A long way to go
El pasado día 22 de abril Square Enix anunció públicamente sus intenciones de reemplazar el sistema de combate de Final Fantasy VII Remake explicando que quieren que se mantenga la esencia de la estrategia del original pero con elementos de acción, creando así una obra que sea capaz de superar a la original.
Para la realización de este nuevo sistema de batalla, la compañía está ofreciendo puestos de trabajo a jóvenes desarrolladores que sean capaces de brindar una nueva visión y perspectiva al proyecto. De esta forma, el equipo de desarrollo final estaría formado por estos nuevos devs – que, según la oferta de trabajo, deben de haber mamado la franquicia durante toda su vida -, así como por ciertos animadores y programadores veteranos en la saga. La parte negativa de este cambio, no obstante, es todo lo que implica este cambio, ya que una modificación tan extrema indica que el juego no verá la luz hasta a saber cuándo.
Ya han pasado casi tres años desde que el anuncio de este remake se hizo oficial durante la mítica conferencia de Sony en el E3 2015, y las ganas de jugarlo no disminuyen a pesar de los múltiples inconvenientes que ha sufrido su desarrolo. Para los que somos fans de la saga, el hecho de que apenas hayamos visto noticias de juego en tres años nos hace preguntarnos si realmente valdrá la pena tanta espera, y si realmente la promesa de que superará al original será cumplida. Es inevitable plantearse estas dudas, sobre todo la segunda, pues el listón que dejó uno de los mejores juegos de la historia de Square Enix – y de la historia de los videojuegos – allá por 1997 resulta francamente difícil de superar; más aún por una propuesta de estas características, tan centrada en la acción directa, y tan arriesgada en cuanto a mecánicas y remozado artístico.
Final Fantasy VII supuso, para muchos, el comienzo de su interés por los videojuegos.
Puede que no fuese una aventura tan trascendental para todos los que la jugaron, pero seguramente todas las perspectivas estarán de acuerdo en que el título merece mucho la pena, a pesar de los años que han pasado. El hecho de que decidieran hacer un remake del mismo, pese a la insostenible presión popular, nos sorprendió a todos, sobre todo porque Final Fantasy XV estaba aún por llegar, y porque el juego, tal y como estaba hecho, funcionaba perfectamente aún a día de hoy.
Si bien el hecho de que no haya fecha de lanzamiento tres años después del debut puede llegar a ser un factor preocupante, si nos paramos a observar las dos caras de la moneda podemos pensar que el desarrollo se esté prolongando puede ser un sinónimo de que pretenden hacerlo lo mejor posible, puliéndolo hasta casi la perfección. Al menos, eso es lo que me invita a creer mi corazón de fan, que, ante todo, se posiciona en contra de las promesas vacías, pues no quiero que acabe saliendo un juego decepcionante que altere el cariño que le tenemos al producto original.
Dados los cambios visibles en el tráiler, resulta inevitable comparar la decimoquinta entrega numerada de la franquicia con esta revisión, pues el sistema de combate de XV, de acción en tiempo real, comparte muchas similitudes con lo visto hace 30 meses. Y puede que dicho sistema contase con una profundidad escasa y con un comportamiento algo errático por momentos, pero innegablemente era un sistema que funcionaba y que era coherente con el juego protagonizado por Noctis, del mismo modo que el sistema de Final Fantasy VII resultaba acertado para la época, y para los medios de los que la desarrolladora disponía hace veinte años. La acción en tiempo real, bajo mi punto de vista, no tiene porqué sentarle mal al juego de Cloud, y, pese a los riesgos, me parece una evolución lógica dados los cánones actuales, premiando la espectacularidad y la sensación de poder, pese al cierto encanto que reside en los clásicos turnos.
Es por esto que la decisión de modificar algo tan básico y que, al final del día, podía llegar a encajar bien en el conjunto, nos ha pillado a muchos desprevenidos, especialmente por lo que supone la decisión. Sí, parece que a la propuesta de Square Enix todavía le queda mucho camino por delante, pero supongo que eso también es de ayuda a la hora de no tener tan clara la idea preconcebida de cómo podría ser, y a la hora de que, en un E3 como el que dará comienzo en unos meses, Final Fantasy VII pueda tener la oportunidad de brillar de nuevo.