Un título más que se añade a la larga lista de los que deciden subirse a la ola
Este pasado miércoles nos llegaba la noticia de que el aclamado juego de coches Forza Horizon 4 recibiría de manera gratuita un nuevo modo de juego llamado The Eliminator, esta vez enfocado en el mundo de los battle royale. La vertiente consistirá en partidas de hasta 72 jugadores donde, como viene siendo común en este tipo de títulos, una zona límite se irá cerrando, siendo la supervivencia el único factor de importancia. Para poder llegar hasta el final tendremos que ir mejorando nuestro vehículo en diversas localizaciones donde se actualizará con mejores características. Siempre estará la opción de esperar a ver la tormenta pasar, pero para aquellos necesitados de acción podremos enfrentarnos a nuestros rivales en frenéticas carreras, donde solo habrá un ganador y la descalificación del perdedor. A partir de hoy mismo se podrá disfrutar de este nuevo contenido tanto en Xbox One como en PC.
Con esto añadimos un juego más a la lista, ya de por sí extensa, de juegos que han decidido adaptarse o añadir el modo battle royale a sus propias ofertas de juego. Sin duda hoy en día lo podemos considerar un fenómeno de masas que no solo ha agitado a un público que sabe lo que busca, sino también a algunas de las mayores empresas del mercado, que deciden de mejor o peor manera subirse a la ola para poder recoger y acaparar esos nichos de mercado. Aunque podríamos hablar de un fenómeno reciente, sus orígenes se remontan más de lo que pueda llegar a parecer, pues se sitúa en torno a 2012, con el lanzamiento de la película Los Juegos del Hambre, cuando en el archiconocido Minecraft empezaron a aparecer mods que buscaban recrear la esencia de esta, apodados con el mismo nombre. La recepción fue brutal, y muchos de esos servers que acogían este mod desde sus inicios llegaron a acoger a miles y miles de personas, haciéndose un nombre que llegaba tanto por Internet como por el boca a boca.
Era de esperar que tras este gran paso muchos más videojuegos decidieran unirse a un prodigio que empezaba a nacer, y que prometía ser la nueva gallina de los huevos de oro tras el reinado de los sandbox. El género despuntó sobre el 2017 con la llegada al mercado de uno de los mods más importantes de Arma/DayZ, PlayerUnknown’s Battlegrounds, el cual vendió 20 millones de unidades antes de que acabara el año, alcanzando además el mayor número de jugadores simultáneos en Steam, con 1.348.374. Nominado a Mejor Juego del Año en The Game Awards, acabó sintiéndose el juego clave y que marcaría el ritmo de esta nueva moda… aunque esto fue antes de la llegada de Fortnite.
El título de Epic Games no solo se convirtió en el juego por excelencia, sino que vaciaba de jugadores a todos los demás títulos y además reventaba todos los marcadores posibles, haciéndose rápidamente con un hueco en el hall de los juegos que hicieron historia, con un total de 250 millones de jugadores y llegando a los 8,3 millones simultáneamente. Todos estos datos una vez más dejan clara la ruta que lleva ahora mismo el mercado de videojuegos, sin entrar en cifras de ingresos, pero sin duda es bastante normal que juegos tan grandes como pueden ser Call of Duty o Forza Horizon decidan sumarse a ello, u otros como Tetris 99, quienes reinventándose logran adaptarse de una peculiar manera, generando así productos únicos e innovadores.
Debemos entender estas modas como las salvadoras de algún que otro estudio que sabe aprovechar el tirón, tal vez también como aquellas que entierran a otros que no lo logran, pero un logro que se deben de colgar es el de, para bien o para mal, hacer llegar nuestro mundo al resto de gente.