“Yeah, science!”
Los videojuegos serios conforman esa parte de la industria menos atractiva (aunque, desde luego, no menos interesante), que generalmente permanece más apartada del foco mediático y que, por motivos evidentes, no suscita el mismo interés entre el público general. Cuando hablamos de juegos serios no estamos hablando de un concepto nuevo, pues se trata de un término acuñado hace años por Clark Abt en su libro Serious Games (Ed. Viking Press, 1970), en el que estudia formas de educar sin dejar de lado el factor de la diversión. El término fue posteriormente extrapolado al campo de los videojuegos, para referirse a aquellos títulos cuyo objetivo inmediato no es el entretenimiento, sino la formación y el aprendizaje. Así, existen videojuegos con aplicaciones en terrenos tan variados como el de la medicina, la política o la ingeniería. También en el campo de la enseñanza, que es posiblemente con el que estemos más familiarizados, podemos encontrar juegos para la educación infantil como los que ofrece PipoClub o iniciativas como la de GameLearn.
Así pues, existe una evidente división entre esos videojuegos formativos, con una aplicación y objetivo muy concretos, y aquellos videojuegos orientados enteramente a la diversión, haciéndose aún más insalvable ese abismo entre unos y otros cuando los títulos serios se adentran en terrenos tan específicos e inaccesibles como lo son el de la medicina o la investigación científica. Sin embargo, Gearbox ha introducido una iniciativa en la más reciente entrega de la saga Borderlands, que tiende un puente entre ambas formas de concebir el videojuego, y que es protagonista de la noticia que nos ocupa: Borderlands Science.
La cuenta de YouTube de 2K anunciaba el 7 de abril la llegada de esta iniciativa, desarrollada mano a mano con la Universidad McGill, Massively Multiplayer Online Science y The Microsetta Initiative, a Borderlands 3, publicando un spot publicitario narrado por la mismísima Mayim Bialik, y que arrancaba con una ambiciosa afirmación: “si jugáis a Borderlands 3, podéis contribuir a una investigación científica real”.
Con ese tono guasón al que nos tiene acostumbrados la saga, la doctora y actriz de The Big Bang Theory invitaba a los jugadores a mapear el microbioma de los intestinos humanos a través de un curioso minijuego, que recuerda en su forma a títulos como Candy Crush Saga (King Digital Entertaiment, 2012), y que por su aparente simpleza incluso nos hace dudar de realmente estar contribuyendo a desarrollar estudios científicos superando sus niveles. Y es que Ciencia de Borderlands, como se ha bautizado al juego en castellano, propone puzles sencillos en los que el los diferentes nucleótidos adoptan distintas formas y colores que los jugadores tendrán que ordenar y conectar. Superando dichos puzles, estaremos colaborando con científicos de todo el mundo en su labor de estudiar las similitudes entre los distintos microbios intestinales. Además, por si la satisfacción de desarrollar una tarea de tamaña magnitud resultase insuficiente para saciar nuestro apetito, jugando a Borderlands Science podremos conseguir dinero in-game para seguir adquiriendo mejoras para nuestros personajes. Sin duda, una forma única de aprovechar el enorme éxito del que goza Borderlands 3 para contribuir a un bien social, como bien apuntaba Randy Pitchford, presidente y co-fundador de la empresa con sede en Frisco, Texas.
En medio de este temporal que nos está tocando capear este 2020, en el que estamos sedientos de información, el lanzamiento de este minijuego (aunque, sí pensamos en su alcance, el término macrojuego le sienta mejor) nos hace plantearnos si cómo jugadores podrían crearse otras iniciativas similares que nos permitieran ser partícipes de las investigaciones que se están llevando a cabo en la actualidad. Si habrá otras empresas que sigan el ejemplo de Gearbox con iniciativas similares es algo que por ahora queda a la imaginación aunque, lo que es seguro, es que la propuesta de Borderlands 3 servirá para despertar la curiosidad de más de uno y, por supuesto, contribuirá a seguir eliminando ese estigma con el que, aún a día de hoy, sigue cargando el sector videojuegos, y que cuestiona su valor como medio artístico y educativo.
Borderlands Science está disponible de forma totalmente gratuita en Borderlands 3, y es accesible a través de una máquina recreativa situada a bordo de la Sanctuary III.