La forzosa retirada de los humanos contra las máquinas
El surcoreano campeón del mundo del Go, Lee Se-dol, ha anunciado su retirada del juego profesional. Según ha confirmado Yonhap, la agencia de noticias surcoreanas, ha tomado esta decisión a raíz del fuerte ascenso e impacto que está teniendo las inteligencias artificiales en el ámbito del juego. Según afirma Lee, desde la entrada de este tipo de jugadores no-humanos en torneos y eventos, se ha sentido desplazado por una entidad superior “que no puede ser derrotada”. Hay que tener en cuenta que el Go, en términos de complejidad matemática, se trata de un juego más complejo que el ajedrez y las damas, por ejemplo. Lo que supone un verdadero hito para la inteligencia artificial y un punto de no retorno en la estima de los juegos tradicionales.
“Con el inicio de las inteligencias artificiales en las partidas de Go, me di cuenta de que ya no estaba en el top de los mejores jugadores, y aunque lo fuese, sería un esfuerzo inútil e infructuoso. Pensad que, aún si me convierto en el mejor jugador del planeta, en el número uno, siempre existirá una entidad que no puede ser derrotada por encima”, explicaba Lee Se-dol. Lee Se-dol es considerado todo un experto en el Go, un juego milenario que se originó hace más de 2.500 años en China y que se ha mantenido alejado del avance de las inteligencias artificiales y programas de ordenador gracias a su complejidad. Sin embargo, todo cambió a partir de 2016, con la llegada de DeepMind, la compañía de inteligencia artificial adquirida por Google, que logró derrotar a Lee Se-dol cuatro veces en una partida retransmitida por Internet.
Todo ello lo consiguió el programa AlphaGO, un sistema diseñado para este tipo de encuentros y que abrió una nueva vía para las inteligencias más enrevesadas y sotisficadas. Ante su derrota, en un gesto propio de su cultura Lee decidió pedir perdón públicamente a sus fans en el país: “He fracasado. Siento haber perdido el encuentro y que todo se haya resuelto así. Deseaba que hubiese terminado de otra manera“. Aún así, Lee sigue siguiendo el único humano que ha sido capaz de derrotar a una inteligencia artificial avanzada. Tras la evolución de estas inteligencias ha optado por retirarse. En 2017 llegó AlphaGO Zero, una nueva inteligencia más rápida, adaptativa y eficiente, que ha logrado derrotar a su predecesora en más de 100 partidas consecutivas. Sus homólogos como por ejemplo el modelo AlphaStar para el juego Starcraft de Blizzard, ya ha demostrado grandes resultados.
La reacción de los medios ha sido de admiración y agradecimiento. “En nombre de todo el equipo de AlphaGo en DeepMind, me gustaría felicitar a Lee Se-dol por su legendaria década en la cima del juego, y desearle lo mejor para el futuro … Sé que Lee será recordado como uno de los mejores jugadores de Go de su generación“, explicaba Demis Hassabis, responsable de DeepMind a The Verge. A pesar de todo, se contará con Lee Se-dol para retar y medir a futuras inteligencias artificiales como HanDol, una inteligencia desarrollada en Corea del Sur. Es compresible la decisión de Lee Se-dol, sobretodo tras una larga trayectoria en uno de los juegos más complejos del mundo. A veces ocurre incluso que tras lograr un hito todo deja de tener sentido y se pierde el objetivo. Una experiencia que hemos experimentado en videojuegos difíciles y que sin duda estaremos ya familiarizados.
La cuestión es cuál sería la aplicación directa de esa inteligencia artificial en los videojuegos. Porque aunque tengamos videojuegos con una buena inteligencia artificial como FarCry 3, Crusader King, Crysis, Halo, TLOZ: Breath of the Wild y Alien Insolation. Sigue habiendo esa sensación de que la evolución de la IA está estancada, entre cosas, porque muchos géneros como los shooters ya no precisan de una IA tan elaborada, en apuesta por físicas y efectos visuales más conseguidos. Aunque existe cierta complejidad en los juegos que utilizan mundos procedurales, sería interesante cómo podría hacerse uso del Machine Learning en este tipo de algoritmos y cómo podría la IA de los enemigos mejorarse así misma sin caer en las “trampas” o en la sensación de injusticia.
Si se lograse el balance adecuado y la percepción de los jugadores cambiase, podrían lograrse juegos con una vertiente competitiva justa y sin necesidad de multijugador. Incluso a nivel de diseño de mundos procedurales, la creación de mapas cada vez más realistas e interesantes en jugabilidad. En resumen, el desarrollo de inteligencias artificiales abre todo un abanico de posibilidades del que habrá que tener en cuenta en futuras generaciones. Sea como fuese, la remota posibilidad de que regrese un robot humanoide del futuro para proteger a un hábil jugador, futuro líder de la Resistencia, parece un poco menos remota.