Por el buen camino
Mientras que una hábil Microsoft ya preparaba motores de cara al E3 2019 y una vitaminada Nintendo nos emplazaba al evento angelino para mostrarnos sus últimas novedades, Sony, en un nuevo afán por redistribuir su presencia mediática y por tratar de dar el pistoletazo de salida a la fiebre de los videojocs, anunció hace escasos días la retransmisión de un inminente State of Play, que finalmente tuvo lugar la pasada noche del jueves. La retransmisión de una segunda edición de un evento que originalmente no dejó un muy buen sabor de boca, entrando sin sorpresas en un formato del que parecían querer apropiarse y buscando llegar a un nicho de la comunidad incierto, a medio camino entre el mainstream y las tendencias menos comunes. De los errores se aprende, y buena prueba de ello fue, para sorpresa de muchos, el reciente evento, tan trepidante como efímero, que consiguió elevar el hasta ahora ínfimo nivel de la serie hasta posicionarla como una competencia sana y potable – aunque aún inferior – equiparable al resto de grandes productoras.
Tras horas en vilo rebosantes de rumores, la cuenta atrás que apuntaba al inicio del evento llegaba a su fin, y, acto seguido, un tráiler con el logo de Capcom aparecía en nuestra pantalla. Nos encontrábamos, al fin, ante un comienzo prometedor, digno de esta clase de microeventos, que, lejos de la emoción y del clamor popular, anticipaba una retransmisión mucho más centrada y densa que la anterior. Entre sudores fríos por la posibilidad de algo nuevo relativo a la marca Resident Evil, o incluso de algún contenido descargable para el tan reciente Devil May Cry V, Monster Hunter: World se abría paso para sacar pecho de Iceborne, una nueva expansión de gran calado que llevará el próximo 6 de septiembre a nuestras PS4 una ingente variedad de nuevos monstruos y misiones de temática invernal. Los biomas mostrados, desde luego, mantenían el soberbio nivel del diseño original, por lo que a buen seguro encontraremos en unos meses una razón de peso para volver a perdernos en esta majestuosa tierra que Capcom parió para nosotros un año atrás.
Tras este inicio, los indies no tardaron en apoderarse del show, comenzando por un dungeon crawler bastante simpaticón de corte voxel que, bajo el nombre de Riverbound, prometía llevar el cooperativo para cuatro jugadores a los campos de batalla más destructibles del género. De la mano de Cococumber, podremos disfrutar, además, de diversos personajes reconocidos de otros universos, como podría ser el caso de Shovel Knight, de Juan de Guacamelee! o de El Chico de Bastion. Una aventura agradable y acertada que, no obstante, no tardó en desafinar al lado del nuevo proyecto de PlayStation, illfonic y 20th Century Box, compañías que presentaron nada más y nada menos que Predator: Hunting Grounds a través de un teaser, quizás, demasiado misterioso. Con un estreno estimado para 2020, nos encontraremos ante una entrega multijugador asimétrica al más puro estilo Evolve, de la que esperamos un mejor resultado que el ofrecido por la obra de Turtle Rock. Solo el tiempo dirá.
Justo cuando las expectativas parecían estar bajando, la empresa reparó en ello y consiguió despuntar con una de las grandes promesas del evento, con un esperado remake de MediEvil que, de la mano de Other Ocean, dejaba unas impresiones, me atrevería a señalar, francamente mejores que las de los pasados vídeos. Es una pena que, nuevamente, nos encontrásemos ante un vídeo tan sumamente breve, que nos dejaba con unas ganas brutales de llegar a ese 25 de octubre que ahora se alza como fecha de estreno oficial. Afortunadamente, podremos amenizar la espera, en principio, con un título peculiar de acción, aventura y sigilo en tercera persona, protagonizado por nada más y nada menos que una ardilla voladora. AWAY: The Survival Series nos meterá en la piel de un roedor, y, por tanto, nos incitará a pasear por determinados escenarios evocadores, apropiados para entrenar nuestra capacidad de contemplación.
El evento llegaba a su final, y Sony aprovechaba para hacer promoción de una edición limitada de PlayStation 4 basada en su festividad Days of Play antes de dar pie a ese golpe sobre la mesa final que tanto echamos de menos la última vez; que se antojaba necesario, y que realmente ha acabado provocando que incluso los menos acérrimos a la marca hayan quedado conformes con esta suerte de Direct. Aún con todos los problemas de su desarrollo, Final Fantasy VII Remake estaba vivo, y, no contento con dejarse ver a través de ciertas cinemáticas francamente espectaculares, enseñaba, orgulloso, su remozado gameplay, que no dejaba de ser una evolución de lo que ya pudimos ver en el tráiler original, lanzado hace un par de años. No pudimos ver mucho, al fin y al cabo, porque, efectivamente, el teaser no dejó de ser eso ni por un segundo, alcanzando escasamente el minuto de duración.
Con la promesa de recibir nuevos detalles sobre la propuesta de Nomura en las próximas semanas, emplazándonos al mes de junio, PlayStation cerraba – de una manera un tanto abrupta, si me preguntáis – un State of Play acertado, que mejora drásticamente lo visto y que nos invita a volvernos a ilusionar por la marca y por sus lanzamientos. ¿Smoke & Mirrors? Puede ser, pues bien es cierto que han escaseado las fechas de lanzamiento – marca de la casa – y la información sobre exclusivos de carácter triple A, pero no creo que ello sea una razón de peso para dejar de tomarnos el evento como lo que es, a fin de cuentas: un abrir de boca para un E3 que, visto ahora, no parece que vaya a estar mucho menos competido que otros años.