Se acabó la tinta
Resident Evil es una saga caracterizada por su humor ridículo, hasta puntos en los que puede llegar a partirte la experiencia. Ese rollito de serie B me vuelve loco, ya que te ayuda a despejarte en un ambiente en el que, si no vas con cuidado, puede volverse demasiado hostil. La saga nació en los 90 y hemos visto cómo se ha ido moldeando conforme han pasado los años, cambiando su formula para mantenerse fresco, con más o menos fortuna. Uno de esos puntos de inflexión es Resident Evil 4, que apostó por un juego de acción en tercera persona pero manteniendo esos tintes tétricos y macabros de los originales así como su sentido del humor. Si frases como “Where’s everyone going? Bingo?” son ya Historia del videojuego, si eres español ya te partes con ese acento mexicano que pusieron a un poblado presuntamente en los Pirineos.
El retorno de este juego que tanto marcó a Capcom y a la saga lleva muchos años pidiéndose en forma de remake, ya que la remasterización que se hizo hace años es un poco regulera, siendo amables. Si bien es un secreto a voces que dicho remake está en los fogones, se lanzó hace un par de días una versión para Oculus Quest 2 del mismo, pudiendo sentir por fin que podemos correr pero no nos podemos escondir. Sin embargo, el juego no ha venido tal cual, sino que se han retocado algunas escenas y conversaciones concretas que, bueno, digamos que no le hacían mucho favor al título a día de hoy. Dicho por la propia Capcom, “actualizamos Resident Evil 4 para audiencias actuales”, y esta es una decisión que, si bien no llega a convencerme, no creo que sea algo de lo que tirarse de los pelos.
Soy un firme defensor de que cambiar una obra artística a posteriori para readaptarla a las sensibilidades modernas es un error garrafal. Cada obra tiene su contexto temporal intrínseco, sea bueno o malo, y ese contexto es importante conservarlo por una sencilla razón: nos sirve para mirar al pasado con ojos críticos. Intentar alterar la Historia sin pararnos a pensar dos veces por qué se hizo así o por qué se veía de distinta forma es como poner un cuadro sobre una humedad: crees que todo va bien mientras se te cae la pintura a trozos. Ahora, ¿qué es lo que han quitado? Un par de frases como “Supongo que aquí no hay discriminación sexual.”, en referencia al cadáver empalado de una mujer y animaciones que en su momento ya podían estar fuera de lugar, sobre todo en referencia a Ashley, la hija del presidente de Estados Unidos y prácticamente una chiquilla. Son cosas muy tontas y que no creo que saltase la liebre si no las hubieran tocado, pero que no dejan de modificar el juego. Somos ya mayorcitos para saber qué se hacía a principios de siglo y por qué está mal. Sin embargo, hay un matiz pequeño en todo esto, y es que no es el juego original.
A ver, técnicamente sí que es el Resident Evil 4 que todos conocemos, pero es una versión a la que le han quitado el contenido extra y se juega de forma algo distinta por la realidad virtual (es más, la falta de ese contenido me parece más grave). No estamos hablando del juego que se puede adquirir en Steam sin estos cambios, sino de otro producto distinto, pero a pesar de ello no creo que sea la mejor manera de llevar estos cambios. Entiendo las razones detrás de esta decisión y no lo veo tan problemático como otras cosas que se han llegador a ver en la industria del cine, pero quitar ese contenido debería ser la última opción que tomar. Disney pone carteles antes de empezar sus cortos animados antiguos, por ejemplo, y al ser cosas tan pequeñas se puede meter un botón que active o desactive estas animaciones y frases. Si nos ponemos a quitar de videojuegos todas esas cosas que ahora mismo nos podrían parecer escandalosas nos convertimos en Ned Flanders, y no creo que nadie quiera ser Ned Flanders en ese sentido. De nuevo: no es nada que rompa la experiencia ni mucho menos, es una chorrada, pero se ha perdido una oportunidad de hacernos ver lo mucho que hemos cambiado respecto a un juego tan querido.
Eso sí, la parte más ofensiva que es el doblaje sigue intacta. No me quiero imaginar que pasaría si lo “arreglasen”.