Fue director creativo de Child of Light, Far Cry 3 o Watch Dogs 2, entre otros
Por la propia naturaleza de los mercados laborales y su constante liberalización (o precarización) desde el sigo pasado, sumado a la propia vertiente de la industria del videojuego, es raro conocer casos de carreras extensas en una misma compañía, con contadas excepciones (que suelen, por el elemento cultural que implica, trabajar en compañías japonesas, como es el caso de Shigeru Miyamoto en Nintendo, por ejemplo) entre las que aparece hoy la historia de Patrick Plourde, que ha anunciado su adiós a Ubisoft tras 19 años en la compañía y un currículo de proyectos entre los que destacan Child of Light, Far Cry 3 o Watch Dogs 2, con un papel de director creativo en todos ellos, tal y como ha adelantado la páginaa VGC. Proyectos grandes (en tamaño, presupuesto y repercusión) y con un alto grado de responsabilidad, casi nada para meros mortales como nosotros.
Aunque su marcha no supondrá que se desligue por completo de la compañía, pues su siguiente aventura se desarrollará en una agencia de consultoría que mantendrá relaciones con Ubisoft, sí que le dará mas tiempo y espacio para dedicarse a otros proyectos, tal y como ha afirmado el propio creativo en el marco de su despedida.
Sin embargo, y aunque el ejemplo de Patrick Plourde me sirva como ejemplo de la anomalía que supone en una industria de alta volatilidad (con muchos contratos temporales o con su duración ligada a un proyecto, además de la tendencia de todo el sector tecnológico de saltar de una empresa a otra en busca de mejores condiciones económicas una vez acumulada cierta experiencia) es eso al final del día, algo extraño que probablemente dentro de 20 años no podamos ver, y me remito únicamente a la industria del videojuego pero podría extrapolarlo a prácticamente cualquier sector como consecuencia directa del neoliberalismo y su implantación a nivel global hace ya unas cuantas décadas.
Por supuesto, hay que tener en cuenta casos en los que se busca un cambio de aires, un proyecto que se ajuste más a los gustos y ambiciones de cada uno, posibilidad de crecimiento personal y demás variantes que pueden darse, pero creo que algo en lo que todo el mundo estará de acuerdo es que, y más viendo la dirección que va tomando la industria en materia de fusiones y compras de estudios (cuyos efectos en materia laboral están aún por verse, habiendo seguro puestos duplicados, especialmente en aquellos departamentos que más sencilla resulte su externalización), es evidente que un trabajador pueda desarrollar toda su carrera en un ambiente de trabajo estable.Y ojo, digo únicamente estable a propósito. El desarrollo independiente, precisamente por dicha condición, no garantiza ese sustento permanente a largo plazo, y pedirle un ambiente de trabajo sano y digno a la industria AAA se antoja imposible. Cada día salen a la luz nuevas prácticas criticables por distintos estudios, desde periodos de crunch, acoso permitido ante la vista gorda de personal, omisión en los créditos de proyectos… Probablemente Patrick Plourde haya tenido la suerte de no tener ninguno de estos problemas sumado a esa pizca de suerte necesaria, pero me da que ni yo, ni ningún recién entrado a la industria del videojuego en ámbito laboral, vamos a tener siquiera la oportunidad de tener una carrera la mitad de estable que el creativo que parte hacia nuevos rumbos desde Ubisoft.