Es el turno de lo nuevo de Capcom
Muchas veces nos quejamos de lo mal que hacen algunas cosas las compañías de videojuegos: que si crunch por un lado, que si los juegos están muy caros por otro…. La lista de descontentos es larguísima, y pocas veces nos paramos a pensar qué es lo que nos gustaba antaño de jugar a videojuegos. Una de las razones por la cual no hay que perder la esperanza es la comunidad. A pesar de tener sus puntos negativos (toxicidad, violencia, niños molestos…), es esta la que, en ocasiones puede ser la que nos invite a adentrarnos en uno de estos títulos.
La mayoría de mi adolescencia la pasé jugando a Minecraft, título el cual, después de una década, se resiste a pasar de moda, además de ser probablemente el juego al que más horas le he echado. Este, a priori, no debería tener mayor atractivo que el de ser un juego de supervivencia hecho con cubos. Sin embargo, y a pesar de la creencia popular (algo desfasada) de que es para niños, he de decir que el mayor atractivo de Minecraft es su comunidad. Siendo irrelevante o inexistente para algunos títulos, la base y el pilar central de Minecraft era y sigue siendo su titánica comunidad, la cual no deja de crecer. A su vez, dentro de lo mejor de cada comunidad, tenemos lo mejor de cada usuario que dedica su esfuerzo y vocación para corromper el propósito del videojuego e intercambiar a los zombies de Left 4 Dead por Teletubbies. Lo cual es un acto de amor por el título espléndido. Este es un ejemplo de los miles de mods que existen para cada título, y que, podríamos decir, del que Minecraft fue pionero en popularizar entre la comunidad.
Todo esto viene a raíz del último lanzamiento de Capcom, Resident Evil Village, en el cual, para mi sorpresa y la de muchos, salieron mods incluso antes de la salida del juego. Esto parece una tarea imposible, sin embargo, consiste un mero entretenimiento para todos los usuarios de PC que lanzaron mods para la demo del título. Me entusiasma saber la devoción y la pasión que tienen volcada estas personas (por no llamarles seres de luz) en una entrega de la saga que ni siquiera había salido a la venta en el momento de crear estos mods. Recordemos que estas modificaciones son absolutamente gratuitas y accesibles para todo el mundo (en su gran mayoría) y que sus desarrolladores no cobran nada, más allá de las posibles donaciones que puedan otorgarle los usuarios. No obstante, recalco que son gratuitos para demostrar que, efectivamente, esta gente crea contenido por amor al arte.
Pero no solo hablamos de cambiarle la cara al bebé de Ethan por la de Chris Redfield: hablamos de títulos enteramente modificados para crear juegos nuevos, con nuevas mecánicas, nuevos enemigos y muchas horas más de contenido. Cada vez que veo casos de títulos como estos se me escapa una lagrimilla. Tal es el éxito de alguno de ellos que hasta las compañías de los títulos que modifican han contratado a estos modders para crear nuevos juegos, como es el caso de Sonic Mania o el remake (no oficial) de Half Life, Black Mesa. Y no creáis que esto es cosa de un par de títulos que han tenido suerte y ya. Es hasta poético ver como juegos como League of Legends fueron inspirados por un mapa personalizado creado por la comunidad de Warcraft III llamado Defense of The Ancients (a.k.a. DOTA). Sencillamente espectacular.
No sé si es por mi desvinculación con las grandes comunidades, pero durante una época noté como los mods no eran tan populares como hacía años. Esto también puede ser debido al poco apoyo por parte de las compañías de crear una plataforma para que los usuarios puedan subir sus mods, siendo la más importante (y quizá la única) la Workshop de Steam. Realmente no hay mucha gente que aprecie el trabajo de los modders más allá de hacer la broma con sus mods. Y es una pena, porque cuanto más se apoye a estos creadores, podremos ver más mods, cada cual más grande y espectacular que el anterior. Es por esto por lo que, os invito a explorar y descubrir las modificaciones de vuestros juegos preferidos, para que así podáis apreciar el amor que muchos creadores de contenido sienten por sus juegos preferidos. Larga vida a los mods.