Take me down to the Paradise City
Justo cuando parecía que las remasterizaciones eran cosa del pasado, hace cuestión de semanas una tienda brasileña sorprendió a propios y extraños filtrando la existencia de Burnout Paradise Remastered. Un título de conducción que sentó cátedra en la generación anterior, y que ahora, tras la posterior confirmación por parte de Electronic Arts, sabemos que llegará a Xbox One y PS4 el próximo 16 de marzo, aterrizando meses más tarde en PC a través de su plataforma digital Origin. De paso sea dicho, cabe destacar que, por su parte, la compañía no tiene planes de trasladar la aventura a Switch, aunque, irónicamente, creo que esta era la plataforma más adecuada para un lanzamiento de estas características.
Al margen de las obvias mejoras gráficas (4K y 60fps para PS4 Pro, Xbox One X y PC), me veo en la obligación de destacar que esta nueva edición del clásico incluirá ocho paquetes de contenido descargable, que irán llegando a la entrega paulatinamente en forma de actualizaciones gratuitas. Asimismo, añadir que la obra está siendo revisada en colaboración con Criterion Games, padres de la aventura original, aunque por lo que se ha comentado a través de las redes sociales – y a falta de confirmación oficial – parece ser que quienes llevan los pantalones en el desarrollo son los chicos de Ghost Games, actuales responsables de la franquicia Need for Speed.
En cierto modo, el estreno de una aventura así significa muchas cosas para Electronic Arts. En primer lugar, significa su introducción al modelo de las remasterizaciones, presidido hasta el momento por Sony y Ubisoft, cuando parecía ser la única compañía que se resistía a aceptar estas cuestionables políticas. Por otra parte, el hecho de haber escogido la franquicia Burnout podría suponer el regreso de la misma durante los años venideros, aunque también significa dejar de lado a una comunidad tan grande como es la de Mass Effect, que durante años solicitó un Mass Effect Trilogy para la generación actual de consolas, y que lo único que recibió por parte de Electronic Arts fueron negativas constantes a causa de que ellos estaban más interesados en “ofrecer experiencias nuevas” al consumidor.
¿Micropagos en una remasterización?
Desde el pasado E3, cada vez resulta más complicado predecir con exactitud los próximos pasos de la compañía distribuidora de Titanfall, Battlefield y Mirror’s Edge. Durante los últimos días, diversas fuentes se han encargado de expandir un rumor relativo a esta revisión, el cual sugería que Burnout Paradise Remastered iba a contar originalmente con micropagos. De haber sido esto cierto, habría sido una actitud extremadamente ruin por parte de EA, que en el pasado ya destrozó propuestas como Need for Speed Payback a causa de las ya estandarizadas lootboxes. Una actitud especialmente criticable, pues el producto original se encontraba exento de micropagos, pero que no ha surgido de la nada; tal y como muchas de estas páginas señalaban, era en la ficha técnica oficial que acompañaba a la descripción del juego donde se indicaba que este iba a contar con compras in-game.
Visto el panorama, resulta lógico pensar que, quizás en el pasado, esta hipótesis fue una realidad para Electronic Arts. Sin embargo, tras el enorme batacazo que supuso Star Wars: Battlefront II – tanto a nivel de ventas como a nivel de crítica, especialmente por parte de público -, es probable que la compañía reculase, replanteándose su estrategia comercial y sus políticas de cara al futuro. Implementar algo tan sumamente innecesario como las cajas de loot en una propuesta que originalmente carecía de ellas era precisamente lo que nos faltaba para que todo se fuese al garete; lo que nos faltaba para que los usuarios perdiéramos definitivamente esta guerra. Menos mal que supimos reaccionar a tiempo.
P.D: Llevo todo el artículo queriendo mencionar la banda sonora de título original, pero no ha habido manera de mentarla de una forma en la que no quedara forzada. Así que, qué más da. Os la dejo por aquí para que la gocéis y ya está. Tampoco tiene por qué estar todo siempre bien hilado, ¿no?