La evolución de la locura en la saga Far Cry

El significado de la demencia

La saga Far Cry es una de las más queridas por los jugadores de FPS, y no es para menos ya que siempre ha conseguido transportarnos a los lugares más exóticos con las culturas e ideologías más locas. Y de eso precisamente trata este artículo, de la locura y de cómo ha ido evolucionando o cambiando a lo largo de sus últimas 3 entregas y de cómo se ha ido enfocando esta idea en los distintos juegos. No hablaré de las otras dos anteriores entregas ya que mi compañero Kuba Kobalczyk ya se encargó de opinar de ello.

Un aspecto a destacar de esta saga es la localización, y es que en Far Cry 3 y 4, la localización es un poco parecida, por el hecho de que ambas son en Asia. Aun así, ambos juegos no dejan de ser muy diferentes, ya que varía el significado de locura de un sitio a otro.

En Far Cry 3 la locura venía inducida por la gran cantidad de drogas que, tanto el protagonista como sus aliados y enemigos consumían. La droga está tan asentada en la isla que ya ven normal meterse chutes de lo que sea, ya sea para ser más fuerte, sentirte mejor o por el simple hecho de evadirte de la realidad y de la posibilidad de que al día siguiente te mate un pirata de Vaas o un tigre. Pero a pesar de acabar con Vaas y sus piratas, en la isla aún queda una persona que está aún más desquiciada que Vaas o incluso que su hermana Citra, Jason Brody, el protagonista del juego. Jason Brody es un muchacho de california que solo quería pasar las vacaciones con sus amigos en Tailandia y ha acabado asesinando piratas y mercenarios con un cuchillo, escalando acantilados, nadando con tiburones etc. pero lo peor de todo esto es que el mismo se da cuenta de que disfruta haciendo todo eso, ha cambiado drásticamente de vida para acabar viviendo a base de adrenalina, lo que nos demuestra que esta es la droga más adictiva y la que pude llevar a la locura de la que se habla durante todo el juego, el hacer las cosas diferentes.

En Far Cry 4 la locura no está tan presente como en la anterior entrega ya que el protagonista no tiene el mismo carisma que Jason y simplemente hace lo que le piden los jefes locales de la resistencia contra Pagan Min. A pesar de que el protagonista en este juego, Ajay Ghale, no esté tan sumido en ese estado de locura al final del juego, es cierto que no le hace falta ya que la locura de los demás personajes la suple a la perfección. Por un lado, tenemos al loco tradicionalista de Sabal y la loca progresista de Amita, los líderes de la senda dorada, los rebeldes. Digo que ambos personajes están locos por que solo pretenden implantar su ideología y radicalizar el país conforme a sus ideas y para ello deben convencer a Ajay. No obstante, estos personajes no se acercan ni de lejos a Pagan Min, el antagonista del juego y Rey de Kyrat. El típico Rey autocrático que pretende gobernar el reino a base de asesinatos y drogas.

Ahora bien, en Far Cry 5 la locura viene acompañada de un tema peliagudo, además de la droga- Por supuesto, hablo de la religión.

Este es un tema que puede acarrear problemas al que lo trate sin la necesaria diligencia, y en Far Cry se lo pasan por donde todos sabemos. En Far Cry 5 el protagonista no es tanto el personaje que manejamos como el propio Joseph Seed. Mientras en los otros Far Cry de los que hemos hablado el protagonista va descubriendo su verdadera personalidad y enloqueciendo con el transcurso de la historia, en la quinta entrega numerada de la franquicia el protagonista eres tu directamente ya que es un personaje que hemos creado previamente y por tanto no tendrá personalidad alguna, un aspecto erróneo en mi opinión ya que una de las mejores cosas de la saga es precisamente ese enloquecimiento del personaje principal, ese camino del guerrero que es necesario recorrer para acabar con el enemigo.

En Far Cry 5, la historia se centra en desarticular la secta de Joseph y como acción colateral vamos conociendo más de Joseph, sus hermanos, su fanatismo desmedido y como vencerlo. Es por esto que el juego gira más en torno a la locura del antagonista que al propio protagonista.

Ahora bien, como he dicho esa locura se debe a la religión y a las drogas, aunque en el caso de Joseph es solo la religión – pues la droga que emplea la secta es para controlar a los sectarios y causar estragos en la mente del protagonista -. Recurrir a la religión como causante de toda la locura es algo acertado, arriesgado, y muy en el contexto de la actualidad por esos señores de ciertos países de oriente medio que están en guerra santa. Es más, hay una enfermedad psíquica llamada el síndrome de Jerusalén que hace que los que afectados se crean los mesías o profetas de Dios, algo que perfectamente podría padecer Joseph, aunque este lo lleva más al extremo que un turista alemán en Jerusalén.

Como he venido exponiendo a lo largo del artículo, en la saga Far Cry la locura es algo que está muy presente y de diversas formas, no obstante, siempre hay un nexo de conexión entre todos los juegos y sus locos antagonistas y a los protagonistas, no menos locos, el poder y la lucha por él. Si nos fijamos, Vaas Montenegro, Pagan Min y Joseph Seed, son los líderes de sus respectivas organizaciones, ya sean jefes piratas, jefes de estado o jefes de sectas. Esto nos quiere decir que la saga Far Cry está hablando de la locura del poder y de que todo aquel que tenga poder se puede volver majara, aunque claro, las drogas siempre ayudan a volverse loco, eso y los problemas psicóticos de más de uno.