No hay noticias buenas para Activision Blizzard
El medio economista Bloomberg ha adelantado de forma especulativa que habrá centenares de despidos en la empresa fusionada Activision Blizzard. Esto formaría parte de un plan para controlar el gasto y reducir la plantilla tras los últimos resultados financieros y su caída en bolsa.
Según el medio, la dirección de la empresa estaría finalizando los detalles de este plan de reducción de personal, empezando la primera ronda el próximo martes 12 de febrero. Lo que no se sabe aún es en qué ámbito afectará: si será de carácter general o afectará a ciertos estudios de desarrollo en particular. Con un volumen total que supera los 9800 empleados en todo el mundo, se rumorea que los despidos alcanzarán a cientos de trabajadores. Todo ello debido en parte al rendimiento por debajo de las previsiones en títulos como Destiny 2: Forsaken o el nulo crecimiento de Overwatch.
Unos meses aciagos para la compañía
A pesar de todo el esfuerzo de Blizzard estos últimos meses: las novedades de World of Warcraft, los eventos de Overwatch y las actualizaciones de Heroes of the Storms, el escenario al que se enfrenta Activision Blizzard es desalentador. Desde la caída generalizada en bolsa del pasado septiembre y el anuncio de Diablo Immortal en la última BlizzCon solo se suceden calamidades en la empresa de Activision Blizzard. La partida de grandes personalidades y talentos de la compañía augura el declive de una de las empresas más célebres del mundo de los videojuegos. La ruptura de Activision Blizzard con Bungie tampoco ha sentado nada bien. Como resultado, se exige una contención del gasto por parte de la directiva de Activision Blizzard ante un rendimiento que se ha visto insuficiente en juegos como Hearthstone y Overwatch. Esta realidad ha encontrado a una Blizzard confiada y adormilada en el tiempo, acostumbrada a otros ritmos de producción que ya no tienen cabida tras tanto tiempo sin resultados exitosos. Todos recordamos la deriva de juegos como Diablo III y el letargo con World of Warcraft que ha desembocado en una expansión floja para muchos jugadores.
Lo peor de esta desagradable decisión es que no ha sucedido nada relevante en este último mes lo que significa que se atiene a ser una medida previsora ante la posible falta de títulos importantes para este año (tal vez, no confían en el resultado de Diablo Immortal). Esto confirmaría que Diablo 4, a diferencia de los comunicados de la empresa, ni siquiera estaba planteado durante la BlizzCon del año pasado. Y lo peor aún sería la incertidumbre de no conocer la repercusión de estos despidos. No sabemos si Blizzard será capaz de desatar su potencial dormido y sorprendernos a todos con un nuevo videojuego que devuelva a Blizzard todo su esplendor, y convenza a Activision de su valor. Ante la perspectiva familiar y pasional de los empleados de Blizzard, esto será un duro golpe de efecto para ellos. Blizzard es una de las pocas compañías que ha tenido siempre la simpatía de su comunidad, un público exigente que no ha tolerado la incursión de otras compañías y la ha defendido con uñas y dientes. El anuncio de Diablo Immortal en la BlizzCon supuso una ruptura catastrófica con un público que ya había sido demasiado tolerante y paciente con Blizzard. Ahora no están dispuestos a pasar por ningún aro que suponga micropagos abusivos o falta de contenido. Lo que demuestra que Blizzard debe volver a conectar con su público con un juego tan exigente como lo son sus seguidores. Confiamos en que dicho golpe de efecto sea suficiente para hacer despertar a Blizzard y ésta marque una nueva hoja de ruta con determinación y talento. No convendría precipitarse ante aquellos que vaticinan el fin de Blizzard porque sabemos que la ventisca arrecia más fuerte en los momentos difíciles.