El joven puede morir, pero el viejo no puede vivir
Si algo no está roto, no lo toques. O eso se suele decir. Quizás es lo que muchos fans de Final Fantasy VII pensaron cuando se anunció por primera vez su Remake en aquel ya lejano 2015. Mucho ha llovido desde entonces y, aunque el título ha demostrado a través de sus muchos avances que puede llegar a ser más que un simple lavado de cara, la sombra de la obra original es muy grande dentro de los recuerdos de la mayoría de jugadores, así que a apenas un mes de su lanzamiento, las dudas siguen a flor de piel. Unas que se han intensificado en algunos sectores de la comunidad de fans con la salida de esa esperadísima y prácticamente impensable Demo pública que vio la luz durante el día de ayer. Porque una cosa es ver un tráiler y no saber muy bien qué esperar del juego, y otra es directamente probarlo durante una o dos horas.
Que Final Fantasy VII seguramente vaya a ser una decepción para muchos y muchas creo que es una realidad. “Esto no era así en el original“. “Este personaje es nuevo“. “Éste decía otra cosa y no esta“. “El combate no es por turnos“. Comentarios como estos van a ser el pan nuestro de cada día durante los próximos meses, pero también es algo normal, en cierto sentido. Estamos hablando de un título que salió hace veintitrés añazos, convirtiéndose en el punto de entrada dentro de los videojuegos para muchos jugadores. Son muchos recuerdos, muchas tardes en Midgar y sus alrededores y muchas horas dedicadas a un juego que es más que simplemente eso para algunas personas. Es normal que, al ver tantos cambios, sientas que no estás jugando a lo mismo y estés decepcionado. Es normal que prefieras el original. Pero también es normal que Final Fantasy VII Remake no pueda llegar a cumplir la mayoría de expectativas que hay puestas ahora mismo sobre él.
Junto con la salida de la Demo, se publicaron infinidad de impresiones por parte de compañeros de la prensa, tanto nacional como internacional, tras haber jugado en un evento privado durante tres horas al juego. Pudieron disfrutar del inicio del juego, al igual que nosotros en esta prueba gratuita, pero también vieron partes más avanzadas y inéditas para el resto del público. Las opiniones han sido extremadamente positivas en general, y la verdad es que es algo que me ha alegrado bastante. Yo personalmente soy el primero que siempre ha tenido dudas con respecto a este juego -sin ser tampoco santo de mi devoción el original-, pero se nota que Square Enix está poniendo toda la carne en el asador para darnos un producto fresco y nuevo, pero fiel en todo momento al que se lanzó en 1997. Es por ello que -creo- a nivel de prensa y visto lo visto va a llegar a funcionar estupendamente. Sin embargo, los problemas empezarán a venir dentro de la comunidad.
Final Fantasy VII Remake no va a poder contentar a todo el mundo. Es, literalmente, imposible. Habrá gente contenta y gente decepcionada. Habrá gente fan del original que vea esto como una oportunidad de lujo para poder conocer más sobre este universo desde un nuevo punto de vista, y habrá otra gente que lo odie simplemente por su naturaleza de Remake. Pero también hay que pensar que este videojuego va a servir como punto de entrada dentro del JRPG y de la propia franquicia Final Fantasy para muchos jugadores, al igual que lo fue su séptima entrega hace veintitrés años. Este es un producto de fans, para fans, pero también un precioso escaparate para aquellos que no han tocado un videojuego en su vida y les llama la atención ese que tiene en la carátula un señor con pelopincho y una espada enorme.
El tema es que, quizás, deberíamos dejar a un lado nuestro pasado para poder disfrutar del presente y de este Final Fantasy VII Remake. Su lanzamiento es como una fiesta. Una donde se celebra esa puerta de entrada tanto para nosotros -jugadores ya “veteranos”-, como para esos jugadores noveles. La celebración de una parte importante del pasado del sector de los videojuegos, pero también de su presente y su futuro más próximo, donde Final Fantasy VII vuelve a ser el protagonista. Algo que, para mí, es mucho más importante que algunos detalles o nuevas adiciones que se hagan en este Remake y con las que podamos estar más o menos contentos.