Muñeco de cera
Pese a nuestro aparente interés por seguir recreándonos en aquellos ilusionantes anuncios, toda una semana ha pasado ya desde el último Nintendo Direct, variado y emocionante como pocos. Conducido por el bueno de Yoshiaki Koizumi, el evento estuvo repleto de anuncios la mar de interesantes, entre los que no faltó un Tetris battle royale (que puede suponer un punto de inflexión dentro de la filosofía online de la compañía) y nuevos capítulos de archiqueridas franquicias como The Legend of Zelda o Super Mario Maker. Entre tanto bombazo, muchos pasaron por desapercibido un estreno instantáneo que, paradójicamente, mereció toda nuestra atención, y es que Final Fantasy IX, quizás el mejor capítulo de la saga, se puso a la disposición de todos los jugadores a través de la eShop – eso sí, quizás a un precio algo desorbitado de 20,99€, que no por ello injusto -.
En lanzamiento era tan obvio como necesario. Final Fantasy IX llegó a nuestros dispositivos móviles iOS en febrero de 2016, para posteriormente llevar su roleo clásico a nuestros PC vía Steam, allá por el mes de abril de dicho año. No contento con ello, aterrizó en PlayStation 4 en septiembre de 2017. Si al juego le faltaba algún frente – con permiso de Xbox One, donde también se lanzó la pasada semana -, ese era el portátil. Un frente que tiende a justificar la ‘segundas vueltas’, el pasar por caja, pero que en esta ocasión, tal y como era previsible, no se ha aprovechado lo más mínimo, repitiendo exactamente los mismos fallos de las ediciones anteriores. Y no hablo de errores de publicación, de organización o de conocer a tu audiencia; hablo de fallos técnicos puros y duros, como crasheos o bugs de todo tipo, que no se encontraban en la versión original, pero que Square Enix ha colado en todas y cada una de las revisiones lanzadas. Esto es grave.
La empresa nipona no se ha conformado únicamente con lucrarse a base de ports algo cutres que, lejos de mejorar el acabado general de la propuesta, crean un mayor contraste entre los elementos renderizados nuevamente y los originales, sino que nunca se ha molestado en corregir los fallos de primero de programación que estos pequeños reajustes han podido llegar a causar. Square, ni siquiera te estoy pidiendo que actualices tu juego (que, puestos a pedir, es lo que tocaría hacer; un becario con un ordenador te los soluciona en dos tardes). Te estoy pidiendo que, al menos, tengas la decencia de no colarnos la misma descuidada versión años tras año, mirando a un lado como si nadie estuviera hablando de ello. No puedes tratar a tu clásico, a nuestro clásico, de esa forma.
Al final, lo único que el fan se lleva de todo esto, en lugar de revivir con cierta nostalgia aquel capítulo que tanto marcó su niñez – llegando a determinar parte de su personalidad y de su prototipo de héroe -, acabá siendo una mala imagen que perjudicará a la franquicia durante los años venideros. Porque si este es el tratamiento que le das a las obras maestras, ¿cómo esperas que, en un futuro hipotético, un usuario quiera comprar una edición portátil de un título no tan redondo como Final Fantasy XIII o, incluso, Final Fantasy XV? ¿Cómo esperas que la comunidad confíe en tu capacidad para hacer un remake de Final Fantasy VII, cuando ni siquiera sabes hacer una remasterización que de mínimamente la talla? Supongo que todo esto, por mas contundente que pueda sonar, acabará dando igual, porque será el usuario, votando con la cartera, el que tendrá que decidir entre reconocer el descuido del desarrollador, absteniéndose de su dosis de nostalgia, o darle la razón como a los tontos, pasando por el aro a cambio de revivir la tan memorable y mágica historia de Yitán. Sea como fuere, podemos estar de acuerdo en que es una decisión a la que nadie debería de llegar nunca.