii, que quería optar por un mundo abierto (para los estándares de la época, evidentemente) y que tuvo que ser remozado por las pobres especificaciones técnicas que ofrecía Wii, tanto si lo comparamos con su predecesora, GameCube, como con con su competencia más directa, Xbox 360 o PlayStation 3.


Aunque tanto Bryan Walker como Mark Pacini no pertenecen ya a Retro Studios, probablemente la historia se esté repitiendo de nuevo, tanto en el caso del supuesto remake de Metroid Prime como en el de Metroid Prime 4 (que sigue en paradero desconocido, y que salvo aparición en la gala de The Game Awards, allá por diciembre o en algún Nintendo Direct de forma inesperada, tocaría aguantar hasta el E3, como pronto, para tener noticias). El caso es que, como no se sabe absolutamente nada del estado de sendos proyectos, no puede tampoco hablarse de mala planificación o gestión de los mismos, pero con Nintendo siempre hay un valor seguro. Su apuesta, por más que hayan vendido que vaya a ser una revolución en la industria del videojuego y acabe siendo lo más continuista posible, va a ser recibida de buena gana por su público, va a arrasar en ventas, y va a seguir consolidando una tendencia de inmovilismo (aún mayor) para la compañía japonesa.