Un mal augurio en este lanzamiento
El próximo 14 de noviembre se lanzará Fallout 76, el juego multijugador de mundo abierto ambientado en Fallout de Bethesda, y lo hará con un parche de día uno obligatorio debido a su carácter online. Dicho parche será de un tamaño considerable porque ocupará más que el propio juego. El parche tiene un tamaño de 54 GB mientras que el juego ocupa 45 GB, lo que supera al propio título en 9 GB, algo inédito hasta ahora.
El tamaño del parche viene a confirmarnos el duro trabajo que ha tenido Bestheda en los últimos meses para rectificar el juego a tiempo e introducir numerosos cambios, contenido y elementos en el juego. La falta de compresión es un indicador del trabajo apresurado para finalizar el juego antes de las fechas navideñas. Lo que a su vez es un mal augurio de lo que podremos esperar de Fallout 76.
Para quiénes jugaron la BETA esperando encontrar un Fallout más, quedaron desencantados por estar ante una fórmula completamente diferente. La pregunta es: ¿Esa fórmula está bien implementada? Porque ciertamente es admirable ver nuevas fórmulas en el mercado de los videojuegos pero ¿habría sido necesario utilizar una IP tan reconocida como Fallout o hubiese sido mejor utilizar una IP diferente?
Crear un universo propio, rico y variado, de mundo abierto no es tan sencillo como pueda parecer. Pero crear un mundo jugable coherente y completo lo es más difícil aún. Podemos quedar ante un mundo vacío carente de propósitos o un mundo tan mal realizado que se pierda todo el hilo inmersivo/conector del videojuego. Un juego como Fallout 76 que partía de ideas poco concisas y claras como ser un multijugador sin ser un survival al uso ni tampoco ser un juego en el terreno competitivo daba poco margen para luego elaborar una historia al mismo nivel de detalle que la saga original. Esto, no quita que la historia pueda ser interesante, pero nos tememos que parches voluminosos como éste y los numerosos bugs de los que ya advertía Bethesda en su cuenta de Twitter echen por tierra la oportunidad de estar ante un videojuego diferente.
En mi opinión, no he tenido la ocasión de probar el nuevo Fallout 76, pero las impresiones que derivan de otras valoraciones no son particularmente buenas. Sin embargo, el hecho de que estemos ante un juego de servicio abre la esperanza de que el juego mejore paulatinamente con el tiempo, dotándolo de contenido mejor diseñado y elaborado. Si juegos como Sea of Thieves o No Man’s Sky logran abrirse camino año tras año con novedades que ya quisieran muchos otros juegos más populares, confío en que Bethesda no vaya a tirar la toalla a la primera de cambio y ponga todo su ingenio en engrandecer un juego que lleva por bandera el prestigio e imagen tanto de Fallout como de la propia Bethesda.