El pavor helado
Ha pasado ya casi un mes completo de 2024 y, aunque Like a Dragon: Infinite Wealth está comenzando a ocupar el noventa por ciento de mi tiempo libre, aún consigo sacar algo para jugar a títulos que no pude disfrutar en 2023 por un motivo u otro. Pensando en qué juego disfrutar me di cuenta de que no había aprovechado en su momento la salida del DLC de Dredge y, teniendo en cuenta que fue uno de mis juegos favoritos del año, merecía la pena probar. Dredge: The Pale Reach se disfruta mejor cuando aún no has completado la aventura. Por desgracia, que el DLC venga ahora, meses después, me obliga a jugarlo una vez completada la aventura, cuando no termina de estar diseñado para ello. Esta vez visitamos una región gélida, no sin restar relevancia a los horrores que habitan la noche que tan bien pudimos apreciar en el juego base.
Si en la crítica que hice hacia la obra original hablé de Fear of Big Things Underwater, un vídeo de Jacob Geller que, ahora, veo interesante acompañar del visionado de Fear of Cold, por la temática que se nos plantea. Y es que el frío, junto al mar, es uno de esos grandes antagonistas del ser humano, con los que hemos tenido que convivir pero hacia los que hemos generado evidente pavor. No entraré demasiado en exponer lo que Jacob hace y de forma excelente, pero sí veo interesante recalcar lo muy presente que tenemos este temor que todos conocemos. En muchos casos, como el mío, lo hacemos gracias al conocimiento general, además de las producciones cinematográficas, literarias y videolúdicas que nos lo han presentado. Porque claro, viviendo en el sur de la Península Ibérica, no estoy precisamente bajo cero y, de hecho, esta situación solo se da en mi ciudad escasos días al año. Eso sí, frío y humedad hacen una combinación terrorífica que uno puede apreciar tras un temporal invernal en una zona costera, así que bueno, puedo hacerme a la idea.
Como decía, The Pale Reach nos propone una nueva zona que explorar durante la aventura, como otra más de las zonas que componen la región. Esta se caracteriza por sus bajas temperaturas y la trama asociada tiene mucho que ver con esto. Nos encontraremos con un par de NPCs con los que poder interactuar y, en general, el bucle jugable es prácticamente idéntico al del resto de zonas: un ser monstruoso mora en las aguas cercanas y, mientras evitamos su presencia y hacemos frente a la noche, tenemos que conseguir piezas, llevar algún objeto de un sitio a otro y, sobre todo, pescar.
Con la pesca obtenemos nuevas entradas en el diario que ahora tiene una nueva sección, incluyendo también las nuevas aberraciones (esos peces monstruosos que son variaciones de sus congéneres). También podremos obtener un rompehielos, la principal mecánica añadida que nos permite reventar bloques que flotan en la superficie y que, en general, nos impiden el paso a través de atajos.
En Dredge el único punto seguro era el puerto y lo mismo sucede también en este contenido expandido. Sin embargo, uno espera que el frío provoque un efecto similar al de la noche y el mar, pero, por desgracia, no lo hace. No es necesario y el contenido se disfruta tal cual está, pero no puedo evitar pensar en lo interesante que hubiese sido que, quizás en determinadas circunstancias, el frío ponga en peligro nuestro barco de alguna forma, sometiéndonos a un ligero estrés parecido al que vivimos cuando nos atrapa la noche muy lejos del puerto. La principal recompensa jugable, más allá de alguna red y caña que podemos utilizar en el resto de entornos si así lo deseamos, tiene que ver con el frío, sí, pero la aventura que tenemos que realizar puede llegar a saber a poco, sobre todo para el que ya completó la trama.
Yo me llevaría una bufandita.
Con todo, este DLC es muy disfrutable y, por su precio, razonable de adquirir, sobre todo cuando se compra en conjunto con el resto del juego. Es por eso que, junto a lo comentado anteriormente, creo que es una experiencia ideal para jugadores noveles como, por ejemplo, todos aquellos que hayan decidido trastear con esta joya (entre otros muchos indies exitosos del año pasado) en 2024. Las gélidas aguas de este archipiélago y la fiereza del mar y la nocturnidad están ahí para atraparos ¡Aprovechad mientras hace frío!