Vagando con un propósito

Hace años devoraba sin parar mundos abiertos en los videojuegos, probablemente eran uno de los modelos que más me gustaban. Adoraba (y adoro) esa sensación de tener tiempo y espacio para explotar las posibilidades que el juego ofrece y disfrutar de la jugabilidad sin miedo a que se acabara la diversión. Sin embargo, durante los últimos años, ya sea por saturación o por la reducción del tiempo disponible para jugar (probablemente ambas), empecé a cansarme de estos grandes mundos, y me apetecía consumir títulos más breves y lineales, entre otras cosas para sentir que aprovechaba más ese tiempo de ocio y no me pasaba meses en el mismo juego. Desde entonces, son pocos los títulos de mundo abierto extenso que he jugado, y en algunos casos, cómo en Far Cry 4, acabé por dejar de lado el contenido secundario para centrarme en acabar la trama y pasar a otra cosa. Sin embargo, la última obra de Sucker Punch, Ghost of Tsushima, me ha devuelto las ganas de sumergirme en su mundo sin importarme las horas o semanas que lleve completar el viaje.Ghost of Tsushima

Su atracción, en mi caso, se debe a varios factores. Sí, los preciosos paisajes de Tsushima y sus coloridos son un regalo para la vista que siempre apetece ver, y su sistema de combate es visualmente espectacular. Son de esas cosas que comentaba hace un momento, esas cosas que quieres tener tiempo de disfrutar y explorar sin miedo a que aparezca la pantalla de créditos antes de lo deseado. Pero no es sólo eso lo que tiene que ofrecer el mundo abierto de Tsushima, de ser así hubiera caído en la misma pila de aburrimiento y ganas de terminar cuanto antes que muchos otros títulos. Lo maravilloso y cautivador de Ghost of Tsushima es lo orgánico de su mundo abierto, en lo referente a cohesión entre el contenido secundario, la ambientación y la trama central.

Meme mundo abiertoEn primer lugar, la historia principal no es un objetivo de máxima urgencia en el tiempo, nuestro objetivo no debe completarse de un día para otro, no debemos evitar la destrucción masiva del mundo, sino que se trata de un objetivo más progresivo y global, que casa a la perfección con el planteamiento de mundo abierto que se nos propone. Nuestro objetivo último es ganar la guerra contra los mongoles y expulsarlos de Tsushima, y la mayoría de las actividades secundarias que realizamos aportan, en mayor o menor medida, un granito de arena para lograrlo. Liberar aldeas del dominio mongol, atacar y sabotear campamentos militares enemigos o eliminar a sus generales, entre otras cosas, son acciones comprensibles en una campaña de guerra de guerrillas como la que ocupa a la resistencia de Tsushima liderada por Jin Sakai. De esta forma, podemos detenernos a realizar estas actividades sin sentir esa disonancia o falta de coherencia de estar realizando acciones sin sentido mientras el mundo se desmorona a nuestro alrededor. Sí, esa situación del meme, en Ghost of Tsushima no ocurre, o al menos no de manera tan dolorosa y constante.

Es cierto que hay ciertas actividades más desligadas de ese contexto central y que, en algunos casos, no aportan nada a la lucha y el objetivo de Sakai, sin embargo, dada la características mencionadas previamente sobre el objetivo central, se siente natural que nuestro protagonista pueda tomarse cierto tiempo para evadirse o descansar de la lucha. Vamos, como lo haría cualquier ser humano normal, es imposible pasar semanas viajando y luchando sin parar un instante, y Ghost of Tsushima incluye algunas pequeñas actividades de contemplación que pueden representar esa calma y descanso entre batalla y batalla. Es cierto que no son grandes mecánicas ni se trata de un aspecto del juego trabajado a conciencia para lograr dicho objetivo, pero sí que pueden ayudar a crear esa sensación de calma entre dos tempestades. Actividades como los baños de reposo en aguas termales o la composición de haikus en lugares de retiro espiritual nos ayudan a sentirnos inmersos dentro del Japón feudal, al tiempo que reflejan esa otra faceta de la vida de Sakai. Nos cuentan ligeramente quién es nuestro personaje más allá de la guerra y el conflicto. En los baños termales tendremos que elegir entre dos temas sobre los que Sakai puede reflexionar, y con los haikus podremos explorar un poco más su psique a través de sus temores o inquietudes, reflejadas en las opciones que el jugador tiene para componer los breves poemas tradicionales.

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Y es que esa es la otra gran baza de Ghost of Tsushima para hacer sentir natural la vastedad y extensión de su mundo, y nuestros andares en él. Y es que todos los coleccionables y actividades secundarias están integradas de manera elegante y natural en la temática y ambientación del juego, alejándose del modelo más tradicional de coleccionable, al menos en las formas. Si que tendremos algunos objetos que recoger y acumular sin demasiada importancia, pero será solo una de las numerosas colecciones que podremos completar, mientras que las demás aportarán variedad, utilidad y cohesión con el mundo. Para mejorar nuestra capacidad de concentración tendremos que encontrar y superar eventos QTE que consisten en cortar varias cañas de bambú de un solo tajo, a modo de entrenamiento samurái para la concentración. Las termas mencionadas anteriormente aumentarán ligeramente nuestra salud máxima, también encontraremos madrigueras de zorros que nos guiarán hasta pequeños altares en los que rezar a cambio de amuletos con mejoras pasivas, e incluso tendremos que encontrar los santuarios de los Kami, los dioses japoneses, que nos otorgarán amuletos aún más poderosos.Ghost of Tsushima

El juego, en su conjunto, desprende mucho cariño por recrear el Japón feudal, en una combinación de la realidad y del imaginario colectivo que se ha creado sobre el mitificado del país del sol naciente, dando como resultado una preciosa estampa, no solo en lo visual, sino en cuanto a su funcionamiento. Los paisajes, las animaciones de combate, el modo foto o todas las actividades secundarias están unidas cuidadosamente por un hilo que las dota de sentido cohesionado, y las orienta a todas en la misma dirección, hacia el mismo objetivo. Ghost of Tsushima me está haciendo disfrutar de nuevo de un mundo abierto sin agobios o prisas, disfrutando de cada paseo en caballo, y realizando todas las actividades que me encuentro por placer, y no por la necesidad o la obligación.