Doble filo
“¿Alguna vez has soñado con crear tu propio juego de plataformas en 3D, un título de carreras apasionante o una aventura de desplazamiento lateral en la que tienes que darles para el pelo a los alienígenas? Ahora puedes hacer realidad tus sueños gracias a Estudio de videojuegos para Nintendo Switch, una manera muy divertida de crear tus propios juegos”. Así es como la compañía japonesa presentaba, hace cuestión de semanas, su propuesta más creativa de cara a esta primera mitad de 2021, que pretende deleitar a aquellos usuarios que siempre hemos tenido el gusanillo de crear nuestras propias aventuras. Estudio de Videojuegos nos permite convertirnos en desarrolladores de juegos de un modo sencillo a la par que divertido.
En esta aventura creativa nos acompañarán Bob, un punto azul, y Alice. Ambos nos guiarán a lo largo de las siete lecciones que plantean las bases de la creación de un videojuego. Ellos también serán los encargado de presentarnos a los Nodon, unas cajas que representan todos los objetos y acciones de un juego y que tienen una personalidad individual acorde con la función u objeto que representan.
No es la primera vez que Nintendo crea un juego para que, valga la redundancia, los jugadores tengan la opción de crear y desarrollar sus propios títulos. Ya hizo sus pinitos con Super Mario Maker, que permitía crear niveles de plataformas, y con Nintendo Labo, que incorporaba ciertos módulos de programación. Con Estudio de Videojuegos, el equipo quiere ir un paso más allá y prestar al usuario todas las herramientas y conocimientos necesarios para desarrollar cualquier tipo de videojuego.
El interés de una propuesta así es obvio, y su naturaleza educativa es encomiable. No todos los días tenemos la oportunidad de poner sobre el papel ese concepto que siempre hemos tenido sobre la cabeza, y que se nos proporcionen las herramientas para programarlo y desarrollarlo. Además, es una oportunidad magnífica para que el público tenga más conocimiento sobre todo lo que conlleva la creación de un juego. También permite a los usuarios compartir sus creaciones con el resto de jugadores y probar los proyectos finalizados de otra gente, lo que puede fundar una especie de comunidad de creadores amateur que puede resultar muy interesante.
Pero, por otro lado, quizás Estudio de Videojuegos pueda pecar de simplificar, en cierto grado, todo el proceso de planificación, desarrollo y creación de un juego y hacer que quede reducido a un simple juego de niños. En la industria del triple A actual (y no tan triple A), hay proyectos que pueden tardar décadas en completarse, y nosotros con una consola y acceso a ellos podemos acabarlos en unas horitas, si es que llega a tanto. Obviamente no se podrán crear juegos al nivel de Grand Theft Auto V o Fortnite, pero seguro que se pueden hacer verdaderas maravillas. Teniendo en cuenta esto y la capacidad y rapidez de mejora de la tecnología, llegará un punto en que ya no se necesitará más la tecnología de los motores convencionales, porque cualquier persona podrá crear un videojuego desde su casa sin ningún material especial. ¿Podrá esto, de alguna forma, vanalizar el desarrollo de videojuegos, y restar mérito al trabajo hercúleo que a día de hoy es desarrollar? En un par de semanas (concretamente, el 11 de junio), saldremos de dudas.