Diamantes en bruto
El terror en los videojuegos nunca ha sido un género, sino una temática. Los survival horror (Resident Evil, Silent Hill) son fundamentalmente diferentes de los first person explorers (Layers of Fear, Visage), de los juegos de aventura (Amnesia). Incluso algo que se podría considerar un género al ser tan específico como los mascot horror (Five Nights At Freddy’s, Poppy’s Playtime) son como el día y la noche en cuanto a gameplay.
Habiendo dicho esto, he de decir que si bien el mainstream de la temática terror ha cambiado mucho durante los años, predominando primero los juegos de aventura y ahora último los first person explorer, los subgéneros que han formado parte de ésta han estado mayormente estancados, siempre esperando a la excepción a la regla que llegue y cambie todo.
El escenario actual de los survival horror consiste principalmente de juegos indie de desarrolladores que se inclinan fuertemente en la nostalgia para sus juegos, emulando principalmente o a los Resident Evil clásicos o a los Silent Hill del Team Silent. Benedetto Corcusa (mejor conocido como Puppet Combo) y White Rabbit son de los ejemplos más claros de esto; usan las cámaras fijas, los controles tanque e incluso una estética low poly y filtros que emulan las cintas VHS para acercarse de la forma más fiel a la era dorada del survival horror.
Yo, que he jugado una cantidad considerable de juegos de este estilo, noto un problema serio con estas obras y es que, al igual que la mayoría de juegos de terror, siguen a sus inspiraciones y al panorama actual de sus respectivos subgéneros sin pararse a pensar el porqué sus predecesores tomaron las decisiones que tomaron y el cómo construir a partir de estos algo nuevo y, por qué no, atrevido.
Un punto y aparte
No fue hasta ahora que comencé a jugar Galerians, una obra de Polygon Magic lanzada para PsOne en 1999, que me dí cuenta de lo lamentable que puede resultar ver los survival horror actuales y lo poco que se atreven a malabarear con las mecánicas jugables básicas establecidas con Resident Evil por allá por 1996.
Galerians por su parte, si bien no se podría decir que haya sido un juego que haya revolucionado el género ni mucho menos, sí que probó cosas nuevas y trató de subvertir hasta cierto punto lo que teníamos considerado como elementos intocables de esta corriente. Por un lado, el protagonista. Rion, se podría considerar el personaje más fuerte del juego, el cual persigue a sus débiles enemigos con sus poderes psíquicos, en vez de huir de estos o de apenas sobrevivir a cada encuentro. Sin dejar de ser un juego altamente desafiante, nos ponemos en los zapatos de un ente poderoso que busca venganza y respuestas frente a seres humanos comunes y corrientes, que a veces tienen el apoyo de armas de fuego, siendo éstas la mayor amenaza que nos puede presentar un enemigo común y corriente (esto es excluyendo a los bosses); en vez de ser nosotros quienes tengamos que valernos de poder armamentístico para hacerle frente a nuestros oponentes.
Rion ya no sólo es fuerte gracias a sus poderes mentales, sino que además por cada golpe recibido, ataque lanzado e incluso cada momento que transcurre en lo que dura nuestra partida, se va rellenando una barra que, al completarse, desencadena un descontrolado ataque que es capaz de eliminar a cualquier enemigo común con el sólo acercarnos lo suficiente a estos. E incluso podremos subir momentáneamente de nivel y aumentar aún más nuestros límites de poder.
Por lo demás el juego es bastante estándar, nos encontraremos con diversos puzzles que frenarán momentáneamente nuestro avance, tendremos que ir recolectando objetos clave como llaves y demás para acceder a áreas nuevas e incluso contaremos con un espacio limitado en el inventario de objetos consumibles. También podremos encontrar diversas notas que algo de contexto le dan a la historia como tan popularizado lo hizo la saga de Resident Evil.
Y a pesar de todo esto no se podría decir que Galerians sea un juego que carezca de ambición. Por poner un ejemplo, el juego es tan ambicioso que a pesar de su corta duración (unas cinco horas incluso si nos perdemos en más de una ocasión) consta de 3 discos, una cantidad exuberante, considerando que Final Fantasy VII (juego que según Howlongtobeat dura desde 37 hasta 86 horas, dependiendo de cuánto contenido secundario hagamos. Y esto es producto de la inmensa cantidad de cinemáticas pre renderizadas que alberga el juego, al punto que sin temor a exagerar podría decir que contiene una cantidad mayor que la trilogía original completa de Resident Evil. Y aunque estas escenas padezcan de uno de los peores casos de uncanny valley, no se le puede restar demasiado mérito a su ambiciosa ejecución.
Como la gran mayoría de juegos de la época, Galerians cuenta con un doblaje espantoso que a diferencia de juegos como Silent Hill que usan este recurso a su beneficio, lo desprovee de cualquier intento de establecer seriedad en su narrativa.
Originalidad por encima del pulido
Aun con todo, Galerians es un survival horror que se ha mantenido bastante bien en el tiempo (exclúyase gente que le tenga pavor a los controles tanque) gracias a su mayormente original y valiente ejecución, por mucho que a medida que transcurre la partida vaya debilitándose. Posee de los mejores y peores bosses del subgénero tanto por separado como en un mismo enfrentamiento, dependiendo de cómo se le mire, y que sin duda deja en evidencia lo mucho que el panorama actual está al debe en cuanto a probar cosas nuevas.