El equilibrio de la fuerza
Los últimos días de cada año siempre traen consigo rankings y estadísticas curiosas. En lo que a videojuegos se refiere, lo habitual es ese listado de mejores y peores del año o, si vamos a tiro hecho, la revisión de los resultados de la gala de anuncios con premios de por medio. Sin embargo, entre estos dos extremos se encuentra lo que para mí, en esta etapa de mi vida (domingo 19 de diciembre de 2021 leyendo la actualidad con unas tostadas en la mano), es el equilibrio perfecto: los juegos más terminados y abandonados del año. Y no, obviamente no es oportunismo porque me haya tocado cubrir actualidad. Joder, que no, que puedo ser cualquier cosa excepto un hipócrita.
Vale, sí lo es.
Resident Evil VIII es el rey de los finales felices
Como consumidor, un final feliz es aquel en el que mi cartera, después de despedirse de varios billetes, termina contenta al comprar un juego de salida. Pese a que soy un afortunado, ya que servicios como Game Pass (gracias a Jon y Devo por esos 25 meses de pura diversión <3) o tener la confianza de Charlie para analizar muchos juegos me permiten no hacer un desembolso muy grande, hay títulos que pertenecen a ese selecto grupo de “lo juego por mi cuenta”. Y sí, podría esperar un poco y repasar los aspectos que toca Davinia en su último artículo para Terebi, pero por mucho que me cueste aceptarlo el destino me dio en belleza lo que me falta en paciencia. Soy un hipócrita humilde, a estas alturas creo que no sorprende a nadie.
Tonterías a parte, retomando mi postura como consumidor y hablando en nombre del sector más representativo del capitalismo, lo más importante tras desembolsar X cantidad de dinero es estar contento con el producto. Cuando pagas más de 60 euros por un juego de salida, o un importe menor si así lo decide la compañía, lo mínimo que esperas es disfrutar del título en cuestión sin pensar que podrías haber aprovechado mejor ese dinero. No hablo de la siempre complicada relación euro-hora, un binomio tan difícil de analizar que es imposible discernir si merece la pena gastarte una cantidad grande de dinero en una obra relativamente corta o viceversa. Hablo, haciendo alusión a las estadísticas de How Long to Beat, del porcentaje de jugadores capaces de terminar cualquier juego del mercado.
En esta curiosa selección, hay tres títulos que destacan por encima del resto: Resident Evil VIII, Metroid Dread y Ratchet & Clank: Una Dimensión Aparte. Estas tres obras, según los baremos del portal americano, son las más finalizadas de 2021. En otras palabras, y resumiendo al mínimo cualquier clase de análisis, podemos afirmar que sus jugadores son los más satisfechos del mercado. Aunque este ranking tiene otros titanes como It Takes Two o Psychonauts 2, los usuarios de los tres títulos mencionados son los que más han visto los créditos finales. Por el motivo que sea, el podio lo han copado obras que o no llegan a la decena de horas o apenas la superan. Para los usuarios de NieR Replicant y su octava posición, una derrota. Para mí, rey de mis contiendas imaginarias y líder de los que pedimos juegos más cortos, una victoria. Y en medio, como si esto fuera una matrioshka de balanzas, tenemos a Twelve Minutes y su presencia en este listado y en el de los más abandonados.
Twelve Minutes es ese padre divorciado que a veces recuerda que tiene hijos
¿Alguna vez habéis oído la excusa de “es que es así”? No he jugado Twelve Minutes y, pese a que le tengo unas ganas terribles, creo que es el juego que más encaja en esa frase. En el listado de juegos más acabados, la obra de Annapurna Interactive es el sexto más terminado del año. En el ranking de los más abandonados, se lleva la medalla de oro por delante de Loop Hero y The Ascent. Y esto, a todas luces, significa que Twelve Minutes es ese amigo que cuando tiene pareja deja de llamar. O, buscándole otro símil, esa persona de la que solo sabes cuando necesita algo. Twelve Minutes es, y esto no es negociable, el juego que más disparidad ha creado en 2021.
Por un lado, la obra de Annapurna es capaz de colarse en el top 10 de los juegos más disfrutados. Solo por eso, es innegable que un grueso importante de los usuarios ha terminado contento con el resultado. Por otro, tenemos al rey de los abandonos, a ese hombre de mediana edad con problemas de estabilidad que es incapaz de asentarse y formar una familia. Un síndrome de Peter Pan de manual, para entendernos rápido. También llama la atención, aunque menos, el caso de The Medium, el otro repetidor de ambos listados. Si Twelve Minutes es el adulto con miedo al compromiso, The Medium sería el hermano de en medio. Aunque se esfuerce y cumpla sus metas, nunca logrará alcanzar los logros de su hermano mayor (Observer: System Redux). Vamos, que es Malcolm in the Medium (este chiste es horrible pero me acaba de venir a la cabeza).
Perdónanos Returnal, no somos dignos
Más allá de su consulta por mera curiosidad, la aportación de estas listas hacia los usuarios es escasa tirando a nula. Para las compañías, los juegos que lideran los más acabados es una muestra del buen trabajo que están haciendo. Para estas mismas empresas, aparecer en el top de los más abandonados debería ser un toque de atención. Menos para Housemarque, la creadora del excelente Returnal que ha vuelto a demostrar que no está hecha la miel para la boca del asno. Que este título, el verdadero GOTY, sea el sexto más abandonado es un crimen que debería denunciarse. Espero que su posición sirva como escarmiento para un 2022 que no debería dejar de lado al juego del año. Lo reconozco, estoy dolido. Hoy no me apetece buscar un cierre increíble. Nos leemos.