Está un paso más cerca de dominar el Reino Champiñón
El pasado 21 de febrero, y después de 15 años en lo alto de la compañía, pasando de Gamecube y Game Boy Advance hasta Switch, Reggie Fils-Aime anunció que el próximo abril se retiraba para dedicar más tiempo a su familia. Poco después, supimos que el elegido para relevar su puesto como presidente y jefe de operaciones de Nintendo América será Doug Bowser, quien se unió a la compañía en 2015 como vicepresidente, y más tarde presidente, de ventas y marketing.
Reggie tuvo un papel crucial, sobre todo a nivel de marketing y decisiones comerciales para remediar la dura situación por la que estaba pasando la compañía al final de la vida de Gamecube. Como primer presidente americano de la compañía, pudo ayudar a que Nintendo lanzase dos de los hitos comerciales más grandes de la historia del sector, Nintendo DS y Wii.
Por eso, no es de extrañar que el anuncio se haya recibido con gran repercusión por parte de grandes figuras del sector como Phil Spencer, Vicepresidente Ejecutivo de Gaming en Microsoft, o Cory Barlog, director creativo del último God of War. Pero también hemos podido ver reacciones con mucho humor y admiración por él. Reggie siempre tuvo una relación cercana con la comunidad de jugadores y el resto de la industria, ya que por encima de su cargo, él siempre se ha identificado como un jugador más, es decir, no quería dirigir desde una posición totalmente aislada de lo que los consumidores realmente quieren, tal y como sucede en otras compañías del sector.
Pero por encima de todo, lo que ha marcado más su legado son las bromas y memes que este ha originado en la red a lo largo de toda su carrera, algo que el mismo aceptó e hizo formar parte de su discurso y forma de dirigir. Parece ser que el nuevo presidente va a seguir por el mismo camino y la reacción de los usuarios y la respuesta del propio directivo no se han hecho esperar. Esto cobra aún más protagonismo si tenemos en cuenta su curioso apellido, Bowser, que casualmente coincide con el nombre de uno de los villanos más icónicos de la veterana compañía. El mismo día publicó un tweet en el que daba las gracias por la cálida bienvenida, mientras en el fondo de la fotografía podíamos ver de forma cómica a Luigi y Mario atados con un mando de Gamecube.
This is the first photo of Doug Bowser when he joined Nintendo
We never getting a new Mario game ever again pic.twitter.com/thv6o9opvf
— Nibel (@Nibellion) February 21, 2019
Pero de lo que es necesario hablar es del futuro de la compañía a partir de esta importante notícia. Durante los últimos años, Nintendo siempre ha tratado de innovar, llevar los videojuegos a un público más amplio, y sobre todo aprender de sus errores, siendo uno de los más relevantes el fracaso de WiiU. Un concepto intermedio entre Wii y Switch que no acabó de cuajar y convencer a los consumidores por aquel entonces.
A día de hoy, la veterana 3DS prácticamente ha finalizado su ciclo de vida y ahora todos los esfuerzos han pasado a centrarse en Switch, que goza de buena salud en todo el mundo, cerrando el año 2018 con 32.27 millones de unidades vendidas desde su lanzamiento oficial.
De cara al futuro, Doug Bowser va a tener que afrontar una serie de retos y cambios en la industria que no solo van a poner a prueba a la compañía entera, también servirán para ver si tiene madera como presidente de Nintendo América y consigue mantener el éxito cosechado hasta ahora.
Respecto al catálogo de Switch, Doug debe seguir el camino tomado con títulos como Breath of the Wild o Super Mario Odyssey, que han dado un salto considerablemente cualitativo respecto a sus antecesores, y hacer lo mismo con los próximos grandes lanzamientos como Pokémon, Metroid o Animal Crossying. Además, también sería una buena ocasión para revivir franquicias desaparecidas, pero que en la híbrida podrían encontrar una segunda oportunidad para brillar y darse a conocer a las nuevas generaciones, como por ejemplo F-Zero, Golden Sun, Advance Wars o 1080°.
Pero el punto a tener más en cuenta hace referencia al problema que Nintendo arrastra con las third-party desde hace tiempo y cómo va a afectarle de cara a la próxima generación de consolas de la competencia. El abandono de los principales títulos multiplataforma empezó en Wii, principalmente por la acentuada diferencia que había en sus especificaciones técnicas respecto a sus competidoras. En ese momento, Nintendo pasó a depender demasiado de sus propios estudios, algo que también acabó perjudicando en gran medida a WiiU y se añadió a los problemas que ya tenía de por sí. Con Switch se ha podido recuperar un poco ese apoyo, pero seguimos viendo como títulos como Red Dead Redemption 2 o Assassin’s Creed Odyssey siguen sin llegar, o directamente la mayoría acaban siendo entregas que ya hemos podido disfrutar desde hace tiempo en la competéncia.
Si tenemos en cuenta que Switch ha salido a mitad de generación – cuatro años después respecto a PS4 y Xbox One -, hace falta plantearse la forma en que Nintendo va a afrontar el lanzamiento de sus sucesoras, rumoreadas para dentro de 1 o 2 años. A esto hay que añadir a Google, quien también parece ser se unirá al panorama con su propia videoconsola. De ser ciertos estos datos, la brecha técnica aún sería mayor y complicaría aún más la adaptación de títulos para la consola, algo determinante para una gran parte de los consumidores.
Puede optar por desmarcarse definitivamente de la competencia y abandonar los títulos multiplataforma más relevantes, por lo tanto, competir con otros aspectos a parte de la potencia. O volver a un enfoque más tradicional como el de las eras de Super Nintendo o Gamecube, sin innovar tanto en otros aspectos como el control. Solo falta por ver qué estrategia seguirá la compañía nipona y su equipo directivo, del que ahora también formará parte Doug Bowser.