Financiará a un total de 43 videojuegos y 40 estudios de desarrollo
Dar los primeros pasos no es sencillo. Posiblemente sea una de las tareas más dificultosas a la hora de comenzar, pues cuando lo miramos desde fuera puede aparentar una engañosa sencillez, pero una vez nos ponemos en los pies del que decide andar, cada pisada pesa y cuesta como ella sola, tambaleante, incapaz de sentir la firmeza del suelo si no es estrellándonos en una estrepitosa caída. No, no es sencillo lanzarse al vacío, a la incertidumbre de no saber qué pasará por mucha ilusión que hayamos almacenado en nuestros corazones, pocas personas pueden decir con seguridad que sintieron alegría y esperanza en la inseguridad. Todo lo que he dicho es perfectamente utilizable en el ámbito personal, a la hora de marcarnos metas e intentar cumplirlas, pero también en el laboral, en específico cuando se ponen en marcha proyectos que requerirán de tiempo, y de dinero. En la titánica industria del videojuego se mueven dos mundos, dos esferas que no colisionan entre sí por la ingente distancia que hay entre ellas, compuestas una por sumas de dinero estratosféricas dedicadas a las grandes entregas, y otra infinitamente más pequeña y modesta que la conforman las pequeñas sumas (en comparación con su hermana) de inversiones que se hacen a los estudios más pequeños. Sin embargo, de vez en cuando, rara avis, surge una mano de esa gran esfera mayor para tenderse a la otra, una ilusión cercana al espejismo pero que parece real, y eso es lo que ha pasado con Kowloon Nights y los 100 millones de dólares que destinarán a un total de más de 40 juegos independientes.
No, no estáis leyendo mal. Kowloon Nights es un fondo de financiación centrado en dar apoyo económico a diversos estudios de desarrollo independiente a lo largo y ancho del globo. De primeras, este funcionamiento donde se asegura una economía a los estudios mientras desarrollan el juego, nos puede parecer el trabajo de un publisher, pero no es así, bastante lejos de la realidad como demostraba su cofundador Alexis Garavaryan en una entrevista al medio GameDaily.biz. A pesar de ofrecer estos servicios, a cambio no requieren de ningún tipo de beneficio, nada de vender tus ips ni tus derechos, nada de tener capacidad de decisión en el desarrollo del título, tampoco acceder en la toma de decisiones del marketing o publicación, y con un calendario bastante flexible a la hora de devolver el dinero, pues los ingresos desde un principio irán a los equipos y serán estos, mediante el acuerdo con Kowloon Nights, quienes administrarán el dinero. Todos estos términos los podéis consultar en su web, la cual dejo aquí.
De esta manera, y con estos términos, ya se han sumado más de 40 estudios con sus 43 juegos, un amplio número que aumentó el día de ayer con el anuncio de los 23 nuevos juegos que se unirían a los fondos. La lista completa la podréis consultar a continuación, pero de entre los más destacables contamos con Godfall, Welcome to Elk, Spiritfarer o The Red Lantern, del cual realizamos un análisis. Sin embargo, también podemos ver los anunciados, con auténticas promesas como Sea of Stars, 30XX, Mad Streets y She Dreams Elsewhere, siendo algunos de estos junto a otros proyectos no anunciados los que se anunciaron el día de ayer mediante una entrada en la web.
Las ventajas de entrar a formar parte de Kowloon Nights están claras, aunque entre ellas contamos con algunas desventajas, pues es algo a tener en cuenta que no metan la mano dentro del marketing, pero a diferencia de un publisher, la tarea recae en el propio estudio, teniendo que manejar ellos el contacto con la prensa, redes sociales y demás apartados de los que se suelen encargar, con sus pros y sus contras. Con todo eso, no deja de ser interesante que existan fondos así, centrados en apoyar a estudios pequeños que, posiblemente de otro modo, no habrían podido tener acceso a esta estabilidad económica, muy necesaria para dar los primeros pasos. La cantidad de dinero invertida también es un auténtico alivio, pues contar con 100 millones es un paso gigantesco, demostrando que pueden dar cabida a un número cada vez mayor de estudios y juegos en desarrollo. Estos actos son la esperanza de la industria independiente, junto a proyectos similares como WINGS, y, estando en el año que estamos, deberían de ser cada vez más reconocidos e imitados.