¿Caída del trono en tiempo récord?

Últimamente se está haciendo eco por distintas plataformas de entretenimiento Fortnite, llegando a estar durante estos últimos meses líder en la categoría de juegos en la plataforma de streaming Twitch. Meses atrás este puesto lo disputaba PlayerUnknown’s Battlegrounds, más conocido por su acrónimo PUBG, frente al todopoderoso League of Legends. ¿Qué es lo que ha hecho, desde mi punto de vista, Fortnite para arrebatar el trono de los battle royale a PUBG en tan poco tiempo?

PUBG, un injusto candidato a Juego del Año

Para empezar, y creo que uno de los puntos con más peso para que haya ganado tanta fama, es su accesibilidad, siendo Fortnite un free-to-play para prácticamente todas las plataformas del mercado: PlayStation 4, Xbox One, PC, Mac, y, más recientemente, en móviles iOS y Android. PUBG salió para PC en acceso anticipado, con un precio bastante asequible más adelante, y antes de salir del acceso anticipado se lanzó en exclusiva para Xbox One y poco después para móviles, pero no es rival para un F2P con características muy similares.

Por su parte, esta propuesta tiene una estética más casual. Más agradable y desenfadada, que hace que la experiencia de juego sea más relajada, y que, colateralmente, llame la atención a un espectro de público aún más amplio. Las mecánicas del juego son comparables con su apartado visual, siendo éstas simples e intuitivas para el jugador más novato. PUBG, en cambio, cuenta con una estética más seria, acercándose al realismo, antojándose como una experiencia más tosca y compleja de lo que realmente es.

fortnite

Además, el videojuego de Epic Games cuenta con un sistema de recompensas y niveles muy atractivo, haciendo que el jugador se ”eche una partida más” para conseguir el objetivo de la temporada, ofreciendo una amplia gama cosmética como recompensa por las horas jugadas (trajes, paracaídas, picos especiales…). Por el contrario, su rival, solo ofrece la posibilidad de comprar cajas de botín (en las que puedes conseguir ropa) con los puntos obtenidos después de cada partida, lo que lo hace que la maquinaria funcione de una forma más tediosa y cansada. Hace poco añadieron, eso sí, la posibilidad de conseguir en cajas personalizaciones especiales para armas.

En cuanto a la experiencia dentro de una partida, siento que en Fortnite todo es más fluido. Ya no solo por lo sorprendentemente estables que son sus servidores, sino también por elementos como la más que suficiente información que se nos muestra en la pantalla (daño por bala, sonido de proximidad de la tormenta…) que podríamos englobar en la interfaz, bastante agradable y comprensible. A simple vista, por ejemplo, podemos diferenciar en cuestión de segundos los distintos tipos de armas por su rareza a través de la gama de colores de la que hace gala. Por contrapartida, PUBG tiene una interfaz poco intuitiva, casi tosca, en parte por su sobrio planteamiento, ya que intenta darte la menor información posible para concebir una experiencia de juego realista. Esto es comprensible, y depende mucho de los gustos personales, pero, no obstante, lo que no tiene excusa es el estado de sus servidores, que siguen siendo mejorables, llegando a causar frustración en el jugador con situaciones típicas como disparar a un contrario y que el servidor no detecte la acción (problemas en el netcode).

Fortnite-PUBG

Otra de las razones de peso por las que Fortnite ha cogido carrerilla en cuanto a popularidad, quizás la más diferenciadora de todas, ha sido el apoyo total por parte de los influencers. YouTubers y streamers famosos (y no tan famosos) han empezado a crear contenido del juego, haciendo que millones de espectadores se hayan atrevido a probarlo. PUBG también tuvo una gran acogida en los mismos medios de comunicación de masas, pero se quedó bastante atrás en cuanto a contenido y experiencia de juego, ofreciendo actualizaciones muy esparcidas en el tiempo. En consecuencia, los creadores de contenido lo dieron de lado poco a poco, hasta llegar al día de hoy. Uno de los grandes eventos que ha causado furor y ha elevado el número de jugadores de Fortnite ha sido el reciente torneo de ElRubius, en el que invitó a 100 personajes famosos de la comunidad hispanohablante para participar en varias partidas, haciendo que miles de espectadores compartieran la experiencia en directo con su YouTuber o streamer favorito.

He jugado lo suficiente a los dos títulos como para decir que ahora mismo PUBG lo tiene bastante difícil para arrebatarle el trono de los battle royale a Fortnite, aparte de por los puntos anteriores, porque pienso que los chicos de Bluehole están evolucionando de una forma bastante lenta en comparación a los de Epic Games.