Esto sigue sin pintar muy bien
Es un momento extraño para ser fan de los superhéroes. Sea por la pandemia o por estar preparando terreno para algo más grande, últimamente no se ve gran cosa. Endgame supuso el fin de un ciclo y pudo gustar más o menos, pero en los años que se vienen Disney se va a ocupar de tenernos bien pegados a las pantallas con diversas series y spin-offs como Wanda y Visión. Pasamos de tener todo a tener nada a tener todo, y espero que no sean claves para la rama principal porque si ya me cuesta llevar una serie al día, imaginaos tres. Por otro lado tenemos a DC, que no consigue despegar en las películas pero justo han sacado el Snyder’s Cut y parece que está convenciendo más allá de los fans acérrimos del director. Sin duda son tiempos extraños. Mientras tanto en el videojuego tenemos poca cosa, y prácticamente todo de Marvel (ojo, hablo de últimos lanzamientos). Tenemos a Miles Morales para las siete personas que han conseguido una PlayStation 5 y, por supuesto, el juego de los Vengadores.
A estas alturas meterse con el juego es muy fácil y es como pegarle patadas a un caballo muerto. Un juego nacido como servicio que quiere ser el nuevo Destiny es empezar con el pie izquierdo por mirar tan alto. Los Vengadores funcionan no porque peguen puñetazos (que también), sino porque detrás hay historias que han propiciado que un dios nórdico, un bicho verde muy grande, Sherlock Holmes y un mapache estén en la misma habitación sin dar el cantazo. Esto es algo muy bonito que tenían los Arkham, que se basaba en reventar cráneos, pero había pequeños matices y sutilezas preciosas. Sin embargo, las quejas con Marvel’s Avengers son continuas, forzando exclusividades estúpidas con trajes para las distintas versiones como si fuera Pokémon y, por el mismo precio base, regalando una expansión de Spider-Man a los usuarios de la plataforma de Sony. Junto a los balanceos extraños y la falta absurda de contenido que contaba Ignacio hace poco, llegamos al Square-Enix Presents, y nos muestran un tráiler de la expansión de Black Panther, para al día siguiente anunciar el retraso de la de Spider-Man. No sé si es por tener lo de Anthem reciente, pero esto huele muy mal.
El juego salió medio muerto, con muchos jugadores en la primera semana y después cayendo en picado. Quieres mantener vivo un juego como servicio a través de monetización abusiva y que ya desde el principio no levanta cabeza, así que hay que hacer más contenido y rápido para no cabrear a Disney. Mientras tanto, intentas parchearlo como puedes pero la lías parda, y justo tras anunciar más novedades dices que retrasas una de las más controvertidas y con contrato de exclusividad. No quiero ser cenizo, pero quizá el juego no vaya a aguantar tanto como esperamos. Quiero pensar en juegos que fracasaron por las mismas razones al principio y que luego mejoraron tras enmendar sus errores, pero aquí se trabaja con una mochila de piedras extra, y es que el juego no es muy bueno.
Los desarrolladores han invertido su cuerpo y alma para que este proyecto salga adelante, pero no sé si será también culpa de los de arriba que sea genérico a más no poder. Hay a quien le ha encantado y ojalá poder haberlo disfrutado como ellos, pero es tan insulso que cuesta decir algo bueno. Quién sabe, quizá me acabe comiendo mis palabras y en realidad me encantaría equivocarme. Marvel’s Avengers tiene que cambiar su estrategia, dejarse de trajes, brilli brilli y aquello que más o menos funciona y escuchar a su comunidad, aunque sea una vez; porque Arkham Knight saldría roto, pero al menos intentaba algo.