Seis empresas se enfrentan a estas acusaciones - entre ellas, el gigante digital Valve
Cuando toca hablar de videojuegos, especialmente de aquellos relacionados con el panorama más actual, la polémica es un factor siempre común, dada la ferocidad existente entre empresas de videojuegos, las denuncias por plagios, las compras entre plataformas y otras mil artimañas más y malas praxis que llevan a cabo puntualmente ciertos estudios. Por todas estas razones, la polémica está servida, y todas las semanas le toca a alguna empresas pagar el pato. Dicho esto, hoy, lunes 8 de abril, con tal de comenzar la semana con buen pie, os traigo, queridos lectores, una noticia que tiene que ver ni más ni menos con la Comisión Europea, así como con seis empresas distribuidoras de videojuegos que han sido acusadas por bloquear ilegalmente la venta de juegos entre estados miembros de la Unión Europea (UE).
Y es que como bien sabéis, el comercio entre países miembros de la unión es libre al igual que los desplazamientos, a pesar de los impuestos propios de cada país. Pero en un principio, cualquier producto se debería poder comercializar entre países miembros; siempre y cuando se tengan los derechos para ello. Pues en esto consiste la acusación de la Comisión Europea contra las distribuidoras: Valve, Bandai Namco, Capcom, Focus Home, Koch Media, y ZeniMax.
Declaración de la Comisión Europea
A principios de 2017, la Comisión Europea ya informó que estaba investigando a diferentes distribuidoras de videojuegos por llevar a cabo prácticas anticompetitivas con el bloqueo regional. Pues finalmente han decidido acusar directamente a estas empresas. Según la vista preliminar, estas empresas estarían siendo acusadas por realizar prácticas ilegales al impedir a los usuarios de PC comprar títulos en otras regiones o tiendas digitales de otros estados miembros, en los que estos juegos tienen un precio más asequible que en sus propios países.
Estas prácticas, llamadas bloqueo regional, irían en contra de una de las políticas competitivas propias de la Unión Europea, como ya he dicho antes. Ya que esta estaría impidiendo a los usuarios que pudieran elegir libremente en qué lugares gastar su dinero o qué productos pueden o no pueden adquirir. La Comisión Europea no se ha quedado en la acusación y es que está barajando varios castigos para las empresas infractoras. Entre estos castigos el más sonado es aplicar a estas empresas una multa que ascendería al 10% de los ingresos anuales de la empresa. Como podréis imaginar eso es una cantidad de dinero bastante elevada para cualquier usuario normal. Aún no se puede asegurar nada sobre los castigos ya que la investigación todavía está en curso y queda un largo proceso judicial.
Según las mismas leyes de la Comisión cuando se llegue a un informe final, aún quedaría esperar las declaraciones y réplicas de los acusados, además de planear una vista oral, pasar el informe a las autoridades de las que dependa y un proceso judicial bastante complejo. Pero aún siendo un proceso lento si finalmente son declarados culpables estas empresas se enfrentarían a serios problemas por vulnerar el mercado común.
El comisario de la competencia, Margrethe Vestager, declaraba:
Respuesta de Valve
Como os podéis imaginar el gigante de las plataformas de venta de videojuegos online no se ha podido estar callado antes estas acusaciones. Esta niega de forma rotunda estas acusaciones y declara que no debería ser investigada por ninguna práctica comercial que esté llevando a cabo. Ya que según sus términos legales no se está incumpliendo ninguna ley del mercado económico europeo. Para ello se respalda en las leyes comerciales de cada estado miembro de la unión y en los acuerdos de distribución de la propia empresa de Gabe Newell. Además para recalcar su postura terminaban con esta declaración que no deja lugar a dudas:
¿Qué sacamos de todo esto?
Finalmente, quería dejaros una pequeña reflexión propia para los interesados, aún pudiendo pecar de inocencia o falta de información. En mi opinión, no se debería limitar a ningún usuario la compra de un producto proveniente de fuera de su región y mucho menos si además ambas regiones forman parte de la UE, siempre y cuando se paguen los impuestos aplicados a ese producto. Y que si algún organismo a decidido saltarse esa norma de la UE debería ser castigado con una multa por lo menos.
Por otro lado, mi opinión sobre este conflicto es que seguramente acabe cayendo en un saco roto. Ya que una unión económica como la UE que directa o indirectamente tiene relaciones comerciales con diferentes empresas no llegue a castigar a las empresas que por otro lado participan en su propia economía por mucho que perjudique a los usuarios. Así que seguramente acaben llegando a un acuerdo económico y si te he visto no me acuerdo, porque cuando hay dinero de por medio ya se sabe…