Y no se le reconocen sus nuevos derechos
La madurez implica la adopción de derechos y deberes. Sucede lo mismo cuando dejamos de practicar una disciplina por afición para abordarla desde la profesionalidad. En ese conjunto de derechos destaca el de una remuneración económica, algo que parecer olvidar ZA/UM, desarrolladores de Disco Elysium. Los creadores del título de rol han anunciado que adoptarán como oficial la traducción de la comunidad Clan DLAN. Ya no habrá que instalar parches, sino que el idioma español se integrará en el menú de selección. Pese a ello, el clima inicial nos indica una improbable contraprestación por el trabajo. La empresa no se ha pronunciado, mientras que los traductores han indicado que nadie ha cobrado porque no han “entregado ningún material”. Una situación incomprensible teniendo en cuenta que la traducción ya no es un fandom; se ha convertido en un servicio profesional del cual sus creadores deberían contraer un reembolso.
De entrada, el trabajo de Clan DLAN va a ser diferente a partir de ahora. Es cierto que todo lo cometido hasta el momento de la oficialidad ha sido fandom. No han recibido ningún tipo de soporte y han estado guiados por una mera voluntariedad. Por traer al español el juego que tanto aman. En ese sentido, su labor no dista de otras traducciones hechas por fans como Magno, quién trajo a nuestro idioma Chrono Trigger. Sin embargo, hay una diferencia notable: el apoyo del desarrollador. ZA/UM está suministrando tanto ayuda material como comunicación, privilegio del cual no gozan las obras del fandom. Nadie niega que la mayoría del desarrollo de Clan DLAN haya sido por hobby. Lo que pasa es que su conclusión está siendo profesional. La traducción se está integrando como una parte más del juego.
Los responsables de esos ingresos extras no parece que vayan a recibir una compensación en dinero.
Cuando Disco Elysium se lance en español habrá sido gracias a esta comunidad. Muchas personas que no han probado el RPG porque no se desenvuelven bien con el inglés lo harán después de esta traducción. No estamos hablando de un mercado pequeño, pues el español es uno de los idiomas más hablados del mundo. Además, nuestro mercado de videojuegos es el noveno más potente del globo, facturando 1.479 millones de euros el año pasado, según informa la Asociación Española de Videojuegos (AEVI). A todo esto, ¿qué recibirá Clan DLAN? ¿Prestigio? Estoy de acuerdo en que es una recompensa adecuada. Ser reconocido por los demás es muy reconfortante: te incita a continuar con más ganas tu trabajo al mismo tiempo que empiezas a ser conocido en la industria. Sin embargo, el reconocimiento es insuficiente cuando se comercializa un producto bajo las señas de una marca. Es en ese terreno cuando entra en juego la remuneración económica.
ZA/UM va a obtener beneficios al aterrizar en el mercado español. Las ventas de Disco Elysium van a aumentar tal y como pasó tras la traducción oficial al chino. En cambio, los responsables de esos ingresos extras no parece que vayan a recibir una compensación en dinero. Estamos ante un estudio independiente que, si bien ha vendido muchas copias y ha gozado de excelentes críticas, no tiene la misma potencia económica que las grandes compañías. Por ello, la fijación de un salario óptimo es complicada y depende la negociación entre las dos partes. Lo que es exigible es el pago. Los traductores están vendiendo su trabajo a una empresa que va a ganar dinero con este. Serán causantes del éxito de la obra, pero no recibirán el mismo trato que un tester o un animador. Una injusticia considerando que ellos también forman parte del proyecto y que, por lo tanto, merecen disfrutar de los mismos derechos.
No hay que normalizar lo anormal
Vivimos en un mundo de adultos plagado de derechos y responsabilidades. El derecho a unas condiciones laborales dignas es esencial. El pago monetario a aquel que vende su trabajo para constituir una mercancía es obligatorio. El empresario va a cosechar una riqueza a partir de ese trabajador. Un individuo que ha prestado su tiempo y su esfuerzo físico-mental, pero que tan solo está recibiendo agradecimiento. Algo que sería suficiente si fuese un fandom, si la traducción de Clan DLAN no se hubiera adoptado por parte de ZA/UM. Sorprende que en los videojuegos se siga minusvalorando el valor del trabajo. Que estén establecidas prácticas como el crunch o la nula retribución económica. Hay que acostumbrarse a que se pague a la gente por sus servicios. Porque normalizar prácticas anormales es peligroso; se contribuye a deteriorar todos esos derechos conseguidos tras años de lucha ciudadana.