¿Ver gas o ver GOTYs?
Este año hemos jugado mucho. Y hemos jugado con intención. Puede que escribir no hayamos escrito mucho, pero cada vez que cogíamos un mando pensábamos en hacerlo, pinky promise. Y si había alguna forma resarcir nuestros pecados, era esta: juntándonos, un año más, para elaborar la lista de nuestros Juegos del Año.
Jaime Llanos: 1000xResist
Este año ha sido, incluso más que otros años, uno en que el anti hype se ha vuelto cada vez más y más fuerte en mí. Tanto que desearía volver en el tiempo y deshacer muchos elogios que, ahora, encuentro infundados que le di a muchos juegos; razón principal por la que hace tiempo dejé de dar condecoraciones en HyperHype. Y, al jugar 1000xResist, es cuando más deseé restarle el oro a muchos juegos a los cuales condecoré en el pasado pues, si éste es el mayor premio que le puedo dar como crítico a un videojuego dentro de lo inmediato, dentro de la rapidez que exige gran parte del público videojueguil para saber si jugar o no una obra, entonces pocas, poquísimas obras lo merecen como lo merece ésta.
Y es que 1000xResist no sólo trata temas delicados y profundos como el trauma generacional, vivir como inmigrante de segunda generación, la Revolución de los Paraguas en Hong Kong, la identidad tanto auto percibida como la que se le asigna a cada individuo dentro de la sociedad y la pandemia; sino que trata todos y cada uno de estos temas con maestría, les da tiempo de desarrollo suficiente que cada uno podría perfectamente ser un juego capaz de sostenerse por sí mismo a la vez que los entrecruza para potenciar la narrativa general.
Cada personaje es tan único que, a pesar de ser básicamente el mismo modelo 3D con pequeñas diferencias, son fácilmente reconocibles y destacan entre sí con mucha facilidad y resultan ser memorables tanto por sus diferentes personalidades como por las acciones que toman dentro de la historia.
Y por último, y ya para ir cerrando, el uso de múltiples cámaras (primera persona, sobre el hombro, cámaras fijas) según qué venga mejor en cada escena tanto para la narrativa como para la escenografía demuestra lo poco en serio que se toma el medio del videojuego en general la parte visual de ser un medio audiovisual.
Charlie Sánchez: Astro Bot
Final Fantasy es mi saga favorita de todos los tiempos. Apenas puedo describir lo que capítulos como su décima entrega numerada significaron para mí. No resultaba difícil suponer, entonces, que Final Fantasy VII Rebirth fuese a ser mi juego más esperado del año; el único que me hizo pillar días de vacaciones en el trabajo para ser disfrutado como merecía. Y si bien como fan he tenido la suerte de no haberme estampado de bruces contra una obra pobre, poco pulida o carente de total interés, aún a día de hoy me cuesta reconocer que —especialmente su guion— estuviese a la altura.
Por ello, ahora, me sorprendo escribiendo estas líneas. Reconociendo que, quizás por resultar mucho más refrescante para la marca, quizás por presumir de una naturaleza homenajística, quizás por poseer un carisma inesperadamente arrollador o simplemente por entrar por una puerta mucho más pequeña de lo que lo hizo Rebirth, el juego que finalmente me ha arrebatado el corazón este 2025 ha sido Astro Bot. Un título infinitamente más simple a nivel conceptual y mecánico, sintético, pero tan directo y certero que impacta precisamente donde quiere impactar. Una aventura para disfrutar en compañía o en solitario, con experiencia en plataformas o sin ella, triste o feliz, porque, sin importar nada de ello, acabarás con una sonrisa dibujada en el rostro. Divirtiéndote, al fin y al cabo, y de la manera más pura y sincera de la que uno se puede divertir. ¿Acaso no van de eso los videojuegos?
Juan Pablo Corella: Balatro
Antes de nada, he de confesar que solo he jugado a 4 títulos salidos este año, así que coged mi opinión con pinzas. Por otro lado, me permite escoger mi juego favorito con mucha más facilidad. Para empezar, Princess Peach: Showtime! y Mika and The Witch’s Mountain no me dijeron mucho. Si bien Mario & Luigi: Conexión Fraternal ha tenido sus momentos de pincharme el corazón, tiene unos problemas de ritmo demenciales que aún no sé si compensan el resto. Así que por descarte y porque es el primer juego en el que la construcción de mazos no me agobia, Balatro se lleva el gordo. Chúpate esa, Javi.
Manuel Casal: Nine Sols
De Nine Sols hemos hablado mucho. Allá por su salida en PC a comienzos de verano estuvimos ahí para hacer una crítica. Ya entonces sabíamos que la apuesta por el plataformeo y el toque metroidvania de Red Candle Games lucía espectacular. Por suerte, apareció en Game Pass y consolas en noviembre y nosotros seguíamos con ideas sobre el título, así que tocó hacerle un vídeo que podéis encontrar en el canal de YT. No he podido disfrutar de demasiados juegos este año por falta de tiempo, pero si lo que buscáis son sensaciones divertidas, Nine Sols tiene mucho ahí esperando a ser descubierto. Un combate excelso al más puro “Sekiro meets Hollow Knight” acompañado por una ambientación de estas raras que tanto molan y te hacen buscar información aquí y allá. Además, el control es lo suficientemente preciso para que sintamos una curva de fluidez sobre el escenario muy satisfactoria, convirtiéndonos poco a poco en el maestro del movimiento y la lucha que encarna nuestro protagonista. Es un título difícil y exigente, pero un reto precioso para cualquiera al que le apetezca ser recompensado con pura satisfacción tras eliminar a ese jefe secundario que te pilla por sorpresa y parece más duro que la cámara de un Souls en una habitación estrecha.
Javi M. García: Banishers: Ghosts of New Eden
Probablemente, el juego que más me ha llegado de este año haya sido Silent Hill 2 Remake, pero no me termina de convencer eso de considerar GOTY un remake, así que apuesto por Banishers. Los juegos que salen a principios de año suelen caer en el olvido cuando se acerca la gala de anuncios y movidas varias de Geoff, pero la aventura de Don’t Nod merece ser mucho más valorada de lo que fue. No sé si por la ausencia de una campaña de marketing más potente, o por estar dedicado a un público relativamente de nicho, pero Banishers no género la conversación que merecía, y eso se tradujo en no demasiadas ventas. No sé si podemos hablar de sleeper, pero de lo que sí podemos hablar es de juegarral como la copa de un pino. Una aventura RPG narrativa y de acción que nos lleva a una versión alternativa de la América recién colonizada, plagada de fantasmas y presencias ultra terrenas que dominan el devenir de las vidas de sus habitantes. Encarnamos a una pareja de Desterradores enviada a la región de New Eden para aplacar los males que la asolan, y de paso, para lidiar con nuestros propios fantasmas. Lo que hace grande a este juego es el verdadero peso de nuestras decisiones, la moldeabilidad de sus consecuencias y un guión exquisito. Por no hablar de una reimaginacion del folclore y las leyendas visualmente increíbles y una identidad de diseño maravillosa.