Slitterhead, lo nuevo del creador de Silent Hill muestra un trailer en los TGA, pero todavía no se encuentra en pleno desarrollo
Hablemos sin paños calientes, no vamos a encontrar ningún juego a la altura de Silent Hill 2, ni ahora ni nunca. Cuando el Team Silent se embarcó en el desarrollo de la secuela del título que puso nombre a su estudio para PS2, las condiciones socio y tecnológicas del momento dieron lugar a uno de los más queridos survival horror de la historia de los videojuegos. La tercera y cuarta parte de la saga, si bien no tienen mucho que envidiar, siendo juegos excelentes que dispararon la grandeza del equipo, no se encuentran a la misma altura. La narrativa de las aventuras de James Sunderland sigue siendo, a día de hoy, uno de los mayores exponentes sobre el terror en los videojuegos, algo que no ha pasado desapercibido, ni por los fanes, que llevan más de una década soñando con una entrega que les haga sentir de nuevo lo que sintieron con esta, ni por la industria, que ha intentado en múltiples ocasiones, producir un nuevo juego que sea digno merecedor de semejante renombre. Por desgracia, no han tenido mucha suerte.
En el mercado hay grandísimos títulos de terror que reinventan el género y evolucionan el concepto de survival horror, un gran ejemplo de ello es la saga Dead Space que conforma el mejor acercamiento al terror espacial visto en una consola (con especial mención a Alien Isolation). Pero no es lo mismo. Es imposible que lo sea. Cada nuevo lanzamiento se produce en un contexto diferente, y dada la gran complejidad que supone el diseñar un videojuego, este marco influye de gran manera en el producto final, que, sin librarse de tener interpretaciones objetivas sobre elementos como el rendimiento o la calidad de las mecánicas, se encontrará ampliamente juzgado de forma subjetiva. Nadie experimenta un juego de la misma manera, nadie sintió exactamente lo mismo al jugar a Silent Hill 2, y de la misma forma, nadie espera lo mismo de su sucesor espiritual. Además, esas ilusiones alteran las expectativas de forma irracional, provocando en la mayor parte de las ocasiones, una decepción al final del camino. Esta es una mochila de la que ninguna saga puede librarse, y no cabe duda de que si Gabe Newell despertase un día a los gamers anunciado una tercera entrega de la saga Half-Life (ya sé que existe Half-Life: Alyx, pero no tiene un 3 detrás), acabarían decepcionados, independientemente de la calidad del producto final. Nuestras expectativas en estos casos se elevan sobremanera, sin que podamos controlarlas en muchas ocasiones.
Con Silent Hill, no pasa mucho tiempo sin que un titular encienda la alarma del medio. Normalmente para mal. Uno de los últimos casos ha sido el relacionado con Abandoned, título que se relacionó con el mismísimo Hideo Kojima, para finalmente convertirse en una de las engañifas del año. Y es que ni el propio padre de Metal Gear ha sido capaz de proporcionar una secuela en condiciones. En 2014, de forma misteriosa una demo revolucionó el catálogo de PS4, con P.T. como nombre, convirtiéndose en una de las experiencias más terroríficas del medio. Esta demo terminaba con uno de los grandes bombazos de la década: Hideo Kojima y Guillermo del Toro como directores de un nuevo Silent Hill protagonizado por Norman Reedus. Pues ni con estas. A tomar por culo la bicicleta.
Otro caso reciente fue el relacionado con The Medium, de Bloober Team. El título presentaba dos factores que lo relacionaban estrechamente con la saga de la niebla densa: alternar entre el mundo real y un plano espectral, que recordaba sobremanera a los cambios en la ciudad de Silent Hill y la banda sonora, compuesta en parte por Akira Yamaoka, legendario compositor de la saga. Nuevamente, las expectativas suelen traicionar, y el juego se trataba más de una versión interactiva de “Entre Fantasmas” que de un sucesor espiritual (nunca mejor dicho).
Pero el señor Yamaoka no para quieto, y su nombre salió de nuevo a relucir en mitad de los Game Awards, con el trailer de Slitterhead, juego que no solo cuenta con el afamado músico, si no que se trata de la primera producción de Bokeh Game Studios, formado por nada más y nada menos que Keiichiro Toyama, creador y director del primer Silent Hill. El título, hasta ese momento, no eran más que conjeturas en base a los movimientos del equipo y alguna respuesta escueta en entrevistas. Si bien, han dejado claro que Slitterhead se encuentra en una fase temprana de su desarrollo, es fácil observar en el minuto de metraje tanto elementos que recuerdan de forma directa a Silent Hill, por ejemplo los enemigos, formados por grotescas deformaciones de cuerpos humanos, como diferencias sustanciales, y es que aparece un motorista partiendo a espadazos a un pobre bicho. Desde luego, es fácilmente reconocible el estilo del estudio a la hora de convertir elementos comunes como pueblos o ciudades en espacios aterradores de forma indirecta, dotando de una siniestralidad especial a los bloques de apartamentos que aparecen en el trailer, más allá de lo mundano.
En base a lo que hemos hablado, creo que es mejor que el título se presente desde el primer momento como un producto diferente y no como un sucesor espiritual. El medio evoluciona de forma continua, y es la esencia lo único que se mantiene. Esencia que se puede trasladar a productos totalmente distintos si se hace bien. Todavía queda mucho tiempo para que podamos tener en nuestras manos la primera obra de Bokeh Games Studios, si es que no se cancela a mitad de camino, y todas estas cavilaciones parten de un pequeño trailer, así que el margen de error es bastante elevado. Pero una y otra vez, nos gusta ilusionarnos, aunque el resultado final sea una decepción tras otra. Porque si no, ¿para qué jugamos?