No dar puntada sin hilo

Cuesta muchas veces encajar con nuestro entorno. Relaciones, casa, familia, amistades. Encajar con la sociedad y sus productos, lo que somos. Eso no quita que más de una vez, en un momento que de primeras no esperábamos, llegue un golpe fortuito y nos ponga delante algo que podemos llegar a pensar que es para nosotros. Todo sea dicho, la primera impresión no tiene por qué ser así, cuesta encajar, desentrañar los secretos que rodean a todo para, de esta manera, llegar a descubrir algo de la mejor manera posible. Como he dicho antes, esto no se queda solo en el facto humano, donde todos estos procesos son importantes, sino que en los productos de la sociedad y que nosotros mismos confeccionamos las pautas son exactamente similares. El cine, la literatura, los videojuegos, en casi todos esos ámbitos habrá posiblemente algún género o títulos donde nos sintamos indudablemente mejor, una especie de refugio que siempre tendrá las puertas abiertas hacia nosotros. Habiendo dicho todo esto, hoy os vengo a hablar de El Gancho, el nuevo juego de SidralGames, a quienes posiblemente conozcáis por su anterior titulazo Task Force Kampas, y la razón que me lleva a escribir este texto es la facilidad con la que han logrado crear un juego tan simple, pero redondo como pocos.

A la hora de empezar a desarrollar, el equipo tiene que tomar decisiones no solo de gran valor, sino que de vital importancia para la vida del título. Comenzar a trabajar en él poco a poco te va acercando a la recta final donde, esperemos, termine saliendo adelante, pero hasta ella hay un trabajo sin fin, duro como pocos, y que involucrará a todos los miembros, cada uno en su apartado. Con esto dicho, a la hora de ponerse manos a la obra, hay que marcar unos límites, unos caminos a seguir y unos modelos en los que fijarse continuamente cuando uno se pierda. Lograr que todo se armonice, fluya y salga delante de la manera en la que se espera es infinitamente más difícil de lo que aparenta ser, y pongo la mano en el fuego que casi cualquier desarrollador que haya pasado por el angosto camino de lanzar un juego, me dará una parte de razón.

El Gancho

Sin embargo, cuando uno se planta delante de juegos como El Gancho, todo esto se emborrona y da la sensación de que no lo hemos entendido bien, de que no era tan difícil hacerlo bien, aunque esta realidad sea inmutable. El Gancho nos lleva al espacio una vez más bajo el papel de un coco, unos simpáticos reptiles dorados a quienes conocemos gracias a Task Force Kampas. En esta ocasión su misión no es otra que liberar a la gente de su especie, secuestrada por una raza imperial conocida como Pogovon, quienes usan a estas criaturas para alimentar armas descomunales. Con nuestra arma láser y el gancho que da nombre al título nos iremos desplazando por escenarios generados proceduralmente por diversos mundos, cada uno habitado por peligrosos bosses cuyas peleas veremos más livianas una vez cojamos power ups que encontraremos entre nivel nivel.

Esta sería la base sobre la que se cimienta El Gancho y sus principales características, las cuales se construyen alrededor de una mecánica tan simple pero tan bien desarrollada que no alcanzo a entender por qué no se trabaja más con ella. Algo tan fácil como la incorporación del gancho en cuestión da sentido a un juego completo, una simple mecánica, y me atrevería a decir que casi la única del título, pues el aspecto de utilizar armas de fuego para atacar queda claramente, y de manera intencionada, en un segundo plano. Visto lo visto, uno podría llegar a sentir miedo, o tal vez algo de vértigo al pensar que esto será un lastre para el juego, simplificarlo todo a una mecánica que, cuando es utilizada, se usa como algo secundario, aunque este aspecto no tiene por qué ser negativo, como escribió mi querido compañero Manuel al respecto, pero no, no es así, sobre todo cuando las cosas se hacen bien. Pueden plantarnos delante el shooter del año, una nueva entrega de Battlefield por ejemplo, y aunque seguirá vendiendo como churros, si la mecánica principal no está bien definida y pulida, el juego decae cientos de niveles por debajo del suelo, por mucho nombre, fama o poderío que presumas tener.

El Gancho

Hacer las cosas bien no es tan fácil, por eso es de alabar que SidralGames haya apostado de manera ferviente por esta mecánica y se dejen de vacías ambiciones que manchan y perjudican al resto de aportes, pues no necesitan más para hacer un producto notable. Ya no es solo que la mecánica tenga sentido en los mundos, siempre distintos cuando se empieza una nueva partida, sino que todo en este deja hueco para que juegues con el gancho, disfrutes de él y aprendas a ser un maestro, pues las primeras veces te estrellarás, se te romperán las cuerdas de luz que te conectan, los enemigos te alcanzarán. Pero una vez se suaviza la curva de aprendizaje, pues has logrado dominar esta técnica, el juego te abre los ojos y te muestra todo el potencial que tiene, los diferentes e interesantes retos que te proponen los enemigos de cada nivel, lo bien medidas que están las recompensan y aporta, sin llegar a empañar la experiencia, su pequeño granito de arena a esta hermosa construcción.

Hacer las cosas bien no es tan fácil, por eso es de alabar que SidralGames haya apostado de manera ferviente por esta mecánica y se dejen de vacías ambiciones

Cuesta, debe de haber costado mucho sacar esto adelante, pero el camino ha sido el correcto, la decisión que se tomó en julio de 2019, como ellos mismos indican, fue acertada, sin duda alguna. Pero un buen juego no vive solo de ello, no, que va. Vive de esa decisión, eso está claro, y juega un papel primordial en lo que definirá a juegos como El Gancho, pero hay más pasos intrínsecamente igual de importantes, pues todo el desarrollo que queda por delante tampoco se puede descuidar, pues una idea buena no sobrevive sin un trabajo a la altura, y un gran trabajo se desmorona si la idea no se ha estudiado lo suficiente. Tener capacidad de aunar las dos cosas en un juego, sobre todo con lo joven que es el estudio, demuestra una gran madurez por el mismo, y de todo corazón confío, espero y deseo que se les de una oportunidad de aquí en adelante, no solo por lo que El Gancho significa, sino porque viendo el historial y el buen hacer que tienen, es cuestión de tiempo que demuestren todo el valor que aportan al medio.


Esta crítica se ha realizado en base a un código facilitado por SidralGames.