Una máquina del tiempo destino a los años 80
Cuando a principios de mes acudí a la presentación de Eternum EX en el showroom de Nintendo en Madrid, tuve la oportunidad de probar brevemente el proyecto de Radin Games y Flynn’s Arcade, con buenas sensaciones y la impresión de que los desarrolladores habían logrado a la perfección el objetivo que se habían marcado con el juego, el cual nos presentaron poco antes de comenzar la sesión de juego.
Ahora que he podido jugar de forma más calmada y tranquila, puedo decir que la sensación de estar en un salón de recreativas está extremadamente conseguida, con todos los elementos del juego centrados en crear esa nostalgia en todos los sentidos, comenzando por los modos de juego. Alejado de los estándares que rigen los plataformas desde la época de Super Mario Bros. 3 de NES, el mapa de los niveles de juego desaparece dando toda la importancia a los niveles en sí, 25 en total, repartidos en 5 secciones diferentes, y que a su vez se componen de 4 fases que podríamos considerar “estándar” y una extra con un jefe final para cerrar cada una.
Los niveles comunes presentan todos la misma estructura, con un escenario estático con cofres repartidos junto a diferentes plataformas, los cuales tendremos que recoger al completo para que se abra el portal al siguiente nivel, ubicado en el centro del mapa en cuestión. Para evitar la repetitividad, según vamos progresando se incorporan diferentes mecánicas a estos niveles, como cofres cerrados (que podremos abrir saltando debajo de ellos un par de veces, como si se trataran de bloques de interrogación de los juegos del veterano fontanero) o plataformas móviles, otras que desaparecen a los pocos segundos de estar en ellas, junto a nuevos enemigos en cada uno (aunque en ocasiones son nuevas iteraciones, con nuevas habilidades, respecto a otros ya vistos anteriormente), que aportan un mayor dinamismo a la acción. Nosotros, que encarnamos a un Sir Arthur anciano que, además de moverse, solo puede saltar y golpear cuerpo a cuerpo a los enemigos, que irán aumentando en cantidad en función del tiempo que estemos en el nivel. Con esto ya podemos empezar a hablar de la dificultad.
Eternum EX es un juego exigente, que no da concesiones en ningún momento. Desde el momento en el que se nos presentan sus dos modos de juego, llamados “Home Mode” (con 3 vidas en total y la posibilidad de guardar la partida después de superar cada mundo) y “Arcade Mode” (con 5 vidas, y la posibilidad de continuar una vez las perdamos todas, pero sin la capacidad de guardar la partida), los cuales ya adelantan el sufrimiento que vamos a sentir a la hora de acompañar a Sir Arthur en su aventura por las mazmorras de Samarnath en busca de la eterna juventud. El hecho de que los enemigos incrementen su presencia en el escenario de forma exponencial, junto al cronómetro que tendremos en contrar, impide que podamos jugar con total calma, calculando cada salto y golpe, y tengamos que jugar a un ritmo más rápido del que nos gustaría. Además, honrando a los juegos clásicos, cada golpe que recibamos implica perder una vida.
Esto quiere decir que en caso de jugar en “Home Mode”, disponemos de 3 vidas para afrontar 5 niveles completos, lo cual, sinceramente, me parece una hazaña digna de jugadores muy habilidosos (o que se han aprendido ya por completo cada nivel, con un patrón que facilite la tarea), porque, aunque los niveles básicos pueden resultar incluso sencillos, los jefes finales, además de la propia pelea, incluyen un camino en sentido vertical que recuerda por momentos a las torres de la franquicia de Super Mario Bros. Sí, son muchas referencias al icónico personaje de Nintendo, pero es la mayor referencia que tengo como jugador en los títulos de plataformas, y que sirve perfectamente para, salvando las distancias, establecer estas comparaciones.
Resumiendo de forma simple, Eternum EX es un juego que nos va a hacer sufrir y pronunciar numerosos insultos de todo tipo en múltiples situaciones diferentes debido a la frustración que vamos a llegar a acumular (en mayor medida por la pérdida de progreso que tendría como consecuencia de perder, en Home Mode, o rendirse, en Arcade Mode), con la correspondiente satisfacción al superar el nivel correspondiente. Para cambiar un poco los ejemplos, diré que, aunque plantean escenarios muy diferentes (a nivel de planteamiento de juego en todos los sentidos), pero que tienen una visión muy parecida en lo que a dificultad respecta.
En el apartado técnico, el motor Unity se comporta perfectamente, destacando el trabajo realizado a nivel artístico por el equipo, tanto a nivel de sprites como de animaciones, que nos trasladan a los juegos de recreativas o NES con mucha fidelidad, junto a un apartado musical que, siendo continuista a lo largo del juego, sin grandes variaciones, ayuda a construir esa pequeña capsula del tiempo que nos traslada casi 40 años al pasado. De igual manera, y habiendo jugado a Eternum EX en su versión de PC, me atrevo a aventurar que, de tener que recomendar una versión, inclinaría la balanza en favor de la de Nintendo Switch, que por ritmo de juego puede dar lugar a una mejor combinación con este juego, enfocado a partidas más cortas (especialmente en el modo portátil), pero con cuidado, por favor, de no golpear la consola por posibles enfados.
Regreso al pasado
El desarrollo de Flynn’s Arcade y Radin Games permite ver que el tiempo extra que ha recibido el proyecto merece la pena, ofreciendo un título redondo que logra su objetivo a la perfección, devolvernos a la época de los años 80 con un plataformeo difícil y exigente que nos hará sudar y sentirnos inútiles en numerosas ocasiones ante las decenas de enemigos que podrán acumularse de forma simultánea en pantalla, pero que merecerá la pena una vez logremos la eterna juventud para Sir Arthur.
Este análisis ha sido realizado con un código de descarga para PC cedido por Zerouno Games.