Hacer autocrítica está bien
Creo que no hace falta una introducción para el archiconocido título que nos ocupa hoy, Fallout 76. Tras Fallout 4, que llegaba tras existir durante años únicamente en los sueños de los fans de la saga, y que una vez lanzado no tuvo el mejor de los recibimientos (el motor gráfico o la dificultad fueron las mayores dianas para las críticas), Bethesda se dispuso a crear su versión online, que desembarcó con plataforma propia, infinitos problemas técnicos (los cuales se siguen arreglando incluso a día de hoy) y escaso contenido así como una jugabilidad algo vacía, aunque en los números no le haya ido del todo mal a Bethesda, superando ampliamente el millón de copias vendidas.
Sin embargo, y tal y como ya hizo Pete Hines (vicepresidente senior de marketing y comunicación de la compañía) en el año 2016, incidiendo en que Bethesda no estaba por la labor de hacer siempre títulos para un jugador alternando Fallout y The Elder Scrolls, ha vuelto a salir a la palestra para defender el cambio de rumbo que supuso esta entrega, aunque no haya salido bien. Al menos, le honra reconocer el fracaso, algo a lo que no estamos acostumbrados, especialmente desde las empresas AAA de la industria.
Intentamos algo que supuso un gran cambio de dirección para el estudio. Y que no saliera bien no significa que no debas hacerlo, sino que debes aprender las lecciones de lo que no funcionó bien para que la próxima vez que intentes algo realmente diferente, esperemos que evites algunos de esos problemas y cuestiones.Pete Hines
Y en cierto modo, tiene razón. Apostar por algo diferente no es malo, puede gustar más o menos al público (incluso alterarlo, alejándose del nicho para abrirse al más general), pero cierto es que también hay formas y formas. En primer lugar, al igual que con Fallout 4 se tomaron todo el tiempo del mundo, y en muchos aspectos se nota el cariño que solo puede aportar ese extra de dedicación, Fallout 76 desprende esa sensación de prisa por lanzarlo a la venta a cada instante. Y sin querer hablar de todos y cada uno de los bugs (ni querer entrar a comentar los muchos artículos y noticias que ya hemos publicado al respecto), algo que no se puede hacer es tener el juego a medio hacer en el lanzamiento, no haber terminado de arreglar todos los problemas un año después, y lanzar una suscripción de pago adicional con mejoras para aquellos que deseen volver a pasar por casa, puesto que, recordemos, que Fallout 76 no sigue el modelo Free to Play, sino que se trata de un juego de pago.
Y aun así, hay que reconocer que Bethesda, pese a todo, sigue añadiendo actualizaciones y eventos para intentar que sus jugadores no se sientan abandonados, a pesar de la rotunda decepción que a todas luces ha supuesto el proyecto, en vez de dejar el juego y a la comunidad a su suerte. A pesar de que probablemente sean esfuerzos que esten cayendo mayoritariamente en saco roto, lo realmente importante es que desde la desarrolladora tomen nota de las declaraciones de Pete Hines, y en caso de que decidan intentar un título multijugador de nuevo, tomen nota de todos los errores cometidos, y como poco, no tropiecen dos veces con la misma piedra.