El bueno de Glen no se salta los créditos, sino el acreditar
Qué raro sería que aquellas canciones que escuchamos repetidamente, semana tras semana, día tras día, no tuviesen nombre alguno en el apartado del autor. También nos resultaría extraño que tras leer un libro que nos ha enganchado de cabo a rabo, no pudiésemos saber quién hay tras la “pluma”, un vacío que solo se llenaría con descontento. Todo esto es extrapolable una y otra vez a diferentes apartados, tanto del ambiente cultural como del día a día: no saber qué empresa hace un producto, qué persona ha realizado esta parte del código, o cuál es nuestro médico de cabecera que nos manda mismamente los medicamentos, situaciones que es difícil concebir pues, detrás de cada trabajo, hay una persona, y esta es la realidad, aunque a muchos parece que les cuesta reconocerlo.
No son pocas las veces que hemos visto polémicas en la industria del videojuego relacionadas con los créditos de los títulos, mayoritariamente por haber apartado a gente de lado sin razón aparente, dejando a aquellas personas que han sido omitidas sin el reconocimiento de su trabajo, algo extremadamente importante en esta industria donde, aunque parezca que no pues solo estamos en el lado de los jugadores, los créditos juegan un papel crucial a la hora de contratar diversos perfiles, algo que parece que se les ha olvidado a la gente tras The Callisto Protocol, quienes han obviado a una veintena de trabajadores en dichos créditos.
Solo por poner en contexto, imaginaos que, tras más de un año trabajando en una empresa en la que la cultura del crunch se alaba e insta a realizar, decides abandonar el barco, mismamente por esta situación que al fin y al cabo es insostenible, sin llegar al final del proyecto, y dicha empresa decide, sin haber estipulado nada en el contrato sobre el tiempo mínimo necesario para aparecer en los créditos, dejarte de lado y que no aparezcas, a pesar de todo el trabajo que has realizado, siendo este en algunos casos clave en el desarrollo debido a la importancia de los puestos, y las intensas jornadas donde prima la explotación laboral. Sin ningún tipo de reconocimiento a pesar del trabajo aportado, así se han encontrado la veintena de trabajadores que han denunciado su situación a GamesIndustry.biz, mostrando su descontento e incluso señalando que esto puede ser perfectamente por meros favoritismos, mostrando solo en los créditos a los trabajadores más afines a la directiva, una que ha demostrado desde hace tiempo de qué palo van, haciendo que todo esto no me resulte extraño.
Ojalá poder existir en una industria que no castigue constantemente a aquellos que deciden dar un paso tan arriesgado de diversas maneras posibles. No puede ser que nos movamos en un lugar donde los trabajadores no cuentan con unos derechos mínimos, donde no se respeta la jornada laboral, se insta a echar horas extras en ambientes tóxicos, donde la misoginia, homofobia y racismo siguen campando a sus anchas, y por si fuese poco, el trabajo que has hecho y te has currado se vea completamente tapado por una empresa a la cual le importas tan poco que ni deciden meterte en los créditos del juego en el que has tomado parte, cerrando de esta manera puertas de puestos de trabajo en otras empresas, pues estas no podrán comprobar si, efectivamente, estuviste presente en el desarrollo de los títulos que mencionas en tu currículum.
Esto no es lo que se merecen los trabajadores de esta industria, pero ni de esta ni de ninguna, y solo la unión y concienciación podrán impactar como un puño contra todas estas políticas capitalistas. No os dejéis pisotear, trabajad y luchad por un futuro mejor para vosotros y para quienes vengan detrás, pues el esfuerzo de hoy será la recompensa de nuestro mañana.