Apropiación de ideas ajenas para fomentar el éxito propio

En más de una ocasión hemos escuchado, leído o incluso pronunciado que todo está inventado, que, a partir de ahora, cualquier cosa que salga muy posiblemente no sea 100% original, pues directa o indirectamente tomará inspiraciones de otros productos que salieron con anterioridad, aunque lo verdaderamente importante de esta frase es la connotación que le demos. Que todo esté inventado no implica que cualquier cosa que salga a posteriori va a ser mala o peor que el producto “original”, ni de lejos, y quien piense así está completamente equivocado. Esa manera de afrontar las nuevas obras que recibimos es demasiado crítica y no tiene en cuenta todos los contextos que acaban alimentando ese producto final que recibimos, y el cual, aunque pueda recibir dichas influencias, acaba transformándose en algo único. Pero esta línea de pensamiento crea nuevas problemáticas, como no, y la que me trae hoy a estas líneas es una de ellas, ni más ni menos que el plagio. En más de una ocasión se ha puesto el grito en el cielo tras ver en algún directo o anuncio un juego indie que bebe excesivamente de otro título independiente o de uno mayor, pero no son pocas las veces que también hemos visto esto pero en la dirección contraria, grandes empresas que deciden copiar a rajatabla elementos característicos de juegos más pequeños para sacar rédito económico o incluso mover a la base de seguidores de dichos juegos al suyo propio, y si no que se lo digan a Fortnite.

Among Us

No es la primera vez que vemos una práctica de este estilo en la industria del videojuego, pero tampoco es la primera que realizan desde Fortnite, de hecho, en sus comienzos la gente apuntaba a dicho juego como una copia del PUBG, dando de qué hablar desde sus inicios. También dio de qué hablar cuando sacó un modo de juego curiosamente similar a Among Us, título que en ese momento estaba en boca de todos, y que no dudó en fusilar a cambio de coger a gente de su público gracias a una copia prácticamente similar. Hoy volvemos a enfrentarnos a ello, aunque en esta ocasión por lo menos no es un estudio independiente de tres personas, es la mismísima Nintendo, la cual ha visto como uno de sus juegos superventas, Splatoon, ha sido víctima de este sistema de copia desmedido, pues en la última actualización un líquido ha invadido la isla del Fortnite, el cual podremos ir expandiendo y moviéndonos a través de él, casualmente bastante similar al núcleo jugable de Splatoon. Obviamente no es 1:1, pero sí que podemos encontrar una gran cantidad de similitudes entre ambos, algo que, teniendo en cuenta que hace apenas unas semanas vivimos el lanzamiento de la tercera entrega de Splatoon, puede ayudar a atraer a cierto público.

Fortnite

Lo cortés no quita lo valiente, y en Fortnite son expertos en ir cogiendo partes de otros juegos para sumarlas a su producto de manera bastante eficiente, dando lugar a un conglomerado de mecánicas que al final acaban encajando bien. Que esto no suene a excusa, pues no lo es. Puedo entender que ciertas partes de otros juegos pertenecientes a grandes empresas se utilicen para actualizarte y mejorar tu producto, sobre todo cuando es un juego como servicio, pero la línea se dibuja cuando, a raíz de tus acciones, estás atacando, aunque sea indirectamente, a los más débiles, llevándotelos por delante a cambio de aunar más y más dinero en tus arcas. Es por ello que esta nueva acción no me termina de disgustar, que sigan siendo estos los afectados, siempre y cuando dejen a los estudios independientes con su innovación, pues son de los pocos que intentan traer cosas frescas.