Píxeles, magia y un aire de nostalgia
En tiempos de remasterizaciones y remakes, parece que, en la mayoría de los casos, solo la industria independiente es capaz de aportar frescura a nuestras bibliotecas digitales. No estoy diciendo que ahora a lo que únicamente se dedican las entidades triple A sea a revisitar algunos de sus grandes éxitos, aunque está claro que es un tendencia en alza, habiendo pasado por temporadas en las que claramente lo parecía (mejor no recordemos el inicio de la generación que está a punto de concluir). Lo que está claro es que, en algún momento, se terminarán los títulos a remasterizar, y habrá que calentarse la cabeza de nuevo.
Mientras tanto, propuestas independientes como Graven seguirán sacándole los colores a la industria más estancada. 3D Realms, quienes a muchos les sonará por su colaboración en obras como Duke Nukem Forever, ha parecido, ahora, un título que mezcla elementos de shooter y RPG de acción, pero que parece distar mucho de aquel desastre que acabó en numerosos despidos en la compañía. Graven da la sensación de ser una producción hija de los antiguos The Elder Scrolls, como Oblivion o Morrowind.
La interfaz y los gráficos mostrados en el tráiler nos pueden dar a entender que el juego lleva demasiado tiempo siendo desarrollado, aunque seguramente se deba a que 3D Realms se fue especializando desde hace tiempo en ese tipo de arte, con elementos de la vieja escuela como el uso del pixelart o texturas ‘retro’. No obstante, se puede ver que a pesar de utilizar gráficos de corte antiguo, las nuevas tecnologías han dejado huella en la producción.
El estudio describe a Graven como “una simulación inmersiva con un fuerte énfasis en la exploración y aventura”. Se puede ver que el título bebe bastante de proyectos como Hexen o Heretic, aunque este juego claramente es mucho más abierto que los mencionados. Y es que, desde las animaciones de golpes hasta los movimientos de los enemigos, debo decir que Graven pinta muy bien, especialmente por sus reminiscencias a Delver. Resulta, incluso, impactante su parecido, basado principalmente en el uso primario de la vara mágica y otros elementos de diseño.
Parece que la recepción por parte de los usuarios que han visto el contenido visual ha sido más que positiva. La gente parece que echaba de menos una producción de este estilo, que seguramente a más de uno le habrá brindado memorias de cuando arrancaba su PC con monitor de tubo y Windows 98 instalado. Debo decir que incluso yo mismo espero con relativa ansia el juego ya que, además de ser un juego original, tiene su magia de los principios de los 2000. Y para amenizar la espera, me pivoteo sobre los dos títulos anteriormente mencionados, Hexen y Heretic, los cuales pueden hacer un buen apaño hasta que se lance Graven.
Sea como sea, Graven promete una aventura larga y a ratos compleja por lo que se puede ver. Es probable que en algunos momentos el título, por su propia naturaleza, acabe pecando de repetitivo, pero al fin y al cabo forma parte de la fórmula que durante tantas décadas llevamos experimentando, o contemplando desde la lejanía. 3D Realms parece que quiere hacer lo contrario de lo que hacen muchos otros estudios: en lugar de darle una ‘vida nueva’ a un título antiguo, ofrecer a los jugadores un título moderno con una ‘vida antigua’. Supongo que, gracias a ellos, el universo estará en sincronía de nuevo, aunque sea por un breve periodo de tiempo.