Una empresa atascada en el pasado
Recientemente Nintendo ganó una demanda puesta en su contra en una corte alemana por no permitir el cancelar una pre-compra en la tienda virtual de la compañía, la eShop. Aunque esta es sólo la última en una serie de demandas en contra de la compañía, que le han significado diferentes polémica a lo largo de estos últimos años. Como el año pasado cuando se descubrió que una cantidad importante de los Joycon de Switch venían con un defecto de fábrica que implicaba al sensor de movimiento de dichos controles y que, incluso, afectó a la Switch Lite. Algo que está en el umbral de lo incomprensible dado que los controles de esta última forman una sola pieza con la consola, siendo imposibles de remover (al menos sin destruir el aparato).
Tampoco es que Nintendo sea la gran villana en la industria de los videojuegos. Polémicas de ese calibre han empañado a casi todas las empresas del tamaño de la gran N. Uno de los casos abanderados es el de Epic Games Store con sus tratos para conseguir exclusivos para su plataforma, el trato de los datos privados de sus usuarios y el estado tan básico en el que se encuentra su tienda virtual. Y aquí es donde quiero hacer hincapié.
Las tiendas virtuales de videojuegos tienen que mejorar… y mucho
La PS Store es excesivamente lenta, dando la impresión de que no estuviera optimizada para la consola para la que fue diseñada, la PlayStation 4. Tarda más de lo que debería en mostrar las páginas, no tiene un listado de deseados -o no uno que funcione apropiadamente al menos. Epic Games Store no posee carro de compras, lista de deseados, si tienda muestra mas o menos siempre lo mismo, relegando a algunos títulos al fondo del sitio a sabiendas que la mayoría de los consumidores no navegan ni hasta la mitad de la tienda. Pero eShop, eShop es quien se lleva el premio de dedicarle esta actualidad.
La tienda virtual de Nintendo no tiene carro de compras, las rebajas en sus juegos first party son escasos y para nada generosos. De hecho, los juegos hechos por la compañía no bajan casi nada de precio, sin importar cuánto hayan vendido, hace cuánto hayan salido, etcétera. La tienda también es lenta, algo incomprensible cuando son aplicaciones hechas con el hardware de su respectivo sistema en mente. No se pueden cancelar las pre-compras. El listado de juegos encontrado en novedades es tan amplio y tan lleno de juegos de dudosa calidad que los juegos buenos pero desconocidos se pierden en el mar de la variedad. Y aún así y sin duda, la mayor ofensa y la que estoy casi seguro que la mayoría de los que lea esto no sabrá que ocurre es que, al menos en Chile -país en el vivo- no existe la eShop. Si un usuario de Switch chileno (y estoy casi convencido de que esto debe ocurrir en la mayor parte de Latinoamérica) se crea una cuenta en eShop y define que su país de residencia es Chile, lo único que verá en la tienda es una página en blanco, con la única opción disponible de canjear códigos. Nada más, ni siquiera un mensaje advirtiendo que la tienda no está disponible en el país. Nada. Solo una página en blanco.
La discriminación como norma en Nintendo
Nintendo diferencia mucho a sus consumidores según su región, eso es sabido. Pero no debiese ser algo permitido ni menos normado a estas alturas del partido. Que ya estamos en 2020 y que alguien no pueda tener una tienda virtual por ser de X o Y país es algo injustificable. La gran N tiene una base de seguidores bastante amplia y con razón. Tienen muchos logros, un sello de garantía en la gran mayoría de sus títulos propios pero, por otro lado, son una de las empresas más restrictivas con sus propiedades intelectuales. Demonetizan todo contenido hecho en base a sus juegos, son herméticos y, dado lo que he mencionado acerca de su tienda, derechamente discriminatorios con sus consumidores según la región en la que habiten.