Agotamiento creativo y fuga de talentos
En octubre del pasado año nos sorprendía la noticia de que Toshihiro Nagoshi, quién había formado parte de Sega y de su subsidiaria Ryu Ga Gotoku Studio desde 1989, siendo uno de los padres de la saga Yakuza, abandonaba ambos la empresa y el estudio. Uno de los motivos que propulsaron la salida de Nagoshi, citados por el propio creativo japonés, fue su interés en “poder hacer algo diferente” y “permitirse desarrollar videojuegos sin tener tan en cuenta los planes comerciales”, unas declaraciones que sin duda ponen de manifiesto el desgaste que genera el trabajo en los gigantes de la industria, especialmente en aquellos que se dedican a las labores más creativas. Yendo al grano, la estrategia que utiliza la industria del triple A es sencilla: buscar fórmulas que funcionen y, una vez encontradas, explotarlas por encima de sus posibilidades hasta que dejen de hacerlo. Si bien se trata de una estrategia lógica desde un punto de vista de mercado, este sistema irremediablemente enjaula la creatividad.
Algunos títulos que originalmente estaban pensados como standalone o como trilogías terminan convirtiéndose en infinitas sagas que, en pos de ceñirse a estrictos planes de ventas y presupuestos, terminan despojados de todo atractivo, con el único objetivo de seguir alimentando ese nombre, ese hueco que consiguieron hacerse en la industria, o intentando mantener viva una fórmula que en algún momento funcionó. Esta especie de alergia hacia los juegos autoconclusivos, conceptuales y/o con un carácter más experimental termina causando mella en los creativos, y es lógico que finalmente desemboque en la fuga de unos talentos que buscan poder explorar nuevos horizontes.
Lo cierto es que la partida de creativos de la que ha sido su casa durante tantos años siempre despierta un sabor agridulce, especialmente por el miedo a que las sagas que ellos han construido con mimo acaben descarrilando. Sucedió con la sonada marcha de Hideo Kojima de Konami, y su consecuente abandono de la longeva y querida serie Metal Gear Solid – que, efectivamente, (véase Metal Gear Survive) no siguió el mejor de los caminos tras la salida de su creador. Aunque el desarrollo de su último juego bajo el sello de Square Enix fue tortuoso, y Final Fantasy XV goza de una fama bastante diversa en cuanto a opiniones, la salida de Hajime Tabata de la empresa nipona tras el lanzamiento del juego también dejaba huérfanos y con un futuro incierto a proyectos como la sub-saga Final Fantasy Type –.
A pesar de esto, la resolución de estos vientos de cambio suele ser beneficiosa para los creativos, pues les permite sumergirse en otros proyectos e ideas que, de otra manera, les habría resultado imposible. En definitiva, dejar sus empresas de origen no significa sino una nueva y más brillante oportunidad. Hideo Kojima creó Death Stranding con su propio equipo bajo el nombre de Kojima Productios, y Hajime Tabata fundó su propia empresa en 2019, JP Games. Tras su salida de Sega, ahora le toca el turno a Toshihiro Nagoshi, que bajo el sello chino NetEase, se situará a la cabeza de Nagoshi Studio. Este estudio, que gozará de absoluta libertad creativa – el sueño de muchos de estos desarrolladores que mencionábamos al principio –, se establecerá en Tokio, y a Toshihiro se le unirán en esta nueva aventura caras conocidas como Daisuke Sato, Kazuki Hosokawa, Masao Shirosaki, Taichi Ushioda o Toshihiro Ando.
Por el momento, desconocemos qué títulos nos llegarán de la mano de este estudio, pero sí sabemos que Toshihiro Nagoshi liderará sus futuros proyectos. Además, NetEase, tal y como han hecho público a través de su página oficial, han comunicado que Nagoshi Studio contará con su total apoyo para desarrollar juegos que les apasionen, y que su cometido será traernos videojuegos de alta calidad para consolas. Esto, sumado a que Toshihiro ha confirmado que pretende desarrollar un juego de escala aún mayor que Yakuza del que tendremos noticias muy pronto, nos hace esperar un título en el que el desarrollador japonés pueda finalmente probar cosas nuevas y dar rienda suelta a su creatividad. Sega, por su parte, seguirá explotando la popular saga inspirada en la mafia japonesa y ya se encuentra trabajando en la próxima entrega de Yakuza.