El optimismo está bien, pero todo tiene un límite
La noticia que (lógicamente) nadie quería dar, finalmente se ha hecho pública la decisión de AEVI (Asociación Española de Videojuegos) e IFEMA, como organizadoras, de cancelar la edición de 2020 de Madrid Games Week, que tenía la previsión de celebrarse entre los días 9 y 12 de octubre, debido a la pandemia global del COVID-19, que complica, como es normal, la celebración de cualquier evento mínimamente masivo (recordemos que en su última edición, Madrid Games Week tuvo la friolera de 139.200 asistentes, según la organización).
Nunca es positivo anunciar la cancelación de eventos, y más aún en el caso de estar enteramente destinados a los usuarios y no al anuncio de nuevos proyectos (como podría ser el caso del E3, frente a la propia Madrid Games Week, o a gran escala, la Gamescom de Colonia), siendo imposible de plantear en estos casos el debate sobre si esta clase de eventos son necesarios o no, siendo la única respuesta correcta la afirmativa. Y no porque sea precisamente un gran fan de los mismos, sino porque representan una oportunidad única para todos los usuarios de acceder a títulos que aún están en desarrollo, y una herramienta para confeccionar la posterior lista de la compra, en especial para los más pequeños de la casa, que tengan que elegir uno o a lo sumo dos juegos a lo largo del año.
❗️IMPORTANTE❗️ @IFEMA y @videojuegosAEVI han decidido no celebrar la próxima edición de Madrid Games Week, prevista entre los días 9 y 12 de octubre.
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— Madrid Games Week (@MadGamesWeek) August 4, 2020
Sin embargo, no todo tiene porqué ser tristeza y lástima, ya que podrían plantearse opciones y herramientas para sustituir hasta cierto punto el evento. Por ejemplo, la publicación de demos en las tiendas digitales, tanto de Xbox One como de PlayStation 4 (e incluso en Steam), limitadas a territorio español si queremos tener ese toque de exclusividad para los usuarios, daría pie a imitar la experiencia del evento, mejorada incluso si tenemos en cuenta que las colas de espera (eternas en el caso de los títulos más populares) se eliminarían. Sí es cierto que para aquellos que no dispongan de una consola de la actual generación esto no supone una compensación, pero tanto Sony (con PlayStation Now) como Microsoft (con Project xCloud) disponen de servicios de streaming que, con una promoción temática del evento, podrían ampliar el rango de usuarios que pueden acceder al servicio. Por otro lado, la sustitución de los torneos de eSports es sencilla, ofreciendo una retransmisión online (algo enriquecida por lo especial de la ocasión), mientras que otros aspectos de la experiencia como podrían ser las tiendas dentro del recinto, u otro tipo de actividades, sí que podrían contar con un traslado más complicado… pero no puede tenerse todo en esta vida, ¿no?
Más allá del evento y todo lo que lo rodea, es necesario tener también en cuenta las condiciones sanitarias del mismo. Al encuadrarse el evento en la ciudad de Madrid, una de las más (si no la que más) golpeadas por la pandemia del COVID-19, cualquier decisión que no fuera cancelar (ya que aplazar, teniendo en cuenta que los datos de Madrid son mucho más optimistas de lo que dice la realidad, tampoco era una opción viable) hubiera sido una quimera a corto, medio y largo plazo, además de proporcionar una excusa adicional para todos aquellos que ven en la industria del videojuego un peligro y algo a exterminar. Por más que la industria se encuentre en un aparentemente buen momento a nivel global (porque los números verdes en el balance anual de las empresas a veces salen a costa del crunch en los trabajadores), tampoco es cuestión de ser un blanco sencillo para críticas sin un gran beneficio a recoger.