Liberty City, la tierra de las oportunidades
Ya han pasado 10 años desde que nuestro bosnio favorito hizo su primera aparición en nuestras consolas con GTA IV, videojuego con el que Rockstar llevó una gran apuesta que, sin lugar a dudas, le acabó saliendo bastante bien. Y digo gran apuesta porque optó por reinventarse en muchos sentidos, incluyendo un apartado gráfico que hacía gala del motor RAGE (Rockstar Advanced Graphics Engine) para mejorar muy notablemente todos los modelados, animaciones y elementos técnicos vistos hasta el momento. GTA IV no destacó solo con el motor gráfico, sino que presentó un motor de físicas increíble, el Euphoria, que hacía que las caídas desde el Empire State resultarán más realistas y divertidas. Estos factores, junto a una amplia lista de cosas destacables, hicieron que el juego en su primer día vendiera más de un millón de copias, y en su primera semana más de seis millones.
El juego se desarrollaba en la ciudad de Liberty City, una reproducción de Nueva York, en la que Niko Bellic buscaba alejarse de su pasado en Bosnia y emprender una nueva y pacífica vida junto a su primo Roman en la Tierra de las oportunidades. Al fin y al cabo, el argumento es de los más turbios jamás vistos en la saga, no solo por la presencia de crimen organizado, sino porque Niko era un curtido militar que soportaba a sus espaldas incontables muertes en la guerra de Bosnia, lo cual acababa viéndose reflejado en la personalidad del protagonista desde el comienzo del juego.
GTA IV tiene momentos inolvidables y personajes icónicos además de Niko, como por ejemplo su primo Roman, el cual todos recordamos como el primo pesado que siempre quiere invitarte a jugar a los bolos. No obstante, el repertorio de personajes y personalidades es muy extenso, sobre todo si tenemos en cuenta las citas por internet, fiel reflejo de la gente rara que puede haber en este tipo de aplicaciones tanto en el juego como en la realidad.
El gran juego de Rockstar fue, sin duda, un digno legado de la saga en la pasada generación y un buen predecesor de GTA V, al cual le dejó parte del camino allanado por su gran hito en el apartado técnico en dicha generación. Personalmente, me parece una de las mejores entregas de la saga, tanto por lo relativo al apartado audiovisual y narrativo como por esa posibilidad de explorar libremente la ciudad y conocer los lugares más interesantes, así como sus secretos ocultos, algo muy característico de la compañía padre de Red Dead Redemption. Puede que, precisamente en esa cantidad de secretos ocultos y de actividades, sean los que le dan ese toque tan característico, memorable y único al juego; un juego latente, transgesor e indestructible, como aquel corazón oculto que palpitaba dentro de la Estatua de la Libertad.