Un contenido usualmente infravalorado
Hoy en día los videojuegos son cada vez más y más grandes, ya sea por extensión del terreno, por duración de la campaña etc. Hay videojuegos que pueden durar hasta 100 horas si decidimos completarlos al 100%, y para ello es necesario realizar todas las misiones secundarias, o actividades repartidas a lo largo de la historia o del mapa. Aquí es donde entra en juego nuestro criterio, ¿Debo realizar las misiones secundarias? Pues bien, esta pregunta es a libre respuesta, no obstante, sí que es cierto que, muchas actividades secundarias o misiones secundarias tienen cierta importancia, pero esta puede ser de tres tipos, la primera, para conseguir el platino o todos los logros, la segunda, para desbloquear elementos que pueden ser de gran ayuda en el juego, y la tercera, para jugar historias alternativas a la principal.
Empecemos por el primer tipo, las misiones y actividades secundarias destinadas al puro relleno. Son actividades que simplemente están ahí para que el jugador, al ver un mapa lleno de iconos que brillan, diga, “pues sí que hay cosas que hacer”. La realidad de este tipo es que el jugador emplea bastante tiempo en completar todas las misiones y al final no recibe nada a cambio, ni mejoras, ni más misiones etc. lo único que consigue es un puñado de experiencia y de horas empleadas en conseguir un trofeo o logro. Al pensar en este tipo de actividades o de misiones se me vienen a la cabeza dos juegos, el primero de hace unos cuantos años, Assassin’s Creed 2. En este título de ubi, se rellenó el mapa con plumas, si plumas, con la excusa de que eran para completar la colección del hermano muerto de Ezio, no obstante, al conseguirlas todas sí que desbloqueabas una cinemática en la que la madre de nuestro protagonista, después de estar todo el juego sin mediar palabra, le agradecía a Ezio todo.
El segundo juego que se me viene a la mente es uno mucho más reciente, Marvel’s Spider-Man. El juego de nuestro vecino y amigo Spidey, está lleno de actividades secundarias, desde torres de control para desbloquear el mapa, hasta las mochilas de Peter Parker, pasando por pegar palizas a los enemigos de turno.
Cierto es que en Marvel’s Spider-Man por determinadas actividades secundarias te dan trajes nuevos para Spidey, no obstante, la mayoría de actividades están destinadas a completar el mapa y hacer que el jugador emplee más horas en conseguir realizar las misiones con el único fin de conseguir el platino, además, de que posiblemente estemos hablando uno de los platinos más fáciles de conseguir, se trata de hacer absolutamente todas las misiones y actividades secundarias, sin más.
Pasemos ahora al segundo tipo, las destinadas a desbloquear elementos casi-esenciales para una experiencia más cómoda o divertida. Estos juegos no introducen misiones al tun-tun, lo que hacen es poner en el mapa determinadas actividades, que o bien con títulos sugerentes, o bien con una descripción en la que te dicen que objeto desbloqueas. Este tipo de misiones suelen estar presentes en títulos de RPG, en sandbox etc. y básicamente te dan armas o habilidades más poderosas, pero la gracia está en que, al ser secundarias, son opcionales y puedes pasar de ellas olímpicamente. Esto se traduce en que, si no necesitas determinado equipamiento o habilidad, no necesitas hacer la misión. El mejor ejemplo que se me viene a la cabeza es World of Warcraft, un juego en el que estás en todo momento haciendo misiones secundarias, y solo las mazmorras o bandas o determinadas misiones son lo principal. En WoW, la mayoría de las misiones dan como recompensa experiencia, dinero y alguna pieza de equipo, no obstante, la gran mayoría de las veces este equipo es basura, por lo que acaba siendo vendido al primer posadero que nos encontremos, sin embargo, dentro de las mazmorras hay más misiones, y estas también dan equipo, el cual no es para comerciar, sino para quedártelo, además, los objetos de buenas estadísticas son los que te encuentras luchando contra algún boss, que no dejan de ser actividades secundarias dentro de las mazmorras.
Otro juego que encaja en esta descripción puede ser cualquiera en el que se requieran determinados materiales para conseguir armas o armaduras muy poderosas, y uno de los más llamados para estoes Skyrim, un juego que poca gente conoce. En Skyrim hay mil cosas que hacer para conseguir armas y armaduras mejores, desde completar determinadas misiones hasta acabar con enemigos poderosos. Sin ir muy lejos del propósito principal del Sangre de Dragón, el mero hecho de matar dragones ya es útil como actividad secundaria para conseguir una de las mejores armaduras, la de placas y huesos de dragón. Pero este no es el único ejemplo de equipo que puedes conseguir con actividades secundarias, también están las piedras de Barenziah, esas gemas cuyo propósito era desconocido para muchos jugadores, tranquilos, el encontrarlas no te da un arma hecha con gemas o un trozo de armadura, simplemente se colocan en una corona, la corona de Barenziah, y con ello se activa la pasiva de poder encontrar más joyas en los cofres. Aunque esto no sea el mejor ejemplo de bufo en un juego, sí que representa a la perfección a las misiones secundarias, coger objetos, entrar en sitios que no debes, matar enemigos poderosos etc. solo para conseguir 24 gemas que te dan una pequeña ayuda en el juego.
El último tipo de misiones o actividades secundarias son aquellas destinadas a historias alternativas a la principal. Muy a menudo, en los RPG o en los juegos de mundo abierto, nos encontramos misiones secundarias en las que alguien te pide un favor y tu como buena persona le ayudas, aunque ahora que lo pienso ciertos vídeos de ciertas páginas también empiezan así… Sea como fuere, en estos juegos las misiones no se centran en desbloquear armas, ni en conseguir logros, se centran en contarte una historia diferente para que desconectes un poco del largo camino recorrido en la historia principal y el largo camino que aún te queda.
Uno de los juegos que mejor representa este tipo de misiones es otro de la saga Assassin’s Creed, pero en concreto el último que ha salido, Assassin’s Creed Odyssey. En este juego la cantidad de misiones y actividades secundarias es abrumadora, hay cuarteles que liberar, animales gigantes que cazar, batallas entre ejércitos que librar y un gran etc. Sin ir muy lejos, una de las misiones principales solo se completa consiguiendo determinados objetos, los cuales solo son accesibles si se completan determinadas misiones secundarias, hablo de las misiones del minotauro, medusa, el cíclope y la esfinge. No hay mucho más que decir respecto de este juego y las misiones secundarias ya que el juego en si son misiones secundarias que completan las principales, no obstante, y retomando el estilo de este tipo de misiones secundarias, hay historias que realmente son atractivas y entretenidas, a pesar de no ser ni siquiera útiles para las misiones principales. El mejor ejemplo de esto es esa misión en la que el que te pide ayuda acaba diciendo “Mataste a Mater y te acostaste con Páter” y acto seguido se apuñala los ojos a si mismo. Ese es el tipo de misiones secundarias que te alegran la tarde y que te ayudan a despejarte de la historia principal, y que por supuesto a todos nos gustan.
Para concluir, he de decir que las misiones secundarias pueden resultar un verdadero tostón, porque sean de recadero o porque simplemente carezcan de atractivo, no obstante, la mayoría de las misiones secundarias tienen un propósito fundamental, uno de los tres explicados más arriba, y por tanto no deben de dejar de ser por lo menos apreciadas, hayan sido o no útiles, y te hayan o no entretenido.