"Espectáculo único para nuestro país... pero que también irá a otros, que hay que comer"
La exclusividad es uno de los baluartes y razones para comprarte una consola. Es lo que permite diferenciar a unas de otras cuando la potencia técnica es parecida: los juegos que otras plataformas no tienen. Conforme han ido pasando los años y las plataformas de distribución de videojuegos se han ido expandiendo a través del mercado online, han surgido ideas como GOG, Steam y la ya no tan reciente Epic Store. Estas tiendas, al menos GOG y Steam, nacieron con la idea de especializarse en un hábito y acabaron derivando en que otras compañías fundaran sus propios launchers, y al final todo viene a ser lo mismo: la exclusividad en PC no es inviable, pero medios como la piratería la diluyen más fácilmente que con las consolas actuales, ya que el medio de juego es el mismo venga de donde venga.
Final Fantasy VII Remake iba a ser una de esas grandes exclusivas de PS4, habiendo sido revelada la tira de años con un desarrollo del que espero con ganas un post-mortem, pero parece que algo ha cambiado en la forma que tenía planteado Square-Enix este proyecto (seguramente dejar de lado un mercado ingente de gente dispuesta a pagar por su producto), por lo que será exclusivo de PS4 durante solo un año, saliendo este juego en la consola de Sony el 3 de marzo y en el resto de plataformas aún sin especificar el año siguiente. Conozco a bastante gente que se ha comprado una consola por un solo juego, de éste en concreto unas cuantas, y la idea de que una herramienta tan cara al final resulte ambigua frente a otra cuya ventaja a favor es tenerlo antes no es que les haya gustado mucho. Lo mismo pasó con The Last Guardian, Persona 5 y demás juegos con un proceso de producción interminable.
Aunque aquí no acaba la cosa para el mundo de las exclusividades: Annapurna Interactive ha lanzado hoy Ashen en Steam, GOG, PS4 y Switch, habiendo sido exclusivo de Epic Store durante todo un año. Este juego, aunque no tuvo muchísima acogida, estaba bastante centrado en la idea del juego cooperativo en un mundo abierto, donde te encontrabas a otros jugadores por el camino sin llegar a ser un MMO. Aún no está muy claro si tendrá crossplay entre plataformas, pero de ser así sería un puntazo, ya que reforzaría la idea de estar en un mundo vivo y, por qué no, la interacción misma entre jugadores. Este es un punto que me hace posicionarme en contra de las exclusividades, y es que si es un juego multijugador de este tipo muchas personas no van a poder probarlo y encima los que lo hagan no van a tener tanto tráfico de gente en su mundo. No estoy diciendo que eso rompa la experiencia de juego, por supuesto que Journey salió en PS4 y fue una locura para muchos, pero el dar más acceso cuanto aún se está a tiempo me parece una decisión bastante acertada.
Las exclusividades antes tenían mucho más sentido, ya que las consolas eran ordenadores especialmente dedicados a correr estos juegos que en PC solo podías soñar. Ahora mismo, que un juego sea exclusivo puede llegar a ser hasta limitante para el desarrollo del mismo, como es el caso de Breath of the Wild que, aunque supo aprovechar mucho la potencia de una consola como la Switch, todo el mundo babea con la idea de verlo alguna vez en PC. Fueron los modders los que consiguieron hacerlo realidad, aunque necesites un ordenador de la Nasa, incluso correrlo algo mejor que en su consola nativa. La baza de la exclusividad apenas tiene ya sentido cuando el juego va a terminar por salir en otras consolas, pero es importante ese primer tirón. También hay que saber cuándo anunciarlo o pasará como con Death Stranding, que mucha gente canceló sus reservas para poder jugarlo más tranquilamente y mejor en sus PCs. Al final todo depende del prisma con lo que lo mires, si el de la accesibilidad o el económico, y casi siempre ganará el segundo.