Welcome (back) to the jungle

Donkey Kong Country ha pasado ya por varias de las consolas de Nintendo, y ahora llega a Switch con un nuevo remaster HD a cargo de la desarrolladora polaca Forever Entertainment que, como su nombre indica, apuesta por una mejora gráfica. Este cambio incluye gráficos en alta definición y con mayor fluidez. Sin embargo, a nivel artístico no hay una evolución o salto en la identidad visual del juego. No obstante, y desde mi punto de vista, la mayor justificación y motivo de alegría de esta nueva versión es la accesibilidad.

Switch es, por mucho, una de las consolas más populares de la firma nipona, y la llegada de Donkey Kong Country a esta consola permite que añadamos este auténtico clásico de las plataformas a un catálogo tremendamente accesible. Además, son muchos los jugadores recién llegados que tienen en Switch su primera consola de Nintendo. Jóvenes, niños, o simplemente jugadores más casuales que no disponían de las anteriores consolas de la firma, y que ahora pueden disfrutar de esta aventura de manera renovada y accesible. Por estas razones, esta vez creo que está justificada la tendencia hacia la reutilización de viejos títulos por parte de Nintendo.

Se le pueden enseñar nuevos trucos a un mono viejo

De cualquier forma, seas nuevo o veterano, está claro que hablamos de un plataformas icónico y carismático. Un título ligero en la superficie, pero que para su género y época ofrece una profundidad, duración y revisitado de niveles bastante interesante. Así que, ya estés buscando un plataformas simpático y breve, o una aventura en la que exprimir al máximo cada nivel, Donkey Kong Country Returns HD te interesa. 

Donkey Kong Country Returns HD es un plataformas que, pese a lo que pueda parecer inicialmente, resulta bastante exigente a nivel de habilidad, especialmente si queremos completar los mapas al 100%. Algunos de los niveles pueden convertirse en auténticos ejercicios de autocontrol y paciencia, sobre todo aquellos especiales de contrarreloj o recorridos con vehículos especiales. Sin embargo, el juego se balancea con equilibrio casi magistral en la línea entre la dificultad y la diversión, y logra que esos retos que se nos ponen por delante resulten satisfactorios al jugador. Por otra parte, con este nuevo relanzamiento viene incluido un modo de dificultad denominado “modo moderno”, que aumenta el máximo de corazones de Donkey y Diddy, y además amplía el surtido de objetos disponibles en la tienda de potenciadores.

Plataformas de la vieja escuela, literalmente

Para aquellos que nunca hayan jugado alguna de las versiones de este título, estamos ante un plataformas con puro “ADN Nintendo” en cuanto a la organización de niveles y mundos por los que vamos avanzando. El recorrido total del juego, que dura en torno a las 10 horas (bastantes más si vamos a por el 100%), se divide en mundos con ambientaciones muy bien marcadas (jungla, playa, ruinas, volcán, etc…) y dentro de cada mundo una serie de fases.

En cada mundo encontraremos, como es habitual, algunos niveles secretos y opcionales, y un enfrentamiento final con un jefe. La variedad de niveles es una de las claves de este título, ofreciéndonos diversidad en lo visual y lo mecánico. Desde paseos en rinoceronte hasta frenéticos recorridos por la costa esquivando olas mortales, o carreras contra el tiempo en templos que se derrumban sobre lagos de lava, pasando también por controlar vehículos especiales.

Sin llegar a ser tan rápido como un Sonic, Donkey Kong Country es un plataformas que premia y estimula la velocidad de avance. Ya sea por los peligros del entorno, el ritmo de los enemigos o el movimiento de las secciones plataformeras, el juego empuja al jugador a avanzar con rapidez y combatir el riesgo mediante el pulido de la habilidad. Cuando el jugador domina un nivel es capaz de omitir ciertas plataformas, utilizar a los enemigos que van apareciendo como trampolines móviles, etc. Y todo esto se apoya sobre un sistema de control simple y sólido, con pocos comandos, pero más que suficientes para afrontar los retos que propone la aventura.

Rejugabilidad y profundidad

Sin embargo, esta velocidad y frenetismo no se traducen en unos escenarios simples o vacíos. De hecho, cada fase está repleta de recovecos y rutas secretas que nos llevan a botines de plátanos, monedas o piezas coleccionables. Esta dualidad entre velocidad y profundidad en la exploración, estimula la rejugabilidad desde dos enfoques opuestos: el speedrunning y la exploración de los mapas al 100% en dos pasadas diferentes.

Las mecánicas de la aventura se cimentan sobre las habilidades de sus dos protagonistas, que se combinan para poder alcanzar los rincones más inaccesibles de los mapas, y para superar con agilidad enemigos y diversos peligros del entorno. Donkey tiene una habilidad de ataque más contundente, mientras que Diddy puede atacar desde cierta distancia, y puede utilizar un jetpack para prolongar su tiempo en al aire. Y, para explotar esta mecánica al máximo, el juego permite el juego cooperativo para dos jugadores, en el que cada jugador controla a uno de los protagonistas. Y, sin ninguna duda, esta es la forma más divertida de jugar Donkey Kong Country.

Un lavado de cara discreto

En el apartado gráfico, esta edición de Nintendo Switch ha recibido un lavado de cara más que notable, aunque no cambie el estilo artístico del juego. Evidentemente, no se trata de un remake, sino de una remasterización visual, pero el cambio es más que notorio. Se eliminan bordes de sierra, se mejora la nitidez de cada píxel y tanto escenarios como personajes resultan mucho más definidos visualmente. Además, en esta edición se aprecian muchos más detalles visuales en el diseño del mapeado y de enemigos, especialmente con los jefes. Y todo esto funciona con una fluidez estable y sólida.

Una vez expuestas las principales carácteristicas de este título en su base, como remaster merece una valoración distinta. No estamos ante un remaster chapucero o con errores de funcionamiento, sinceramente. Sin embargo, si comparamos este trabajo con otras remasterizaciones en la híbrida de Nintendo, como pueden ser Metroid Prime Remastered (título que nos enamoró en HyperHype), o Super Mario 3D World + Bowser’s Fury, se echan en falta mejoras técnicas más contundentes o alguna ampliación de la experiencia original.

Un clásico inmortal

En conclusión, Donkey Kong Country Returns HD es un remaster correcto de un clásico inmortal de las plataformas, y cuyo principal valor es la accesibilidad que le da al título original, para que nuevos jugadores puedan experimentarlo en la actual generación de Nintendo. Se trata de una aventura con una jugabilidad sencilla pero tremendamente satisfactoria, una identidad visual intachable y una relación genial entre ligereza y profundidad, que gana muchísimo gracias a su rejugabilidad.


Este análisis ha sido realizado mediante una clave de descarga digital facilitada por Nintendo.