El inglés se queda a un lado para ofrecer español latino
Pese a que vivimos en un mundo cada vez más conectado, siempre ha hecho falta algo de esfuerzo por descubrir y entender las partes más lejanas a nuestro entorno habitual. Recuerdo mi sorpresa al descubrir de pequeño, la existencia de diferentes dialectos en mi idioma materno. Hasta ese momento, todo mi contexto estaba basado en el español “de siempre”. Me permito este comentario dado que esa fue mi interpretación del habla y los lenguajes en ese momento. Descubrir que, en otros rincones del planeta, en los Los Simpsons se referían felizmente al padre de familia como Homero, sirviéndose de entonaciones y fonéticas distintas fue un hecho revelador en mi joven consciencia. Poco sabía por aquel entonces que aquella extrañeza que sentía no era una situación única, sino que marcaría durante mucho tiempo una barrera de separación entre miles de personas.
Las batallas para determinar que doblaje es mejor son, como la guerra para Fallout, algo que no cambia nunca. Ya en los primeros albores de las redes sociales, cientos de mensajes eran expelidos a velocidades vertiginosas intentando demostrar porque la versión propia es mejor o, al contrario, porque esa otra es insoportable. Desde elecciones para los títulos de los juegos hasta malas interpretaciones, es fácil encontrar toda una ristra de puntos que tirar en cara al vecino, ese que no para de decir nosequé de Don Pepe y los Globos. Hay que asumir que nunca terminaremos de estar satisfechos escuchando nuestro idioma en dialectos distintos al que habituamos. Es normal, puro fruto de la costumbre. Pero esto no implica que no tengamos que poner de nuestra parte para aceptar y comprender su existencia.
Pero en ocasiones, aparecen situaciones que parecen destinadas a desembocar la tormenta. Tras confirmar su fecha de lanzamiento en los TGA, se ha comunicado que Final Fantasy XVI contará con doblaje al español, un suceso muy poco habitual en la franquicia, pero el público se ha sorprendido de que este corresponderá a la versión latinoamericana. La versión europea se servirá tanto del inglés (versión en la que se diseña el título inicialmente), como permitirá utilizar las voces en español latino. No os voy a mentir, a mí también me sorprendió. Peco de una mentalidad que me incita a pensar en que el español pasa inicialmente, por el de Españita. Es a lo que nos hemos acostumbrado, pero mucha rutina no puede enfrentarse al verdadero jefe: el dinero.
Money Talks, o como aquí dirían, poderoso caballero es Don Dinero. Las decisiones ejecutivas durante las últimas décadas se han visto influenciadas en multitud de ocasiones por la interpretación de España como una economía emergente, cuyo desarrollo conjuraba mejores expectativas que países latinoamericanos. Esa apuesta por el caballo ganador ha ido desplazándose de bando con el paso de los años, y es que actualmente, el conjunto de países latinoamericanos de habla hispana aporta un bote de consumo mucho mayor que el que representa España. Es algo lógico, ya que, de los cerca de 500 millones de hispanohablantes, menos de 50 millones se refieren a la población española. Aquí, por mucho que pueda comentarse en las redes, no hay un caso de favoritismo, de preferencia o de racismo, sólo una casilla verde en Excel que muestra cual es el balance más positivo a la hora de invertir ese valioso dinero que cubre el coste de una localización y un doblaje.
Las compañías no son amigas nuestras, ni ahora ni nunca. Por mucha protesta, el beneficio es el factor principal por el que se toman decisiones. No está mal quejarse, desde luego, pero sorprende como el doblaje en este medio enciende grandes hogueras cuando se trata del confort de los usuarios, pero todo queda rápidamente silenciado (nunca mejor dicho), cuando las bases de este se cimentan en contratos precarios o falta de profesionales, sustituidos por influencers. Si este caso sirve para confirmarnos cuanto nos gusta disfrutar de una obra doblada a nuestra lengua propia, que sirva para recordarnos una vez más la importancia de luchar porque estos procesos puedan llevarse de una forma justa.
Es cierto que plantear dos doblajes distintos de un mismo idioma cuando uno “técnicamente” vale para todos, es fácilmente visto como quemar dinero. Por eso mismo, es un buen momento para remarcar algunas estrategias interesantes, como la vista en Cyberpunk 2077, cuyo doblaje español mezclaba diversos dialectos en función de la nacionalidad del personaje que hablase. En una ciudad con población tan diversa como es Night City, esta opción encaja como la más acertada y en ningún momento se siente forzada, sino que además destaca la calidad general del doblaje. Tampoco contamos con español de España en Far Cry 6, pero su soporte es situarse en una suerte de Cuba, por lo que es lógico que se opte por esa opción.
No siempre se puede seguir una estrategia que contente a todo el mundo por igual, es imposible no defraudar a una cierta porción del público. Pero si lo que queremos es que el mercado nos tenga en cuenta, el camino pasa por apoyar a las producciones que sí lo hagan e intentar colocar la labor de los actores de doblaje en el sitio que merecen. O bueno, siempre podemos ir por ahí nombrando virreina a la gente.