El error de la repetición
Está claro que la saga Assassin’s Creed es una de las más queridas del mercado, pero también una de las más criticadas, tanto por bugs y errores en general, como por la decadencia sufrida a lo largo de la saga, sobre todo a partir de Assassin´s Creed 4: Black Flag, o incluso antes. Con el lanzamiento en apenas unos meses del siguiente título de la saga, Assassin’s Creed Odyssey, me gustaría hablar de toda la saga y de su ciclo de vida que va desde el nacimiento hasta la muerte y la vuelta a la vida de la misma.
Como es normal en el ciclo de la vida empiezo por el nacimiento. En efecto, estoy hablando del primer Assassin’s Creed, el origen de la saga y personalmente mi favorito. Mucha gente opina que el mejor es La Hermandad, y si, es el mejor, no obstante, el primero de todos es capaz de transportarte fielmente a las cruzadas y hacerte sentir ese clima de guerra constante y de malestar general de la sociedad. Pero el encanto que encuentro en este primer juego es que es el nacimiento de una de las mejores sagas de todos los tiempos. Aunque bebía muy directamente de los juegos de Prince of Persia, consiguieron darle un toque único y nos presentaron algo que jamás habíamos visto. Además, como he dicho, se trata del primer juego, es obvio que muchas de las cosas necesitaban mejorar, como los combates, armas y algo más de libertad. No obstante, cumplió perfectamente su función, ser el precursor de la siguiente etapa, la adolescencia y juventud.
El juego me conquistó desde el primer minuto, tanto con el sentimiento que transmitía del lobo solitario que se convierte en el líder de la manada, como con una muy buena historia en la que tus pensamientos evolucionan con los del protagonista, Altaïr. Esa sensación que se podía respirar en Masyaf de lealtad hacia el líder de los asesinos, de compañerismo entre los que se entrenaban en el círculo de entrenamiento, y esa primera vez que escuchábamos el credo de los asesinos hicieron que el juego se convirtiera en una experiencia inigualable, por estas cosas es mi favorito.
Ahora pasamos a esa niñez/juventud/adolescencia. Aquí llegamos a los mejores años de la saga, al igual que un joven o un adolescente, arriesga y gana evolucionando y reinventándose en todos los aspectos. Hablo de Assassin’s Creed 2 y La hermandad. El juego ofrece un mundo muy amplio con gran cantidad de posibilidades tanto de exploración libre como de misiones secundarias y principales. Si hablamos del contexto del juego está claro que mejora en los dos juegos ofreciendo gran cantidad de personajes históricos que existieron realmente como Los Medici, Los Pazzi, Los Borgia y como no el genio Leonardo Da Vinci. No obstante, el único aspecto que no me terminó de convencer respecto de Assassin’s Creed La Hermandad, y que hizo que no se convirtiera en mi juego favorito de la saga fue la repetición de temática. La venganza es un buen tema y siempre funciona, pero la repetición de temática nunca es del todo buena. Está claro que a La Hermandad le sentó igual de bien que al 2, no obstante, esas ansias de venganza que tiene Ezio en ambos juegos, a mí me acaba aburriendo un poco.
A pesar de esto es lógico que el protagonista quiera venganza, han matado a sus familiares y ahora está casi solo al frente de la hermandad de asesinos. Pero ¿por qué hacerle lo mismo dos veces al protagonista? En el 2, la venganza era contra los Pazzi, y en el siguiente contra los Borgia, y por casi el mismo motivo. A pesar de esto el juego no deja de contarte una apasionante historia y si eso lo completas con una jugabilidad muy mejorada estamos ante una obra maestra, que a mi parecer se queda muy, muy cerca del primero, aunque por escasas milésimas no le alcanza.
Ahora pasaríamos a la edad adulta del juego, y en efecto estoy hablando del Assassin’s Creed Revelations y el 3. Aquí es donde empiezan a torcerse las cosas y donde empieza la crisis de juventud. Aunque revelations me gustó mucho, se trata, para mí, de un juego totalmente innecesario que no se bien que busca, o enseñarme la vida de Altaïr después del final de su juego, o enseñarme como Ezio se hace viejo y es más sabio que cuando acabó sus venganzas. Los anteriores juegos si tenían coherencia narrativa ya que un juego sucedía a continuación del otro, justo en la misma escena empieza uno y acaba otro. Si quería enseñarnos la vida de Altaïr solo tenían que hacer, o bien otro juego del mismo, o uno con sus hijos, ya que tengo entendido que uno si fue importante para la hermandad. A pesar de esto, el juego no deja de ser divertido e innovador ya que añade algunas mecánicas nuevas como el gancho y un sistema de hermandad parecido al de su predecesor, y por eso es un buen juego, aunque innecesario.
Por otro lado, está Assassin’s Creed 3, un juego que intenta contarnos la guerra de independencia americana desde la perspectiva de alguien, en un principio, neutral a la historia. En este punto la hermandad de asesinos está a punto de desaparecer en toda América y Conor debe evitarlo. Esta temática es algo sosa y puede que sea por eso que introdujeron pequeños giros argumentales como que Haytham Kenway, padre de Conor, es templario, y la venganza, como no, de Conor contra los que mataron a su madre. Uno de los pocos aspectos que funcionan perfectamente en el juego es la contextualización. Cuenta con personajes importantísimos en la historia de EE.UU y una perspectiva nueva de esta. Este juego, personalmente ya supone la crisis de los 40 del juego ya que solo pretende modernizar algo que no se puede con mecánicas nuevas y con el barco de cono, que no pinta nada, sino que simplemente supone un pequeño paso hacia Black Flag.
Y es con Black Flag con el juego que empieza la última etapa de la saga, la muerte. Assassin’s Creed Black Flag es un buen juego, y le he podido echar muchas horas y disfrutar de la vida pirata, pero al igual que toda persona anciana, el juego ya no recuerda sus orígenes. Es un adelanto de Skull and Bones, pero con escasa temática de la saga, que nos lleva a decir ‘’hay un poco de Assassin’s Creed en mi juego de piratas’’. Es un juego al que el título ”Assassin’s Creed” le pesó mucho, y no consiguió hacer más que hundir el barco de la saga.
En este punto casi todos pensábamos que la saga estaba del todo muerta, no obstante, apareció una nueva esperanza de vida con Unity, ambientado en la revolución francesa. Este juego parecía la mezcla perfecta de historia y personajes que tenía el 3, la ambientación muy mejorada del primer Assassin’s Creed, y algo que realmente era innovador en la saga, árbol de habilidades y desarrollo de personaje. A esto se le unió una historia que realmente enganchaba y que presentaba una cierta perspectiva romántica con Elise, la amada de Arno.
El juego prometía mucho y de hecho consiguió devolverme la fe en Ubisoft respecto de la saga de Assassin´s Creed ya que había intentado volver en cierto aspecto a los orígenes con toques añadidos, no obstante esto no sería un juego de Ubisoft si no hubiera una cagada. Y en efecto llegan los bugs, tanto personajes flotantes, como personajes sin cara, atravesar el suelo, que el personaje se quedara atascado en mitad de una misión etc. Esto hizo que la experiencia de juego se viera muy perjudicada además de que el sistema de desarrollo de personaje no terminó de cuajar para algunos fans como es mi caso. A pesar de esto la saga asomó un poco la cabeza de la tumba, pero no por mucho tiempo ya que llegó Syndicate.
Con Assassin’s Creed Syndicate se reafirmó la muerte de la saga, es más, se pisoteó la tumba, metafóricamente claro. En este punto lo que la saga necesitaba era no volver a cometer los mismos errores que le llevaron a esa situación, tanto bugs, como historias sin sentido, personajes mal desarrollados etc. Y todas estas malas decisiones las volvieron a introducir en Syndicate, hasta el punto de que yo mismo, fiel seguidor de la saga, no pude ni terminar le juego de lo aburrido y poco intuitivo que era. Intentaba innovar en cuanto a mecánicas a la historia, pero lo único que consiguió fue ser una copia, en cuanto a mecánicas se refiere, del Unity, y que la historia no me importaba lo más mínimo. Pero para romper una lanza a favor y que no sea todo crítica hay que decir que la manera de liberar territorios si me pareció divertida.
Si Assassin’s Creed Syndicate es la más absoluta muerte, Assassin’s Creed Origins es el renacer de la saga. No voy a hacer un análisis del juego y de todo lo que ha conseguido cambiar de la saga y rescatar. Es un hecho que sacar un Assassin’s creed al año no sentaba bien al juego y que solo conseguía hundir más la franquicia, por otro lado, los dos años que tuvo de descanso la saga con Origins le sentaron muy bien. No solo introdujeron un mapa amplio, bonito y lleno de cosas interesantes, sino que el contexto, el ambiente, el sistema de combate y de desarrollo de personajes eran todos nuevos y conseguían hacer del juego una experiencia nueva y fresca que recordaba en un mínimo a los anteriores juegos. Si acaso, tiene dos errores, el primero es que el nombre de Assassin’s Creed le pesa muchísimo ya que ha sucedido en cierto modo lo mismo que con Black Flag, pero esta vez no por el juego en sí, sino por todos los cambios realizados, que han convertido el juego en un RPG en el desierto. Y por otro lado la poca importancia de la trama principal. Pasas tanto rato haciendo misiones principales que no sabes a que juego estás jugando y como para llegar al nivel suficiente para hacerlas necesitas completar misiones secundarias, es obligatorio perderse en ese mar de misiones. Por lo menos las misiones son más divertidas de lo que podrían ser, y son todas diferentes las unas de las otras haciendo el juego mucho más divertido y ameno.
Dicho todo esto queda bastante claro que el error de la saga Assassin´s Creed ha sido la repetición tanto de errores como de aciertos. La fórmula de “si funciona no lo cambies” ha demostrado no ser del todo efectiva, y menos aún con los errores. Todo esto ha venido a cuento de que parece ser que el Assassin’s Creed Odyssey va a ser una copia del Origins y puede que acabe pasando lo mismo de siempre con la saga ya que parece que pueden repetir errores.