Encontrando nuestro público
Quizás sorprenda a algún lector perdido, pero esto no es Meristation, Eurogamer, Anait o Kotaku. Este es un espacio pequeño e independiente llamado HyperHype. Y aquí estoy yo, tras muchos años, volviendo a escribir sobre videojuegos en un medio independiente. Hace mucho que cerró Indie Locus y desde entonces he calmado mi sed escribiendo en espacios personales, pero mi alcance ha sido realmente limitado, con honrosas excepciones.
Somos tantos los que amamos los videojuegos, tantos los que mostramos nuestro amor hacia los videojuegos escribiendo sobre ellos; expresando nuestros pensamientos e ideas personales… Muchos no nos podemos llamar a nosotros mismos periodistas de profesión, pero tenemos la misma pasión y, en ocasiones, hay escritores independientes que no tienen nada que envidiar a los profesionales en cuanto a rigurosidad o técnica. Sin embargo, somos muy pocos los que disponemos de una tribuna en la que nuestras palabras sean leídas, que no sean un ”grito frente a un acantilado vacío” como decía nuestro compañero Jaime Llanos . En estos medios, aunque pequeños, nuestros gritos pueden ser escuchados por un público. Por lo tanto, me considero un privilegiado al tener la posibilidad de escribir para un medio. Lo fui en Indie Locus y lo soy ahora en HyperHype.
La vida del escritor independiente es muy dura. Internet tiene la ventaja de que es un espacio abierto en el que todo el mundo puede expresar sus ideas, pero muchas de esas ideas se pierden en el vacío. La competencia es brutal y muchas veces es como si no existiéramos. Por desgracia, no creo que el talento o la constancia sean las herramientas que lleven al éxito, y ni siquiera creo que sean lo más importante ya que también influyen la suerte o la simple casualidad… además de otras razones que ni siquiera llegamos a comprender del todo.
Os voy a poner un ejemplo de cómo de absurdo es a veces el éxito en internet. Si os digo el nombre de Enrique Gil tal vez no os suene, pese a que es un periodista que lleva muchos años trabajando en medios tan importantes como Games Tribune y subiendo vídeos a su canal de YouTube. Sin embargo si os hablo de “el Reseñas”, seguramente la cosa cambie. Un día como otro cualquiera, Twitter explotó con una mano que rajaba sobre videojuegos y el éxito le vino a Enrique Gil de sopetón. Incluso ha podido dejar su trabajo en la hostelería, algo que, pese a escribir en medios profesionales, no podía haber hecho hasta ahora.
El éxito le ha llegado a Enrique Gil cuando ha encontrado algo que ha gustado a un público masivo, pasando de ser conocido tan solo entre un círculo reducido de la prensa de videojuegos a tener una cierta popularidad. Enrique, como individuo, no llega a los 4.000 seguidores en su cuenta de Twitter, una cifra nada desdeñable pero una minucia comparadas con los 34.000 seguidores de su marca, @ResenasCortas. Reseñas, como ente independiente, es mucho más conocido que la propia persona que hay detrás. ¿Quiere eso decir que uno tenga más talento que el otro? Bueno, es algo complicado, ya que ambos son la misma persona.
De un modo diferente, el cambio que para mí supone empezar a escribir en HyperHype me va a abrir a un público hasta ahora inaccesible. De repente mis ideas van a ser leídas por mucha más gente, y eso es algo que difícilmente habría conseguido por mi cuenta.
Los sacrificios que asumimos al escribir en medios pequeños
Escribir en un sitio relativamente pequeño e independiente como HyperHype también exige ciertos sacrificios que no todo el mundo, como es lógico, es capaz de asumir. Veréis, hace un tiempo volvió a resurgir una polémica recurrente entre el periodismo tuitero de videojuegos. Un nuevo medio de comunicación publicó una oferta de trabajo en LinkedIn. Esta oferta terminaba con la sentencia: “en un inicio el trabajo es no remunerado”. De manera comprensible, la periodista que compartía la oferta de trabajo se indignaba ante otra oferta más de “redactores voluntarios”… y yo entiendo esa indignación. El periodismo es un ambiente muy precario, más aún el de los videojuegos, que es, especialmente en España, un verdadero campo de batalla. Casi ningún periodista de videojuegos animará a los novatos con un “adelante” (más bien les dirá “huid de aquí y no miréis atrás”). Por lo tanto, es comprensible que las ofertas para “trabajar gratis” indignen a los periodistas profesionales, que ven cómo su profesión se hunde. Pero ¿van este tipo de ofertas dirigidas hacia ellos o tal vez los periodistas están errando el objetivo?
No voy a hacer apología del trabajo gratuito. Valoro mucho el trabajo de la gente y estoy radicalmente en contra de los empresarios explotadores, pero tenemos que distinguir entre dos tipos de medios. Por un lado, están aquellos que tienen unos ingresos sólidos y pueden y deben pagar a sus trabajadores: periodistas que suelen ser profesionales con una larga trayectoria en el sector. Por otro lado, tenemos aquellos que están empezando o que tienen un alcance limitado, y que por lo tanto viven de la pasión de sus colaboradores. Estos colaboradores no suelen ser periodistas profesionales, sino apasionados con ansias de escribir sobre videojuegos. Resulta un tanto injusto pedir a esos medios pequeños —que suelen partir de una definición más cercana al blog que a la prensa— que remuneren (más aún, adecuadamente)a sus colaboradores, ya que no tienen el alcance suficiente para recibir ingresos, pero la gente que decide colaborar con estos medios sabe por qué lo hace y qué es a lo que, siendo realistas, pueden aspirar. Creo que debemos considerar este tipo de medios pequeños más como una colaboración entre gente que desea escribir sobre un tema y que se asocia para así conseguir una relevancia y una fuerza que no podrían conseguir de manera individual. Por suerte no todo en esta vida se hace por dinero, de lo contrario iniciativas populares, de activismo o culturales, no tendrían cabida en este mundo tan puramente capitalista. En los medios independientes y pequeños como HyperHype, la unión entre unos apasionados de los videojuegos para hablar sobre lo que nos gusta nos permite llegar a un público más amplio del que alcanzaríamos de manera individual. En este caso, como en la mayoría, la unión hace la fuerza.
Eso sí, la excusa del medio pequeño no debe ser la puerta para todo tipo de prácticas abusivas. Los colaboradores no son trabajadores y, por lo tanto, deben tener libertad a la hora de escribir, sin horarios ni exigencias. Además, hay que tener cuidado a la hora de aceptar ofertas de trabajo gratuitas, teniendo muy claro que no hay nadie que gane dinero con ello. No vaya a ser que por pasionales, algún listo se aproveche y lucre con nuestro esfuerzo. Trabajar por vocación puede ser una opción si todo el mundo está en el mismo nivel que tú, no si alguien crea un proyecto con el que piensa lucrarse con el esfuerzo gratuito de otros.
Desde mi experiencia personal, pese a que llevo ya muchos años escribiendo sobre videojuegos (más de los que me gustaría reconocer), tan solo he cobrado una vez por escribir… ¡y lo tengo como un logro vital! Para mí escribir gratis no es la excepción, es la norma, pero no es nada que me avergüence. Yo no he hecho la carrera de periodismo, pese a mi dilatada experiencia soy un don nadie. Apenas hay gente que me conozca y no puedo aspirar a escribir en uno de esos grandes medios que comentaba al principio del artículo. Pero yo no estoy aquí por el dinero. Estoy aquí porque quiero escribir y lo único que pido es que alguien me lea y recibir un feedback por ello. Os puede parecer poca cosa pedir tan solo que me lean, pero es el objetivo mínimo que cualquier escritor independiente necesita y no todo el mundo lo consigue. ¿Estaríais vosotros dispuestos, en la misma situación, a trabajar vocacionalmente, sin un salario de por medio? ¿Pensáis que es algo ético que existan medios que no paguen a sus redactores? Yo creo, y aquí me abro al debate, que sí es ético… en el contexto adecuado.
La endogamia del videojuego español
Llegar a un gran público en Internet es complicado no solo para los escritores, sino prácticamente para cualquiera. Como diseñador de videojuegos veo mi futuro muy negro, ya que el alcance de mis juegos es muy limitado, muy poca gente me conoce y por lo tanto mis trabajos apenas tienen difusión. Los juegos cortos que he publicado por ahora han tenido pocos jugadores y un feedback muy limitado. En la escena española de videojuegos soy prácticamente irrelevante. Pero si quiero crecer hay algo muy importante que podría hacer, ya sea en el ámbito de la escritura o en el del desarrollo, que es rodearme de un círculo apropiado de personas. Por desgracia ese es uno de los mejores métodos para progresar en internet, ser el “amigo de”. Pasa en el mundo del periodismo, donde ves cómo siempre surgen los mismos nombres, todos se conocen y todos se ayudan entre ellos. Pasa también en el mundo del desarrollo de videojuegos, donde unos cuantos, los más conocidos, aprovechan su fama para retroalimentarse mutuamente. Es un mundillo donde es complicado entrar, realmente endogámico.
Os voy a contar una experiencia personal. Aquí en Sevilla se organizan varias quedadas de desarrolladores y yo he ido a algunas de ellas. En estas quedadas se tienden a crear grupos muy cerrados, colegas que se conocen desde hace tiempo y que se encierran en sus propios círculos, alejados de los demás. Y ahí estoy yo, que no soy precisamente dado a meterme donde no me han invitado, solo pero rodeado de gente. Irónicamente, unos espacios que deberían ser, precisamente, para conocer a nueva gente del mundillo, se convierten en espacios hostiles para el nuevo y para personas como yo a las que nos cuesta relacionarnos. España, en el mundo de los videojuegos, es como esos círculos de amigos. Se ayudan mucho entre ellos, entre los conocidos, pero es difícil que alguien nuevo pueda entrar. Se ha creado una industria de amiguetes, donde unos pocos triunfan y muchos otros somos totalmente desconocidos.
Si estás pensando en dedicarte a esto de escribir sobre videojuegos (o a desarrollarlos), lo cierto es que lo vas a tener bastante complicado, especialmente si empiezas solo. Hay mucha gente que quiere conseguir lo mismo que tú, es una selva, y en la selva es mejor ir acompañado. Habrá quien te diga que mejor te dediques a otra cosa, ya que no va a ser un trabajo precisamente agradecido (aunque tiene sus momentos y pueden ser realmente gratificantes). Pero si estás a tope con ello, adelante, que nadie te quite tu ilusión, salvo tal vez, para ser sinceros, tú mismo con el tiempo.
Todo el mundo quiere, además, recibir una recompensa por su trabajo, pero esta recompensa no tiene por qué ser económica, sobre todo al principio, y más si no tienes una carrera en el sector. No le quites valor a la experiencia que puedes ir ganando colaborando en medios sin una remuneración, pero tendrás que estar muy atento para que no se aprovechen de ti.El sector del videojuego es tremendamente endogámico, vas a tener que convivir con ello, tal vez tengas suerte y consigas un buen círculo social. Tener unas buenas capacidades sociales te va a facilitar la cosa, ya que vas a tener acceso a contactos importantes que te ayudarán a darte a conocer.
Ser un escritor independiente no es un camino de rosas. A veces podrás sentirte ignorado y que tu voz se pierde en el vacío, pero a veces tu voz encuentra un altavoz, especialmente si uno lo busca. Yo, por mi parte, espero haber recuperado mi voz en esta nueva e ilusionante etapa.