El siguiente paso tras las casas de apuestas
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha declarado que va a regular las conocidas cajas de botín o ‘loot boxes’ en los videojuegos diseñadas con el fin de usar el índice de aparición de un objeto deseado dentro paquete, habitualmente de pago, para incentivar las compras. Alberto Garzón pretende implementar medidas para no promover la ludopatía entre los más jóvenes. Ha hecho estas declaraciones a través de su cuenta de Twitter oficial: “También hemos informado que regularemos las loot boxes en los videojuegos, un sistema perverso que incita al consumo impulsivo de juegos de azar y puede estimular comportamientos como la ludopatía, especialmente entre menores“.
También hemos informado que regularemos las “loot boxes” en los videojuegos, un sistema perverso que incita al consumo impulsivo de juegos de azar y puede estimular comportamientos como la ludopatía, especialmente entre menores. https://t.co/t3fb8rZlyb
— Alberto Garzón🔻 (@agarzon) February 28, 2020
Esta propuesta del gobierno conformado por PSOE y Unidas Podemos, y liderado por Pedro Sánchez sigue la línea de otros países como Francia y Bélgica que ya han intervenido hasta el punto de declarar su ilegalidad en el entretenimiento electrónico. El objetivo es claro: acabar con cualquier aliciente a la ludopatía entre los menores de edad. De acuerdo con Businness Insider el ministro pretende regular las cajas de botín de igual forma que cualquier otro juego de azar. El Gobierno de España ha señalado también la problemática que suponen los juegos pay to win ya que acrecenta la tentativa de las cajas de botín. Teniendo en cuenta el contexto, desde Consumo ya se trabaja en un plan integral para estudiar y tomar medidas de forma efectiva. Esto supone el primer acercamiento de nuestro pais a crear un marco regulatorio de las apuestas de cualquier tipo, incluyendo todas las modalidades y variantes presentes en los videojuegos.
En España, tenemos antecedentes de varios intentos desde 2018 de regular esa problemática. Un encargo que llevó en aquel momento Juan Espinosa García, CEO y Director General de la Gambling Regulation y que ahora recoge Alberto Garzón para empezar a implementar las primeras medidas reales.
Tras las últimas medidas adoptadas en materia de las casas de apuesta que supusieron la primera afrenta contra este negocio que proliferaban sin estrictas regulaciones, estas declaraciones conforman el siguiente paso. Unos pasos firmes y contundentes hacia el uso indiscriminado de la adicción al juego como forma de fidelizar a unos jugadores en lugar de buscar la calidad de ocio del juego en sí mismo.
Ante este tipo de noticias son frecuentes las comparativas, en términos económicos, de la cantidad de dinero que producen los videojuegos como supuesta prueba de ello. No es necesario que los ingresos en los videojuegos alcancen casi tres veces al cine, o se alcance una cierta cifra económica para actuar en consecuencia. Precisamente las casas de apuestas han sido uno de los negocios más rentables durante tantos años y esa misma vara de medir ha presionado e impedido que pudiera llevarse a cabo mucho antes. Lo representativo es remitirse a los casos de ludopatía que se vienen dando cada vez más frecuente entre los menores y que los distintos servicios sociales llevan alertando desde hace tiempo. Uno de los problemas de la ludopatía es que cada caso es muy personal y no existe una forma generalizada de solucionarlo porque la ludopatía suele derivar de otros problemas personales, menos relevantes para unos pero muy importantes en la mente de un adolescente. Aunque, por fortuna, existen formas generalizarlas de prevenirlo y será desde la prevención por donde mejor se pueda actuar.
Por último, hay que remarcar que es un problema difícil de acotar en el sentido de que existen muchas modalidades y variantes de cajas de botín. Todos somos conocedores de juegos aparentemente free to play y descubrir al cabo de un tiempo que para el simple hecho de avanzar se requiere pagar. Juegos que esconden la aleatoriedad de las cajas de botín en el drop in-game de un monstruo para el que previamente se necesite pagar un ticket con dinero real o técnicas similares. Llevando incluso a sistemas tan rebuscados y complejos que el jugador se siente perdido o que los propios desarrolladores rompen el progreso del juego sin saber porqué. Por ello es difícil contemplarlo todo en un marco regulatorio sin andarse con cautela y entendiendo muy bien el contexto de cada videojuego, al menos los más populares, para abarcar a la mayor cantidad de jugadores posible. Tanto esta propuesta como las medidas adoptadas para las casas de juego espero que sean el primero de muchos pasos porque es la única forma de garantizar que los más jóvenes disfruten saludablemente de un ocio tan motivador y enriquecedor como son los videojuegos.