Labo es más tentador cuando puedes jugar Zelda y Mario en VR

Nintendo y sus tan necesarios golpes en la mesa

Desde el primer minuto sucesor a las campanadas cuyo compás marcaban el inicio de este 2019, supimos de primera mano que, en este primer semestre, Nintendo se iba a encontrar completamente desamparada, con un catálogo de exclusivos francamente desangelado en comparación con los anteriores (en el que únicamente han conseguido destacar, hasta la fecha, un divertido pero poco sorprendente New Super Mario Bros. U Deluxe y un Yoshi’s Crafted World que, al menos, se logró consagrar como la gran sorpresa del pasado mes de marzo para la híbrida), y unos ports por parte de compañías ajenas a la marca que, aunque vitalizados durante el último Direct, únicamente nos han servido para hacer algo de tiempo mientras esperamos, ansiosos, a los verdaderos megatones.

No obstante, en estos primeros tres meses Nintendo no ha dejado de ser protagonista mediática en ningún momento, pues se ha encontrado francamente activa en lo relativo a presentaciones de productos cuya existencia ya nos era conocida y en ideación, desarrollo y distribución de hardware, empezando por esas acechantes revisiones de la híbrida cuya confirmación se antoja inminente y acabando por Nintendo Labo, un concepto que comenzó su desventura el pasado año y que, lejos de haber acabado en el cajón de los recuerdos, ha continuado reinventándose hasta tocar muy de cerca un tema tan candente como es, para nosotros, la realidad virtual.

Nintendo Labo Toy-Con 04: VR Kit se presentó hace poco menos de un mes; el pasado 6 de marzo, siendo exactos. Pese a sus amplias posibilidades y a que suponía el desembarco de la compañía en un terreno completamente inexplorado por ellos hasta el momento – poca broma -, su debut, previsto para este 12 de abril, contó con una repercusión inferior a la esperada, pues no logró posicionarse en el calendario de lanzamientos de muchos de nosotros pese a los ingentes costes de I+D y distribución que su estreno habrá supuesto y supondrá para la empresa. Y es que, visto ya el buen funcionamiento inicial de los proyectos iniciales, y comprobado el buen hacer de Nintendo, Labo, paradójicamente, ha ido perdiendo muchísimo impacto con el paso de los meses, pasando a un segundo plano lo sorprendente de su concepto y cobrando protagonismo una crítica hacia el cartón que siempre ha estado ahí, pero que no por ello me ha dejado de parecer nunca una absoluta chorrada. Y decir verdad, desconocía personalmente la previsibilidad de esta situación, que a buen seguro los analistas de la Gran N ya tenían estudiada desde su preciso comienzo, pero he de admitir que no hacía falta formar parte de su plantilla para haberse dado buena cuenta de lo necesario que iba siendo ya uno de esos puñetazos sobre la mesa a los que los japoneses nos tienen acostumbrados. Y vaya que si lo han dado.

Esta mañana despertábamos con la dulce noticia de que tanto Super Mario Odyssey como The Legend of Zelda: Breath of the Wild recibirán, a lo largo de la jornada del próximo 26 de abril, actualizaciones completamente gratuitas que compatibilizarán sus mundos con esta tecnología. En el caso de la primera propuesta, podremos gozar, asimismo, de tres nuevas minimisiones para conseguir notas musicales y monedas, mientras que en el caso del héroe hyliano no encontraremos novedades de peso. De cara al usuario, es algo que está guay; algo interesante, algo que se agradece, pero, ante todo, es algo que supone un gran alivio para la propia compañía, y que servirá de gran ayuda a la hora de colocar unos cuantos ‘packs básicos‘ del producto (a un precio de 39,99€) en unas casas donde su compra ni siquiera se había valorado.

Sin embargo, más allá del apoyo económico que esto pueda suponer para la entidad, creo que nos encontramos, primordialmente, ante una nueva masterclass de marketing por parte de una empresa que, prescindiendo del factor que la hacía más valiosa de cara a su público – su cátalogo de exclusivos – logra mantenerse, día tras día, como uno de los tres titanes del mercado consolero, encontrándose todavía más fuerte, tanto a nivel económico como popular, que en aquella época de las vacas flacas que supuso el mantenimiento de Wii U. Nintendo está dando a sus usuarios, además, un motivo más de peso para acercarse a una posibilidad que quizás hasta el momento no se habían parado a contemplar; una tecnología que pensaban que no era para ellos – estigmatizando y exclusivizando el uso de Labo a los más pequeños de la casa – pero en la que ahora, con algo de suerte y curiosidad, podrán sentirse cómodos. Un motivo más para sentirse niños. Quizás ahí se esconda el secreto de su magia.