No pinta nada mal
La historia de Tetris es una locura de cabo a rabo, cómo fue creado y cómo ha llegado hasta nuestros días. La obra de Alexey Pajitnov ha tenido un recorrido brutal, pasando de mano a mano desde su origen en la URSS para viajar por Nintendo, una empresa que quiere quedarse con los derechos al haber sido creada en sus ordenadores y la fundación de Tetris Company, actual propietaria del título. Tratos comerciales, patentes que no se sabe adónde van, contratos inexistentes… Toda una aventura propia de uno de los videojuegos más influyentes de la historia y que, hoy en día, sigue teniendo presencia tanto en la cultura popular como en el mundo del videojuego, con continuos torneos y revisiones que continúan su legado. The Grand Master y Tetris Effect diría que son las entregas más importantes de los últimos años, trayendo un espíritu de superación increíble en el primero y un ambiente de relajación y viaje en el segundo; podríamos meter hasta Tetris 99 por reforzar la competitividad en un juego que ya ha dado más de mil vueltas. La historia se tiene, la localización se tiene, solo faltan los productores.
Llevamos ya varios años escuchando que saldría una película sobre Tetris, y no se si fue por cómo se han adaptado el resto de las películas o por culpa de la más que infame Pixels que todos pensábamos que veríamos bloques gigantes cayendo y algo sobre alienígenas. Sin embargo (y por suerte), no va a tratar de nada de eso, sino de todo ese chanchullo que he comentado antes. La película tendrá como director a Jon S. Baird, el cual hizo Stan & Ollie allá por 2018, y estará protagonizada por Taron Egerton, que ya trabajó en la maravilla llamada Kingsman e interpretó al grandioso Elton John en Rocketman. En este caso tendrá el papel de Henk Rogers, uno de los fundadores de Tetris Company junto a Alexey. Lo que más llama la atención es que no va a ser una película de videojuegos al uso, sino que hablará de todos los entramados legales y juegos de manos que hubo con la marca, sobre todo al haberse creado dentro de la Rusia soviética.
Este es un concepto bastante interesante, ya que está dentro de un género que, cuando se hace bien, funciona estupendamente, que es del que vienen películas como La Red Social, Descifrando Enigma o Steve Jobs. Son lecciones de Historia (aunque no siempre la siguen al pie de la letra en pro de un guion jugoso) de un tema atractivo o curioso, y que siempre llama la atención, y con Tetris tenemos la oportunidad de atraer al gran público a este mundo tan real y que parece tan lejano. Es oportuna, por ejemplo, para que mi abuelo descubra que un videojuego no está hecho por enanos, que las patentes son un tema muy escabroso incluso para esta industria y que los inicios son difíciles. Para los jóvenes les ayudará a entender por qué su creador está algo alejado del producto, qué firmó y qué no y qué le permitieron y qué no. Estamos hablando de los inicios de la industria y de un juego nacido del más puro aburrimiento, en un lugar donde las patentes son cosa de otros, pero se quiere aprovechar hasta el último centavo.
Os quiero recomendar un comic sobre el tema llamado Tetris, el juego del que todos hablan, el cual comenta todos estos aspectos de cómo llegó a nuestras casas, quienes fueron propietarios y quienes fingieron serlo y todas las disputas legales que hubo de por medio. Al pobre Alexey todo esto le pilló de lleno: él solamente había hecho un juego sobre piezas de cuatro bloques que caen cada vez a más velocidad, pero la vida da demasiadas vueltas. El rodaje comenzará en septiembre si todo va bien, y esperemos que así sea. La trama promete bastante, y debemos agradecer de no tener bloques gigantes sobrevolando una ciudad.